UNA IMPROVISACION (QUE OBLIGA)

Bienvenidos a Primum Gradus, tu podcast de historia y humanidades en general. Os habla Ricardo Silvestre. Este es un programa muy especial porque es pura improvisación. Estoy dispuesto a hacerlo todo de un tirón, sin cortes. No me importa que me equivoque y va a ser, por así decirlo, como quemar las naves, como obligarme a hacer un programa posterior.

Esto es simplemente una escaleta o un aluvión de ideas. A ver, me voy a explicar desde el principio. Uno piensa de una determinada manera y lo va dejando ver a lo largo de sus programas. A veces tiene colaboradores que no tienen por qué pensar exactamente igual a uno, etcétera, etcétera. Pero hay cosas que se van repitiendo, pero nunca lo he hecho de un modo orgánico.

Y dicho, voy a hacer un programa con lo que realmente pienso de muchas cosas, pero es muy costoso porque es poner por orden cosas que me parecen evidentes, pero es realmente pesado escribirlas, redactarlas, darles forma. Entonces, he dicho, voy a quemar las naves. Voy a hacer lo que los cursis llaman una brainstorm, una tormenta de ideas, que acabo de hacer hace cinco minutitos por el pasillo del sitio donde estoy viviendo, que es la casa de mi hermano.

Y en estas vacaciones estoy aquí. Y bueno, he usado esto que veis aquí, que es un móvil Android y tiene un aplicativo que se llama Notas. Y ahí puedes anotar esas cosas para que no se te olviden. ¿Qué pasa? Pues las voy a anotar todas y en cinco minutos voy a hacer todo lo que tengo en la cabeza. ¿Pero qué ocurre? Que está simplemente denunciado. O sea, son ideas, a alguien le pueden sonar muy fuertes, pero no están razonadas. Yo las tengo en la cabeza.

O sea, es como un enunciado de las cosas que me gustaría desarrollar. Si criticáis esto, estáis criticando un mero enunciado, no una exposición. Ya os lo advierto. Hay cosas que pueden ser chocantes y no las acabo de explicar. Eso vendrá después. Así que... Ah, por cierto, ahora mismo a mis espaldas tengo una estantería y unos cuadros colgados con fotos familiares.

Por lo tanto, le voy a colocar un fondo. No sé el fondo que le colocaré. Esa es la única edición que voy a hacer porque no me gusta que se vea una casa que no es mía en el fondo. Y dicho esto, y he tenido algún momento de tranquilidad y de soledad, he dicho pues ahora. O sea, esto ha salido de un chorreón. No esperéis explicaciones, simplemente enunciados. Y a partir de aquí, a ver si me sale un programa. Bueno, vamos allá. Tal como me ha ido saliendo.

Es que lo bueno es que no lo ha escrito. Se lo iba dictando porque tiene la capacidad de, cuando le hablas, te lo va escribiendo. No pone notas y a veces interpreta algunas palabras. Si alguna vez me trabó, es que digo, oye, interpreto una palabra por otra. Pero está bastante apañadito.

Dice, todos los estados son confesionales. Primera idea. Sí, todos. Todos tienen una idea fundacional o una idea que lo sustenta. Por lo tanto, el estado confesional es un oxímoron.

La censura existe y es absolutamente necesaria. Ha existido antes, existe ahora y existirá después.

Es absolutamente necesaria. El capitalismo va contra la propiedad. Otra idea. El capitalismo es necesario para que exista el comunismo y ambos son, en el fondo, hijos de la misma madre.

Esto no lo ha apuntado, pero la madre es la revolución. Revolución con mayúsculas. Esto es un apartado que digo. No es la revolución francesa. Eso es la revolución. El concepto de revolución. De acabar con todo lo anterior para crear un nuevo régimen desde la nada.

El liberalismo es el que ha creado el estado omnipotente, opresor. Ese contra el que pretende luchar, pues lo ha creado el liberalismo. Así, el liberalismo crea problemas que luego pretende resolver, como la democracia liberal. Que también ella asimismo crea problemas de los que ella dice que nos quiere proteger. Quizás no está muy entrabado, pero entiendan que ha sido todo un...

No existe un régimen político perfecto y pretender el cielo en la tierra es un signo de los tiempos post cristianos y revolucionarios que lleva a las peores de las tiranías, las más represivas y las más asesinas. Y hay ejemplos floreados. La división de poderes es una filfa que pretende limitar el poder cuando la real limitación del poder no viene más que de su troceamiento en muchas sociedades intermedias y grupos intermedios.

Bueno, los términos había que apreciar un poquito más, pero yo creo que la idea se entiende. El triunfo de la democracia como régimen, como base de la política, es el triunfo del relativismo y por lo tanto del positivismo jurídico. Y el positivismo jurídico es el triunfo de la ley del más fuerte. Es un retroceso civilizatorio que se puede sostener en base al progreso técnico que permite alimentar a las masas y tenerlas entretenidas, pero que tarde o temprano va a estallar.