El trío de Pimienta. Primera parte

Sal, pimienta y sexo. El trío que marca el éxito. Con rigor. Y con talento. Con humor.

Y con mucho amor. Un programa. ¡Psh! Que ahora se dice podcast. Un podcast sobre sexo. Bueno, pero si somos periodistas. Ya, pero también amamos. ¿Y cuánto dura? Lo que tenga que durar. ¿Y a ti? Sí. ¿Cómo te gusta que te lo hagan? Con sal. Y con pimienta. Ante todo. ¡Con muda limpia! Ya estoy decidida. Tengo que hacer un trío sí o sí. ¿Estás segura? Segurísima. ¿Por qué? Desde hace mucho tiempo. Estoy muy segura. ¿Por qué esa necesidad? Creo que hay que empezar a aprovechar el tiempo y hacer cosas que siempre hemos querido hacer, pero que por alguna razón, pues no nos hemos atrevido.

Vamos a ver, pimienta. Solo te lo voy a decir una vez. Dímelo las veces que quieras. No una vez. No tienes difícil. ¿A tener una persona? ¿Cómo para juntar a dos? Ya lo sé. Ya lo sé. Lo que pasa es que llevo un tiempo como más centrada en los detalles de cómo llevaría a cabo lo que es ahora esa fantasía, porque estamos hablando del trío sexual, evidentemente, por si hay alguna pequeña duda que no la haya. Estoy más centrada en esos posibles detalles que en esas dificultades que me acabas de recordar para hundirme el día.

Lo siento. Yo siempre te había escuchado eso del trío y siempre he dicho una fantasía animada de pimienta de ayer y hoy. Es de ayer y es de hoy. Pero hoy estoy como más mentalizada de que tengo que ir poniendo los medios suficientes para que se convierta en realidad. ¿Cómo lo voy a hacer? No lo sé. Y espérate un momento. Te voy a hacer unas preguntas. Pregúntame todo lo que quieras.

¿Dos hombres o dos mujeres? Quiero decir no un trío de tres mujeres, sino dos hombres y tú, dos mujeres y un hombre. Ya el dúo lo tienes con dificultad. El dúo lo tengo con muchísima dificultad. El solitario lo domino, eso sí. Bueno, ahí puedo dar clases. Pero el dúo me resulta complicado. El trío va a ser mucho más complejo. Vamos a quitar todas las dificultades. Pero quitémoslas porque si no se acaba el podcast ya. Pregúntamelo todo. Estoy totalmente abierta para ti. ¿Dos hombres? Dos hombres, sí.

O sea, aquí dos mujeres y un hombre, no. O sea, tú y otra mujer. Yo quiero. Tu fantasía es. Vamos a la lámpara maravillosa. Y sale el genio. Soy el genio del sexo para ser el cumplidor de tus sueños y fantasías y hacer la realidad. Perfecto. No me sueltes rollo que lo tengo claro. Vale. Dime. Vale. Quiero. Trío. Con. Bueno, yo soy mujer, ¿vale? Porque tú ya lo sabes, pero es que aquí no se escucha la gente. Entonces, gente, soy mujer, soy heterosexual. Estoy buenísima, pero eso ya. Bueno, lo voy dejando caer. Quiero. Trío. Con.

Dos hombres. Ellos tienen que ser homosexuales, heterosexuales, bisexuales. Bisexuales, entiendo. Pues porque, bueno, porque. A ver, lo que sí que no quiero es. Esto que sale muy habitualmente en las películas porno. Q3. Que, bueno, casi todas lo son, ¿no? Pero bueno. Que es. Un trío en el que dos hombres heterosexuales, ahí dotadísimos y súper machotes alfa. Disfrutan de una mujer y la mujer.

Lo mismo nos la utilizan, ¿vale? O sea, esa mierda no la quiero, evidentemente. Quiero un trío en el que las tres personas participen de manera activa, consensuada. Disfruten los tres y entre los tres haya complicidad, morbo, depravación y ternura. Depravación y ternura en la misma frase. Es que a mí esos contrarios me ponen mucho. Sí, como agridulce. Por ejemplo. El cerdo agridulce de los chinos. Dos cerdos busco, sí. Bueno.

Agridulces. Oiga, al comenzar este programa de hoy me has dicho deprávate que hoy vamos a hablar de tu fantasía del trío. Pues vengo depravada. Uy. Vale. O sea, ¿qué? Ternura y depravación en la misma frase. Ternura y depravación, sí, sí, sí. Dos hombres y yo.

Vale. Y vamos a ver. Vais a tener conversaciones previas. Eso espero. Antes de... Pero muchas o pocas. Quiero decir, para todo eso que estás diciendo, que haya complicidad, que haya ternura, que haya depravación. Tiene que estar un poquito hablado, yo creo. Exactamente. Digo yo. No sé si eso se puede hablar antes tomando...