La trama fenicia-Una notable cinta de Wes Anderson con una gran creación de Benedict Cumberbatch

No te olvides del regalo ideal para esta primavera, la fe, la ética y los valores de los superhéroes.

Un libro perfecto para dar la batalla cultural con una sonrisa.

Fundación Edelvives patrocina este espacio cultural.

El universo creado por Wes Anderson, como dice la canción, es como el patio de mi casa.

Particular, muy particular, porque tiene un estilo muy definido como si se tratase de un cómic llevado al cine.

Algunas de sus obras tienen una magia especial, como Fantastico Mr. Fox, Moonshine Kingdom o Hotel Budapest.

Pero hay otras insoportables, o insoportables, como la infumable La Suite Francesa.

No obstante, en todas ellas se puede echar una cabezadilla y que me perdonen los seguidores que hay miles.

No obstante, las grandes estrellas de Hollywood se dan tortas por participar en sus producciones.

Yo creo que se lo deben pasar muy bien en este tipo de rodajes tan peculiares.

Si no, fíjense en el reparto en esta ocasión.

Tom Hanks, Scarlett Johansson, Bill Murray, Michael Cera, que fue el protagonista de la película probida Juno, así como los protagonistas de esta historia, Benicio del Toro y Mia Threepleton, en el papel de una monja, personaje tratado con respeto que quiere ser fiel a su vocación en una historia de redención, donde Benicio del Toro, en la trama fenicia, es un manate que responde al nombre de Zaza Korda, un manate de éxito al que todos quieren matar, por lo que va al cielo de vez en cuando para volver a la vida en una cinta abierta a la trascendencia, aunque un tanto superficial y de humor blanco, en la que su protagonista tratará de redimirse teniendo en cuenta a las capas menos favorecidas de la sociedad.

Y no hay que perderse un guiño a la Biblia cuando Moisés liberó a su pueblo de la esclavitud, esencial en esta historia.

La trama fenicia tiene un formato más clásico de lo habitual como thriller, detalle que se agradece en Wes Anderson.

Los encuadres son perfectos, los escenarios son llamativos y originales, y los chistes, entre surrealistas, dadaístas y con alguna que otra estracanada, funcionan mejor que en otras ocasiones.

Hay que prestar atención a un guiño literario o cinéfilo cuando Ernest Hemingway tuvo un accidente en la selva de la que se salvó viviendo una aventura parecida a la del protagonista, en una producción para incondicionales y condicionales, entre comillas, de Wes Anderson.

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