Un discurso para mantener viva la narrativa del éxito

Esta es una producción de Grupo Fórmula, encuentra más contenido como éste en Radiofórmula.mx Los saludos, soy Eduardo Ruiz Giles, aquí en el estudio de Grupo Fórmula de la Ciudad de México, me acompaña esta tarde Guillermo Vázquez Jandal. Muy buenas tardes Eduardo. José Luis Romero Higgs anda de viaje y le fue imposible conectarse, porque ya sabes, una vez estaba en un barco y se conectó y yo estaba en un barco en el Mar del Norte. Hicimos el programa, la tecnología. ¿Cómo te fue de discurso ayer? Pues digamos que... Sí, fuiste ahí con la matraca.

Por supuesto que no. ¿No eras tú el de la corneta de tren ahí? Todo parecido con la realidad. No, pero sí estuve muy pendiente. Todo parecido con un evento del viejo PRI, es mera coincidencia.

En serio, me acordé de tantos eventos donde el presidente PRI estaba en el Zócalo, se llenaba la plaza y lo mismo, pero esa corneta de ferrocarril. Y en un momento la presidenta tenía que parar, porque... Sí me tocó ir a muchas. Es de los ferrocarrileros que tan leales fueron al PRI, cuando les combinó, que siguen con el mismo líder, ¿no? No se ha muerto, ¿no? Es como los telefonistas hasta que se mueran.

Sí, vitalicio. La democracia sindical. Bien, yo escuché el discurso y después lo leí. Y es un buen discurso para lo cual era el propósito. A ver, no había tecnicismos, no había ni hubo autocrítica. Fue un discurso para la gente que estaba ahí y para sus seguidores en todo el país, que sus seguidores son entre el 60 y el 80 por ciento de la población.

Extenso, solemne, de repente emocional, destacó baja inflación, empleo récord. Bueno, es que todavía no... apenas hoy salió el dato del seguro social, que el mes pasado se perdieron 34 mil empleos. Aumento de inversión extranjera, y sí ha aumentado, y la reducción histórica de la pobreza, porque eso ni que ni. Sin embargo, pues no dio datos negativos como el déficit público, la inseguridad. Dijo que la economía va a crecer este año el 1 por ciento, lo cual a mi juicio no es presumible. Pero bueno, no era la función de un gobernante. Yo nunca he oído un gobernante que haya hecho un discurso donde hable de lo que está mal.

No es el papel y aparte la autocrítica, cuando la hemos visto, es hacia el final de la administración, no al principio. A ver, además para la crítica está la oposición y nosotros. Así es. Ok. Más que nada fue un mensaje político, aunque sacó sus números, etcétera, enfatizó que la 4T continúa con un estilo menos confrontacional, más institucional, varias veces dijo que no gobierna sola, que llegó y llegaron todas, que es un buen discurso. Sí. Porque las mujeres que yo conozco les encanta que ella sea presidenta, aunque no hayan votado por ella.

Sí, incluso. Porque ella se ha ido ganando el respeto. Ese segmento, claro. A ver, tú, destinatarios claritos, a López Obrador le rindió homenaje. Claro, los opositores dicen eso demuestra que ella trabaja para él. Yo me acuerdo los presidentes del PRI también hablaban bien de sus antecesores y nadie decía nada. Pero en fin, yo sí creo, yo no lo hubiera mencionado, pero bueno, yo no soy Claudia Sheinbaum y no soy de la 4T y no soy presidente, ¿no? Yo no lo hubiera mencionado. ¿Por qué? Porque salen las críticas, que son gratis. Innecesarias. Innecesarias.

Le recordó a los simpatizantes de Morena que los programas sociales siguen. Porque no hay que olvidar que durante la campaña la oposición decía que se iban a acabar estos programas sociales. No solamente se han acabado, se han fortalecido. A los empresarios les garantizó estabilidad. Importante. Y es un mensaje que quieren oír porque no hay una gran estabilidad debido a condiciones externas e internas, políticas económicas, jurídicas, etc. Pero es un buen mensaje. A las Fuerzas Armadas su agradecimiento y su confianza. A los críticos defendió la ausencia de censura y represión.

Claro, este mensaje de ella no lo escuchan en Campeche. Y en Puebla. En Puebla, pero en Puebla realmente fuera de primer caso,