Tu segundo cerebro: Microbiota, salud mental

Bienvenido, bienvenida a la teoría de la mente. ¿Cómo estás? Hemos creado este espacio en forma de conversación para aprender juntos cómo cuidarnos mejor en general y con un énfasis especial en la salud mental. Somos psicólogos, especialistas en ansiedad, con más de 25 años de experiencia. Si necesitas ayuda, puedes llamarnos al 91 119 8157 o escribirnos a info arroba amadag punto com. Y no olvides visitar nuestra escuela de ansiedad. La encontrarás en escuelaansiedad.com. Allí descubrirás el espacio más completo para entender lo que te sucede y para encontrar herramientas que te ayuden a gestionar tu ansiedad.

La teoría de la mente, porque cuidarnos es el primer paso para vivir mejor.

Hola, hoy vamos a meternos en un tema fascinante, de verdad. Algo que está ocurriendo dentro de nosotros, muy adentro, en el intestino. Exacto. Pero no va de digestión o no sólo de eso. Queremos explorar cómo ese mundo de microorganismos que tenemos ahí, la microbiota intestinal, podría estar hablando con nuestro cerebro y afectando a cómo nos sentimos, sobre todo en algo tan común como la ansiedad. Es una idea que ha dejado de ser algo raro para ponerse en el centro de muchas investigaciones sobre salud mental. Estamos viendo que esa comunidad interna, esos billones de microbios, no están ahí de adorno.

Son actores clave en una red de comunicación súper compleja. Entre el intestino y el cerebro, eso es. Y los desequilibrios hay en esa comunidad parece que están ligados no sólo a la ansiedad sino también a la depresión, que muchas veces van de la mano, claro. Entonces, la idea hoy es desentrañar esa conexión, ver cómo va esa comunicación, y sí, pues cuidando el intestino, podemos cuidar también la mente. A ver, empecemos por lo básico. ¿Qué es exactamente la microbiota intestinal? Esa comunidad interior. Pues a ver, imagina como una ciudad enorme, bulliciosa, dentro de tu intestino grueso.

Eso es la microbiota. Billones y billones de habitantes microscópicos. Billones. Sí, sí, principalmente bacterias. Pero ojo, también hay virus, hongos, arqueas. Es un ecosistema completo. Y es bueno diferenciarlo del microbioma. Ah, ¿no es lo mismo? No, exactamente. El microbioma sería como la ciudad entera. Los habitantes, o sea, la microbiota más toda su actividad, sus genes, las sustancias que producen, el ambiente, todo. Nosotros hoy nos vamos a centrar más en los habitantes en la microbiota.

Vale, vale, los habitantes. ¿Y quiénes son los principales, los más numerosos en esa metrópolis? Pues los grupos más grandes son dos filos de bacterias, firmicutes y bacteroidetes. Entre los dos, fácil, son el 70 e incluso el 90 por ciento de todas las bacterias. Muchísimo. Sí. Luego hay otros grupos, actinobacteria, proteobacteria. Y si hablamos de nombres que quizás suenen más, pues estarían los lactobacillus o bicidobacterium. Ah, los de los yogures. Esos mismos, famosos por los probióticos. Pero hay muchísimos más, bacteroides, clostridium, prebotella. La diversidad es enorme, de verdad. De acuerdo, muchísimos y muy diversos.

Pero, ¿por qué nos importan? O sea, ¿qué hacen exactamente por nosotros? Uf, pues son fundamentales.

Hacen tareas que nosotros solos no podríamos. Por ejemplo, descomponen la fibra que no digerimos.

¿La fibra de las verduras, legumbres? Exacto. Y al hacerlo, producen sustancias que nos benefician un montón. También fabrican vitaminas, como algunas del grupo B, la vitamina K. Nos ayudan a sacar más energía de la comida. Y algo súper importante, entrenan, modulan nuestro sistema inmune.

Entrenan al sistema inmune. Sí, sí. Y además, nos protegen de otros microbios malos que quieran instalarse ahí. Son como nuestros guardaespaldas. O sea, que son como un órgano más, pero invisible.

Y supongo que esa ciudad no es estática, cambia. Totalmente.