Un joven asalta una floristería en Ferrol y declara que quiere ir a prisión porque su familia no lo quiere

Radio Voz.

Voces de Ferrol, con Isidoro Valerio.

De lunes a viernes, de doce a dos.

Radio Voz.

Esta canción que está sonando se titula Al ladrón, al ladrón, es una de las canciones de aquel disco titulado El hombre del traje gris, de Joaquín Sabina, y no fue a ese grito, al ladrón, al ladrón, como lograron zafarse de lo que fue ese robo, que sufrió, más que robo, destrozo de local, lo que sufrió la floristería El Castillo este pasado lunes.

Raquel Pillado es su responsable, está hoy con nosotros para contarnos una historia casi de película, de película de terror que vivieron el pasado lunes, a primera hora de la tarde, cuando un joven entraba en la floristería y decía que...

O le daban el dinero de la caja o destrozaba todo el local, como así casi llegó a ocurrir.

Raquel, ¿cómo estás? Buenos días.

Buenos días, Isidoro.

No gritasteis Al ladrón, al ladrón, pero pulsasteis el botón de pánico, tu empleada, porque tú no estabas, acababas de salir del establecimiento.

Yo no estaba, yo de hecho acababa de llegar a casa, estaba comiendo con mi hijo y ya me avisaron, dejé la comida y salí a fuego para arriba, para Catabois.

Bueno, ¿cómo fue la escena?, porque la habrás contado ya una mil veces, porque la policía llegó a los 17 minutos de que pulsarais la alarma y lograron detener a este joven.

Sí, la verdad es que él no se opuso en ningún momento, era como si estuviera esperando para que llegara la policía, lo que quería es que lo detuvieran, nada más.

Que además fue lo que declaró ante el juez, que él buscaba ingresar en la cárcel porque no quería volver a vivir con su familia.

Él quería ir para la cárcel, yo no sé, parece ser que es un chico que necesita una medicación, que no la tomaba, y entonces él quería ingresar en la cárcel para...

Yo pienso que para estar más controlado, que él es como si se diera cuenta de que ahí lo iban a controlar más.

Pero es una pena, porque es un chaval muy joven, ¿no?, 17, 18 años.

Sí, 18 años, en ningún momento violento, sí que tenía una mano en el bolsillo continuamente, que de hecho nosotros cuando llegó la policía le quitaron una navaja, es lo que intuimos, le quitaron una navaja, la dejaron encima del mostrador, pero en ningún momento se mostró violento, ni siquiera cuando estaba rompiendo las cosas, era violento, era con toda la calma del mundo.

De hecho yo cuando llegué sí que llegué un poquito alterada, pero me di cuenta que el chico estaba muy parado, intenté razonar con él.

¿Llegaste tú antes que la policía? Sí, sí, sí.

Porque vivías cerquita.

Vivo en Santa Cecilia, vivo en Narón, y la verdad es que si me pilla el radar me cruje, pero sí, llegamos mi empleado y yo, el chico de la furgoneta y yo, antes que la policía.

La policía llegó a los pocos minutos, pero intenté razonar con él y él quería que llegara la policía.

Pero cuando llegaste ya había destrozado parte de la tienda.

Sí, sí, ya había tirado cestos que tenemos preparados con plantas, había roto macetas, es decir, cuando yo llegué sí, delante mío, con toda la calma, rompía material de cristal, pero lo dejaba caer, que tampoco era con violencia, simplemente lo cogía y lo dejaba caer.

Claro, o sea, él se ve que quería llamar la atención y lograr ese objetivo que era el volver a la cárcel.

Que lo detuviesen.

Claro.

Llegó la policía y ¿qué pasó?, ¿él dijo algo? No, no, no, simplemente le quitaron, tenía como un pañuelo hasta la nariz, le quitaron el pañuelo, le levantó las manos, lo expulsaron y ya está.

Lo llevaron para el coche y nada más.

Oye, ¿y tu dependienta atacada de los nervios? Está sufriendo los efectos ahora.

Es decir, ella...

Menuda tensión, ¿no?, porque no sabes qué es lo que va a pasar.

Te entra una persona en el local, te dice o me das todo el dinero o te destrozo el local y se pone a tirar las cosas, porque, además, daños sí que sufristeis bastantes, ¿no? Sí, sí, la verdad es que ella con toda la calma y con una sangre fría, que yo me sorprendí, yo igual salgo corriendo, quiero decir, pero ella con una sangre fría apretó el botón del pánico.

Que es una alarma que tenéis.

Le dijo, tú verás, va a venir la policía.

El botón del pánico, que puede pensar la gente, si la policía llega a la cárcel, ¿qué va a pasar?, ¿qué va a pasar?,