Top Ten #86: La trilogía mágica de John Mayall

Y ten con tae peleador vivimos no no no te con tae peleón muy buenas bienvenido todo el mundo a esta nueva entrega de top ten que va dedicada a john mayall que se nos ha ido con noventa años y dejando huérfanos a toda una generación de señores mayores que crecieron en la inglaterra de los sesenta deleitándose con sus enormes discos sin él no sería posible entender la escena londinense de los sesenta que se dividía entre los que descubrieron al blush gracias a john mayall y a su mentor alexis korner y los que bailotear en los clubes el soul más vibrante que acabarían germinando como lo mot y sus circunstancias podríamos decir además recordar que el liverpool andaban con el mersey beat mucho más influenciado por el rock and roll y que además de los beatles una potente escena en lo musical y en lo comercial intentar abarcar la carrera de john mayall en unas dos horas es una tarea que además de insultante es ingrata y además me parece in aborda table porque condensar es mucho más laborioso de lo que parece por un lado hay que conocer muy bien todo aquello que se pretende resumir y por otro lado para poder escoger lo que es verdaderamente representativo e imprescindible pero por otro lado está el dolor que produce el devanarse los sesos para tomar decisiones que son sencillamente imposible les escoger solo unas poquitas canciones así que yo me voy a salir por la tangente o más bien quizá velar por mi salud mental ser conservador y centrarme principalmente en esos tres discos que no solo son maravillosos sino que además resultaron innovadores para algunos no lo suficiente porque para algo unos insisto john mayal no arriesgo con esos primeros álbumes y piensan incluso aseguran que caminaba en círculos concéntricos alrededor del legado de chess records y del blues eléctrico de chicago pero yo niego la mayor john mayal era un tipo muy especial un estudioso que conocía muy bien a esos músicos que desde finales de los años cuarenta habían convertido la ciudad del viento en la capital mundial del plus pero por otro lado también tenía muy trabajada bien a fondo esas ramas llamada jazz que había brotado del tronco a principios del siglo veinte en nueva orleans de hecho en sus primeros pasos como músico a mediados de los cinco