Transportistas siguen en paro contra el régimen de Boluarte mientras que la cifra de homicidios se eleva a 597 víctimas

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Hoy en nuestro informe especial diferentes gremios de transportistas siguen en paro contra el régimen de Ouluarte mientras que la cifra de homicidios se eleva a 597 víctimas.

El paro de transportistas anunciado para este jueves 10 de abril se hizo sentir desde las primeras horas del día en Lima y Callao. Miles de unidades entre buses, cústeres y combis suspendieron sus operaciones como parte de una medida de protesta convocada por la Asociación Nacional de Integración de Transportistas, ANITRA, y respaldada por diversos gremios de transporte urbano formal. La paralización, que durará 24 horas, busca llamar la atención sobre la creciente inseguridad que enfrentan los trabajadores del sector.

El motivo principal de la protesta es la violencia sistemática que padecen los conductores a manos de bandas criminales. En los últimos meses, los atentados, amenazas y extorsiones se han vuelto cotidianos en distintas rutas de transporte público. Desde septiembre del año pasado se han registrado al menos 15 asesinatos de choferes, un panorama que ha generado alarma en los gremios y una profunda sensación de desprotección frente a la inacción del Estado.

Julio Campos, uno de los dirigentes de los gremios de transportistas, consideró como una burla el actuar del Ejecutivo frente a sus pedidos.

A diferencia de otras jornadas de paro, esta movilización ha tenido un impacto más amplio en la capital. Más de 460 empresas y 12 gremios se plegaron a la medida, afectando significativamente el servicio en distritos clave. Entre las empresas participantes se encuentran las líneas como Tumi, Sol de Oro y Etuchiza, que cubren rutas extensas desde Puente Piedra-Zapayal hasta distritos como Villa El Salvador, Villa María del Triunfo y San Juan de Miraflores.

La presencia de vehículos informales aumentó en algunas zonas en respuesta a la ausencia de unidades formales.

Los gremios de transporte denuncian que, pese a los compromisos asumidos por las autoridades, no se han implementado acciones concretas para enfrentar el problema. El estado de emergencia en determinadas zonas no ha logrado reducir la violencia ni capturar a los responsables de los ataques. Tampoco se han establecido medidas de protección efectivas para conductores y empresas que operan en contextos de riesgo.

También se dieron críticas contra la prensa tradicional, como el caso de un ciudadano quien reclamó a una periodista por el terruqueo promovido por los medios durante las protestas contra Dina Boluarte en el sur.

Yo soy de un empresario, tengo mi restaurante, tengo mi cadena de restaurante, soy chofer, pero si se hubiera unido Lima en la marcha del sur, Dina no hubiera estado acá, porque esto, que todo el Perú que sepa, va a ser peor, va a ser peor, se acordará el próximo año.

Esta jornada de protesta es la segunda en lo que va de abril. La primera tuvo lugar el lunes 9, pero su impacto fue menor en comparación con la actual paralización. En esta ocasión, la convocatoria ha logrado un mayor nivel de coordinación y una respuesta más amplia por parte de las empresas afiliadas. El resultado ha sido una interrupción generalizada del transporte público. Sin embargo, esto fue lo que dijo el presidente.