

Description of Vacaciones con mamá. Capítulo 2
Mamá se ha convertido en una mujer diferente y desconocida para mí y creo que para ella misma: se muestra mucho más liberada, le gusta exhibirse, provocar, hacer cosas que nunca se atrevió.
_____________________________________________
Hola! Ayúdame uniéndote a Ivoox desde los siguientes enlaces:
*Premium Anual
https://www.ivoox.vip/premium?affiliate-code=c7cb5289b6e940372f0f816d1de4fe6e
*Premium Mensual
https://www.ivoox.vip/premium?affiliate-code=9af38537eef891dabb408d0e292f3c38
*Plus
https://www.ivoox.vip/plus?affiliate-code=208ff5ca551218eda9d25aad9113bc8c
This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.
Las Llamas del Pecado, tu programa de relatos eróticos más caliente en español.
Si te gusta el contenido, suscríbete. Y si te encanta, hazte fan desde el botón azul, apoyar y accede a todo el contenido extra. Ahora, disfruta del episodio.
Hoy presentamos, Vacaciones con mamá.
Capítulo 2 A la mañana siguiente cuando me despierto mamá no está a mi lado.
Busco a los pies de la cama, donde anoche dejó sus braguitas y tampoco están.
Me levanto y observo que está en la terraza tumbada en una de las hamacas vestida únicamente con su diminuto bikini amarillo. ¡Poder qué visión! Me voy acercando poco a poco, sin que ella se dé cuenta, porque permanece con los ojos cerrados y quiero aprovechar la ocasión para deleitarme con esa imagen que tanto me embriaga.
Disfruto de sus pechos que ahora, así tumbada, se cuelgan abriéndose ligeramente por los costados y me siguen pareciendo maravillosos junto a esos dos botoncitos que son sus pezones, ahora algo menos marcados, pero igual de insinuantes. Me fijo en su tripita que se ve más lisa estando así, boca arriba. Me dan ganas de meter la lengua en ese ombligo.
Más abajo, la braguita de su tanga cubre lo justo su entrepierna y se ve su monte de venus abultado y lo que deben ser los ensortijados pelitos de su sexo. Los muslos parecen interminables, anchos por arriba, formando una curva tan bien definida y hasta sus pies me parecen de un atractivo total, con cada uno de sus deditos. Hola cariño, me dice al darse cuenta que estoy a su lado, aunque no sé si sabe que llevo un buen rato observándola. Buenos días mamá, respondo disimulando. Ella dirige su mirada a mi entrepierna y después me sonríe.
¿Otra vez se ha dado cuenta de que estoy empalmado? ¿No se le escapa una? Veo que ya te has puesto el famoso bikini. Le digo.
Sí, y noto que te gusta, afirma con su risita señalando la tienda de campaña que forma el pantalón de mi pijama. Es que, perdona, yo, contesto contrariado. Que no, cariño, que no pasa nada. Ya sabes que para mí es todo un halago, porque será por mí, ¿no?, dice como quien no quiere la cosa con toda la chulería. Ya sabes que sí. Anda tú Nante. Es la verdad, ese bikini me tiene trastornado, aunque no seré el único. De eso quería hablarte, Víctor. No sé si me atreveré a bajar a la piscina con este mini bikini, es demasiado fuerte para mí.
Mamá, ¿te estás echando para atrás? No sé, anoche estaba muy decidida y algo borrachilla, pero ahora, puf, estoy muy cortada. De verdad que estás divina mamá, lo digo con idea de animarla, pero es lo que realmente pienso. Es que me miré antes en el espejo y lo veo tan pequeñito, solo cubre mis pezones. Mira lo que pasa si me giro un poco, añade y en ese momento ya hace un movimiento brusco hacia un costado y efectivamente uno de sus pezones se asoma juguetón por un costado. Yo tengo que tragar saliva ante ese impacto visual.
Además, si te fijas bien aquí abajo, es tan fina la tela que se me mete por la rajita. Apunta tirando levemente el pequeño trozo de tela que cubre su sexo confirmando lo que dice y mostrando esa rajita más pronunciada que parece una pequeña hucha en la que yo metería todos mis ahorros. Estoy tan impactado que no soy capaz de articular palabra. ¿No dices nada?, me interroga esperando mi opinión. En ese preciso instante se asoma nuestra vecina Sandra desde la terraza contigua. Hola vecinos. ¿Qué tal habéis dormido?, nos pregunta.
Bien. Contesta mamá algo cortada pues no se esperaba que la pillaran allí tomando el sol. Vaya, qué bikini Laura, comenta nuestra rubia vecina. ¿Te gusta?, dice mamá levantándose. Me encanta y estás impresionante. Gracias. ¿No lo ves algo pequeño? ¿Qué va? Te queda de maravilla, Laura. Mamá gira su vista hacia mí y yo afirmo lo que le vengo diciendo continuamente y que ahora, gracias a Sandra, parece convencerle más. Y aunque fuera pequeño, pues mejor. Que disfrute el personal, añade la otra. No sé, Sandra. Nada, ni te lo pienses.
Después del desayuno quedamos abajo. Tengo ganas de ver la cara de Tony cuando te vea, va a alucinar, por no hablar del resto de tíos, seguro que se les cae la baba. Ese cuerpo hay que lucirlo guapetona, ese último piropo de Sandra ha hecho enrojecer a mi madre, pero sé cuánto le ha gustado.




















Comments of Vacaciones con mamá. Capítulo 2