TONDI TGB Cap.57 "Inventos prohibidos".

Tondi. Sonidos del pasado. Capítulo 57. La noche de los inventos.

¿Qué tal mis queridos amigos, mis jonquitondis favoritos? Bienvenidos a una reposición más de Tondi, esta saga de Tango's Bite, el tiempo pasa, capítulo 57 ya, y vamos a recuperar un capítulo muy interesante, vamos a hablar de inventores malditos, de inventos en general y para qué sirve un invento y qué invento los inventos.

Bueno, como invitado tenemos al inefable Geraldine, director de Clave 45, que se pasa por aquí para ilustrarnos, bueno, increíble lo que nos va a contar sobre inventores malditos, inventos que nunca llegaron a ver la luz por intereses quizás de algunas élites, es fascinante, ya lo veréis, todo en clave conspiranoica como siempre con Geraldine, pero también tenemos a los Luis Luis, a José el inmortal, a Laura Vivancos, a Javier Domingo ya en la sección de cine y luego vamos a por el deporte con Alfonso Fernández y cerramos con, bueno, con sexo, Carlos Orrillo, sexo, inventos del sexo, bueno, yo de vosotros no me lo perdería, yo no me lo voy a perder, claro, por supuesto, soy representado, me lo invento, pues nada más mis queridos amigos, un placer estar de nuevo con vosotros por aquí, con esta reposición remasterizado para vosotros y aprovechar el tiempo que pasa.

Con textos, con libros, con Tondi, con Don Luis Luis, las ciencias avanzan que es un gusto, frase que habremos oído muchísimas veces y que encierra una gran verdad, la ciencia avanza por naturaleza, no puede retroceder, con mucho estancarse un poquito, no puedes ir hacia atrás, una vez adquieres un conocimiento ese ya no se pierde. ¿Qué es un gusto? Pues también porque generalmente la ciencia incide en hacer la vida más fácil, más cómoda, más larga y duradera y más agradable, por lo tanto da gusto. ¿Pero cómo avanza la ciencia? ¿Avanza de una manera uniforme? No, hay veces que avanza más rápido que otras, de hecho es casi un consenso pensar que los últimos tres, cuatro décadas la ciencia ha avanzado más que los últimos 5.000 años, claro, también es verdad que nosotros estamos muy acostumbrados ya a los grandes inventos de la humanidad, a la imprenta por ejemplo, pero en su momento aquello que la cultura pudiese ser difundida, no sólo entre cuatro especialistas en todo el universo conocido, sino pues multiplicar las copias al punto que pudieran llegar al pueblo y que el pueblo aprende a leer, podría aprender a escribir, tiramos más para atrás la rueda, por supuesto la agricultura, estamos tan acostumbrados a ello que parece, parece que no hayan sido tan revolucionarios esos inventos, en cambio ahora pues internet, la globalización, las apps, todo lo que queráis.

Sí, da esa sensación que el progreso avanza de una manera exponencial, es decir, cada paso que da vas más rápido y que uno no sabe ya a partir de cuándo vamos a implosionar, porque claro, la aceleración exponencial no sé si es infinita, si avanzamos en un año lo que antes habíamos avanzado en un siglo, aceleramos mucho y seguramente en el mes siguiente a ese año habremos avanzado todo lo que habíamos avanzado ese año y posiblemente al día siguiente de ese mes, en un solo día, más que todo ese mes y en una hora más, bueno, al final llegamos a qué, a la fracción de segundo, es un poco absurdo pensar así, que la ciencia seguramente va a tirones y obviamente hay veces que a uno no le queda más remedio que reconocer que ha ido muy lenta, las lascas que se hacían allá por el Paleolítico servían para mucho, para matar, para pegar, para afilar, para cortar las piedras de los animales, para cortar la carne, era un útil, muy útil, bien, de repente algún cromañón, seguramente alguna cromañona cayó en la cuenta y dijo coño