Un Día En - Nueva York De 1882

Nueva York, 1882. El joven Georg Schmidt llegó no hace mucho de Alemania.

Tiene grandes sueños. Quiere ser abogado como su jefe y compatriota Heinrich Strong.

¿Por qué tendría este honorable general motivos para causar tal conmoción? Así que le pedimos al tribunal que dicte el único veredicto respaldado por pruebas.

Not guilty.

Georg no es el único alemán que vive en Nueva York. Casi 400 mil de ellos llegaron aquí.

La mayoría vive en Little Germany.

La tierra de las posibilidades ilimitadas. Eso es con lo que la gente asociaba a Estados Unidos incluso en aquella época.

¿Cómo se llama? Miles de inmigrantes llegaban cada día a sus costas.

Pero la realidad golpea a los recién llegados como un rayo.

Nueva York está a reventar. La vida cotidiana está marcada por la pobreza, la escasez de vivienda y la delincuencia.

Acompáñenos.

María, me encargaré de todo. Lo prometo. Te sacaré de ahí. Confía en mí.

14 de julio de 1882. Estados Unidos de América es todavía un país joven, fundado hace unos 100 años.

Inmigrantes de todo el mundo acuden en masa a Estados Unidos.

Para los europeos, Nueva York representa la puerta de entrada a su nuevo hogar. La ciudad tiene el mayor puerto del país.

En ese momento, la ciudad sólo estaba en la isla de Manhattan.

Pequeños edificios de departamentos se levantaban uno al lado del otro.

Los inmigrantes compartían espacios vitales en vecindarios confinados, a menudo segregados por nacionalidades.

Los inmigrantes alemanes están en medio de todo.

Hacen frente a las duras condiciones, oponiéndoles sus ideales, su determinación y su espíritu.

Esperan oportunidades que su antiguo hogar nunca les habría ofrecido.

Giorg Schmid de Postham es uno de ellos. No durmió mucho anoche.

Hoy es un gran día. Habrá un juicio importante en los tribunales y Giorg trabajó en sus alegatos finales hasta altas horas de la madrugada.

El joven asistente jurídico desea desesperadamente impresionar a su jefe con su arduo trabajo.

Giorg sólo puede permitirse ser abogado en Estados Unidos. Aquí no tiene que ir a la universidad.

Tres años de formación son suficientes.

En Prusia, como tercer hijo, probablemente habría sido funcionario como su padre.

Sus padres sólo podían pagar la educación superior y universitaria de su hijo mayor.

Así que Giorg decidió emigrar a Estados Unidos para recibir una mejor educación.

Para cierto tipo de inmigrantes europeos en Estados Unidos, la visión de la libertad política era algo muy atractivo.

Más intenso que eso, para la mayoría de los inmigrantes en Estados Unidos en este periodo es la posibilidad económica de construirse una vida y poder mantenerse de una forma que no era posible para la mayoría de los miembros de la clase trabajadora en Europa.

A la hora de hacer realidad su sueño, Giorg se beneficia de una de sus virtudes más alemanas, la disciplina.

Si quiere aprobar el examen de la escuela de derecho y convertirse en abogado, su inglés tiene que ser perfecto.

Su casa es básica y cuesta 5 dólares al mes. No puede permitirse nada más.

Como asistente jurídico gana 50 dólares al mes, justo la mitad de lo que ganan los carpinteros.

Y la vida en Nueva York es costosa.

Así que le pedimos al tribunal...

Así que le pedimos al tribunal que dicte el único veredicto respaldado por pruebas.

Not guilty.

¿Practicando tu inglés otra vez? Lo siento, hoy es un gran día.

Lo harás bien.