VAE - 280425 - Con José Martin

Aquí comienza Ventana a Europa, dirige José Martín, una visión de la Unión Europea y sus relaciones políticas comerciales internacionales.

En Estudio Radio presentamos Ventana a Europa, con José Martín.

Ventana a Europa, dirige y presenta José Antonio Martín.

Bienvenidos a una nueva edición de Ventana a Europa en la sintonía de Estudio Radio, un programa que mira al viejo continente y profundiza en sus relaciones con América.

Este lunes 28 de abril hablaremos del funeral y posterior entierro del Papa Francisco.

Su cuerpo descansa ya en Santa María la Mayor de Roma.

La tumba puede visitarse desde ayer.

También hablaremos de la nueva estrategia europea de investigación y tecnología que empieza a ser preparada.

La semana de la inmunización en la que nos encontramos nos enseñará la importancia de las vacunas.

Conoceremos un proyecto europeo para el control de fronteras sin puestos aduaneros basado en el reconocimiento facial.

Y terminaremos con la visita que el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, realiza estos días a Bulgaria.

¿Nos acompañan? Desde el sábado 26 de abril el Papa Francisco descansa en Santa María la Mayor, la primera y más importante iglesia romana dedicada a la Virgen.

Fundada, según la leyenda, en el lugar de una milagrosa nevada de verano ocurrida el 5 de agosto del año 358, fecha que la ciudad aún hoy celebra con cascadas de copos de nieve artificiales, y pétalos de rosa.

Los dos Bergoglio, el general de los jesuitas de Argentina y el primer pontífice llamado Francisco, el líder político y el papa del pueblo, están en el mismo ataúd y estuvieron en el mismo funeral.

Y en el viento, que también esta vez, aunque más suavemente, deja el evangelio colocado sobre el ligero féretro de madera, vibra el espíritu de Ignacio de Loyola y de Francisco de Asís, invocados casualmente uno después del otro en las letanías de los santos, se leía en la prensa italiana al día siguiente.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quedó agotado por las dos horas de liturgia en latín, con incursiones en todos los idiomas del cristianismo, francés, portugués, polaco, árabe, chino, alemán, y finalmente un poco de inglés.

El rey Felipe de España, con la reina Leticia, la única que tiene derecho a vestir de blanco delante del papa, esta vez toda de negro.

El príncipe Guillermo, solo, casi idéntico a su madre Diana.

Milei, que se ha recortado las patillas, junto a su poderosa y temida hermana Karina.

Delante, la mancha roja de los cardenales, la púrpura de los obispos, las vestiduras orientales de los patriarcas y archimandritas, que bendiciendo el féretro en griego, dieron vida al momento más solemne de la ceremonia.

Luego, hasta donde alcanzaba la vista, en la inmensa plaza en vía de la conciliación, a lo largo del recorrido dispuesto para acompañar a Bergoglio, en el cortejo fúnebre que él mismo eligió, el pueblo.

Un pueblo difícil de enumerar, destrozado por el verdadero símbolo de la Roma moderna, que no es la loba ni el águila, sino la barrera, inhibido por la prohibición de izar carteles y ondear banderas.

Pero un pueblo auténtico, unido por un dolor alegre, que no estaba allí para enterrar a un muerto, sino para saludar a un papa que permanecerá vivo en su memoria.

Ahora llega el momento de las especulaciones.

¿Quién será el nuevo papa? ¿El cardenal Reinhard Marx, de 71 años?