Una jornada que quedará para la historia

En libertad. Con Jano García.

Damas y caballeros, ¿qué tal? ¿Cómo están? Sean bienvenidos a esta noche del 3 de noviembre de 2025. Día histórico. Y no por una noticia positiva, sino todo lo contrario. Porque, por primera vez en la historia de la nación española, un fiscal general del estado está siendo juzgado. Esto, que supondría un escándalo mayúsculo, que en cualquier otro país dirán que ya no es fiscal, quieres decir el que fue fiscal. No, no. Sigue siendo el fiscal general del estado.

De hecho estaba sentado en el estrado, no se crean. Al lado del abogado del estado, ahí está el fiscal general del estado. Este no ha dimitido. Es más, no es que no haya dimitido, es que cuenta con el apoyo de todo el gobierno, de esa maquinaria propagandística, que ahora hablaremos de ella, y también, y esto hay que recordarlo, con un porcentaje no menor de la sociedad que considera a Álvaro García Ortiz una especie de héroe.

Cuando de lo que se le acusa es de cometer un delito, es decir, el que se supone que los tiene que perseguir cometiendo un delito, revelación de secretos. Bueno, pues esto está pasando hoy en España. Le preguntan al fiscal, oiga, ¿usted se considera culpable? Esto respondía. Señor García Ortiz, ¿ha oído los hechos punibles que son objeto del presente judicial? ¿Se considera autorresponsable de los delitos que se le imputan? No.

Solo faltaría que dijera que sí. El caso es que en el juicio hoy estaba también el fiscal de Madrid de delitos económicos, fiscal Salto, que ha dejado una frase que es muy interesante, porque claro, aquí de lo que se trata es de que el fiscal general del estado no sea condenado por revelación de secretos. Ya saben que borró, que es lo típico cuando uno no tiene miedo a sus conversaciones, borró todo su correo electrónico y también sus mensajes de whatsapp.

Lo típico que uno hace. Y muchos se preguntan, bueno, pero ¿quién filtró? ¿Quién fue el que filtró? Esa es la pregunta. Bueno, pues el fiscal Salto relata de esta forma la presión a la que fue sometido, que él no tenía ni idea, él era pues un caso más, hasta que de pronto lo llaman y le dicen, a ver, que queremos esta información. Parecía en principio un fraude fiscal que se iba a investigar, un fraude fiscal más que se iba a investigar.

Yo el 8 de marzo pregunto a qué viene este o este repentino interés de un asunto que en principio no nos sonaba que fuera de acción de cuenta y me dicen que es el que el implicado, el administrador de MouseWorks, el señor González Amador, pues mantiene, yo lo desconocía, evidentemente no hay ningún dato ni en el expediente tributario ni en la denuncia nuestra, que el señor González Amador mantiene una relación sentimental con la presidenta de la Comunidad de Madrid. ¿Cómo era, el novio de Ayuso? Y esto me entera, dicen, pero ¿por qué? ¿qué pasa? ¿Por qué tenéis tanto interés? Bueno, pues el interés era ese.

Olvidamos que tener a la fiscalía utilizando la información de un ciudadano particular, no hay que olvidarlo, aunque tampoco fuese un famoso, utilizarlo para pasar esa información y así hacer daño político a Isabel Díaz Ayuso, que se le ha resistido, no es el caso de Mazón, no hablaremos de eso, esto lo estamos viendo como algo normal. Es la demostración más evidente de vivir en un país que está completamente corrompido.

Si aquí ya la gente se olvide de no va a cambiar el gobierno y todo va a volver a lo mismo, no, no, no. Este régimen tiene que saltar por los aires. La prueba evidente de que esto es así es que el fiscal general del estado salía entre aplausos. Pues ahí lo tiene innovacionado el fiscal general del estado. ¿Qué diferencia esto de una tiranía? Es la pregunta que debemos hacernos. Si se utiliza la justicia, no para imparar.