TODO COMENZÓ EN UNA CUEVA

Todo comenzó en una cueva mariela la radio sus ojos miraban todo el tiempo hacia arriba y aunque hacía un frío intenso y basta una brigada que no podía mover más que eso sus ojos las sombras y las luces de la lámpara de tuétano que su madre había aprendido bailaban de arriba abajo y de un lado a otro de forma vertiginosa era demasiado pequeña para comprender lo que estaba viendo su imaginación hacía sentir lo que en realidad muy pocas veces había podido ver todo parecía retumbar a su alrededor aunque nacer lo hacía en verdad es tan pidas te bisontes pesados y con caras teñidas triunfado iban a aplastar las sino se movía las lanzas parecían volar por encima de su cabeza intento echar la para que no aceptarán en ella en lugar de hacerlo sobre su verdad es la expresa monstruoso bisonte peludo que claramente se movía ante ella veía sus hondura antes movimientos y absorta casi alucinada movía cómo podía sus piernas y casi bra cintos dentro de la apretada cobija de pieles excitada por la emoción comenzó emitir gritos entonces se percibió de que a su lado varios de los suyos tan pequeños como ella miraban en la misma escena gritaba como ella y quería moverse como ella pronto aquella cueva se convirtió en un nido repleto de infantes vociferante aprende pulmón el espectáculo era cada vez más concurrido pues los niños que ya sabían caminar se unieron divertidos bajarán a después varias de las madres hermanas y abuelas encendieron las lámparas de forma que el estallido de luz iluminó más allá del fondo más oscuro los pequeños no querían dormir estaban demasiado espabilados pero dado que las madres estaban cansadas y tras los cantos al compás de las luces y las siluetas te bisontes cazadores flechas ríos y montañas decidieron apagar las luces para que todos se durmieran sin rechistar la sesión de cine había terminado pero ella la niña que miraba no podía dormir seguía habiendo en su mente despierta aquellos animales correr perseguidos por su padre y sus hermanos el olor a carne apareció después y aunque todavía no comida como los mayores era consciente de que el aroma que resultaba delicioso