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By Fundación Rafael Del Pino Diálogos y debates Fundación Rafael del Pino
Una España mejor. Mariano Rajoy y Carlos Herrera

Una España mejor. Mariano Rajoy y Carlos Herrera

12/16/2019 · 42:23
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Description of Una España mejor. Mariano Rajoy y Carlos Herrera

El 4 de diciembre de 2019 tuvo lugar, en la Fundación Rafael del Pino, la conferencia del ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con motivo de la presentación de su libro “Una España mejor”. Rajoy, dijo, nunca se había planteado escribir un libro. Por eso, nunca escribió una línea con el objetivo de plasmarla en volumen alguno. Por tanto, nunca llevó un diario, con lo cual tuvo que hablar con muchas personas para poder recordar hechos importantes. Entonces, ¿por qué lo ha escrito? Porque algunas personas, todas amigas, le hicieron tres reflexiones que le llevaron a modificar su criterio. La primera reflexión le exigía cumplir con el deber de contar su visión de un periodo de la historia de España que no ha sido intranscendente, de una etapa que vivió en primera persona, como presidente del Gobierno, de manera intensa. La segunda razón fue que, si él no aportaba su versión de lo que entonces sucedió, otros podrían hacerlo y era más que posible que, conociendo a algunos que circulan por aquí, lo hicieran de manera menos cariñosa y humilde con su persona. La tercera fue que siempre pensó que las experiencias de unos pueden resultarle útiles a otros más adelante. Por eso, quería transmitir algunas experiencias que pueden tener cierta utilidad en el futuro. Su libro es un análisis de la última etapa del PP en el Gobierno de la Nación. Lo que ha pretendido es entrar en el detalle de los acontecimientos más relevantes que se produjeron en el tiempo en el que fue presidente del Gobierno. En el texto se habla mucho de economía, de la España que se encontró, de las reformas que hicieron, del empleo, del rescate bancario, de las polémicas que se vivieron en la Unión Europea en ese periodo. Habla, también, de la inmigración, que es el tema más importante que tenemos que abordar en el futuro, en España y en la Unión Europea. Un tema, este, en el que tanta demagogia hacen unos y otros, unos contra los inmigrantes y otros contra las fronteras. Asimismo, se habla de la sucesión en la Corona y de la disolución de ETA, y del bipartidismo, y de la corrupción, y de la presunción de inocencia, y de los inquisidores que florecen por doquier, y de la moción de censura. Y de las dudas que suscitaron a muchas personas las decisiones que tomó. Y de Cataluña y las dudas que suscitaron las decisiones que tomó en este tema. En el libro aparecen algunas ideas que se han convertido en convicciones con el tiempo. Rajoy recordó que España vivió en los últimos años la peor crisis económica de su historia. El paro superó los seis millones de personas, había desequilibrios económicos de todo tipo, el sistema financiero español estaba en la UCI. Y lo peor era la sensación generalizada de que no había futuro. Gracias al esfuerzo de la sociedad española se pudo dar la vuelta a esa situación, volviendo al crecimiento en 2014 y creciendo más del 3% hasta 2017. Con el PP se crearon más de medio millón de puestos de trabajo al año, el sector exterior tuvo un empuje fundamental gracias a las empresas, se hizo el saneamiento del sistema bancario y se restauró la confianza en la economía española. Según Rajoy, controlar las cuentas públicas es fundamental para cualquier país que quiera mejorar su bienestar. Las Administraciones Públicas no pueden gastar lo que no tienen. En segundo lugar, hay que hacer reformas para adaptarse al mundo en que vivimos, que cambia muy rápidamente. Los efectos de las que hizo todavía están ahí, pero de la inercia no se vive, y desde la moción de censura no se ha hecho hada. Ahora bien, por suerte, tampoco se han derogado las que se hicieron durante su etapa de Gobierno. Otra recomendación de Rajoy es que un gobernante debe tener convicciones. Lo que de ninguna manera puede hacer un gobernante es obviar la realidad, no se puede ser un frívolo. Ortega y Gasset dijo que toda realidad ignorada prepara su venganza. El gobernante tampoco puede ser un doctrinario. Por eso, a los seis meses de la llegada del PP al gobierno se habían subido los impuestos, se había nacionalizado la banca y se había hecho una gigantesca operación de deuda pública para que aflorara todas las deudas de todas las administraciones y, de esta forma, pagar los cinco millones de facturas que debían a los proveedores. Eso era lo que demandaba la realidad en aquel momento. No eran los objetivos del PP, pero, si no se hubiera hecho todo eso, España hubiera quebrado. Una vez que se conjuró ese peligro, se bajaron los impuestos y se privatizaron las entidades financieras nacionalizadas. Es importante también que el gobernante preserve su independencia y tenga un criterio sobre lo importante, que escuche, y conviene escuchar al que sabe. Luego, tiene que decidir pensando siempre en el interés general. Durante su mandato, hubo que decidir, y mucho, sobre cuestiones importantes, como el rescate del sistema financiero, las reformas económicas, el nivel de gasto público porque se habían perdido 70.000 millones de euros de recaudación, sobre la aplicación del artículo 155. El gobierno sabía lo que había que hacer y lo hizo, sabiendo que mucha gente no iba a estar de acuerdo, que habría muchas presiones. También aprendió que el consenso en los asuntos de Estado es fundamental, sobre todo en la reforma de la Constitución, en la lucha contra el terrorismo, la unidad de España, el 155, la sucesión de la Corona, o el desarrollo del modelo territorial. Esas cosas no se deben hacer por mayoría. Cuando se hacen por consenso, salen bien. Por ejemplo, la Constitución, o la batalla contra el plan Ibarretxe. La primera vez que se rompió ese consenso fue con el Estatuto de Cataluña; de aquellos polvos vienen estos lodos. El problema, ahora, es que, por los acuerdos que puedan alcanzarse, el Gobierno se vea condicionado por los partidos que quieren destruir España. Por eso, es obligado que los dos partidos mayoritarios vayan de la mano. Quien rompa eso es un irresponsable. Lo más importante de la aplicación del 155, que nadie sabía en qué consistía porque no se había aplicado nunca, fue que el mensaje que ha dejado es que la Nación española tiene instrumentos para defenderse y cuando se ataca la unidad nacional, la Nación se puede defender. Eso lo saben muy bien los que han ido contra la unidad de la nación y contra la soberanía nacional. El PP, dijo, es un partido de centro. Eso quiere decir que no arrastra doctrinas ni orejeras, que no tiene ideas preconcebidas, que huye de cualquier radicalismo. El centrismo es la voluntad de evitar cualquier exageración, sacar el mejor partido de las cosas sin prejuicios doctrinarios.

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