
Tradición y Leyenda Jacobea. "Las dos caras de la moneda jacobea". Alberto Solana de Quesada

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No te pierdas este interesante programa coordinado por Alberto Solana de Quesada, experto investigador jacobeo
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Senderos jacobeos
Una vez me dijo un peregrino, nunca es demasiado tarde para encontrar el camino.
El camino no se anda, el camino se vive.
Tradición y leyenda jacobea, un programa conducido por Alberto Solana de Quesada.
Aquí comienza Senderos jacobeos, un programa presentado y dirigido por Raúl Fernando Gómez.
Las dos caras de la moneda jacobea.
Hoy día el camino de Santiago vive un marcado proceso de secularización,
en donde es muy frecuente que se olvide la motivación religiosa,
o incluso se argumenten antecedentes paganos como verdadero origen del camino de Santiago.
Antaño la peregrinación se entendía desde una motivación religiosa centrada en la fe y la devoción,
en el culto jacobeo, en la penitencia o la promesa, o en una acción de gracias,
o podía fundarse en soluciones opcionales,
como la peregrinación o sustitución por una persona que avellajaba en nombre de otras,
sin olvidar la peregrinación forzosa por una sanción penal, jurídica o moral.
Todas estas opciones tenían como sustrato común la motivación religiosa,
y por tanto en la tradición jacobea basada en la figura del apóstol Santiago.
En última instancia, se peregrinaba por una u otra causa,
pero siempre por la creencia en que allí se encontraba la sepultura del apóstol Santiago,
acorde con el concepto básico de peregrinación como viaje que se hace por motivos religiosos,
a un santuario o a un lugar sagrado.
Las cosas han cambiado sustancialmente, rompiendo incluso con el concepto primordial medieval,
convirtiendo el camino de Santiago en un escenario de aventura y de protagonismo personal,
en donde cada vez es más frecuente que los aspectos religiosos sean olvidados, relegados,
escondidos o incluso negados.
En algún lugar he leído que los aspectos religiosos del camino de Santiago
eran los menos interesantes, en un materialismo empírico que ignora la mística,
la trascendencia humana a través del espíritu.
Lo frecuente hoy día es que el peregrino conceda gran relevancia al camino
como experiencia personal, y muy poca o ninguna a la figura del apóstol Santiago
y su significado en la peregrinación.
Se suele decir a menudo que la importancia de las reliquias que composte la custodia es secundaria,
y lo que se vive como prioritario es la vivencia del camino en sí mismo,
no como espacio de reflexión, de oración o de encuentro espiritual,
sino como una aventura en donde lo que interesa sobre todo es la realización personal,
el conocer otros lugares y otras personas,
todo vestido con valores que magnifican los criterios paisajísticos y monumentales.