Valeria Suárez Radio Delta 25/04

Después vamos a analizar también. Saltaron a propósito de esto dos candidatos a legisladores porteños. Por un lado Horacio Rodríguez Larreta dice, no, esta es una competencia de la ciudad y te prometo, Wanda, que cuando seamos gobierno con Ema Ferrario vamos a hacer una ley para que esto se lleve adelante. Y lo mismo hacía, en modo campaña ambos, por supuesto, del otro lado, Yamil Santoro.

Ahora, mi planteo es, ché, ¿esto está bien? ¿Se puede hacer, porque adentro de comida, lo que marcaba Mel antes, está bien que en algunos lugares puedas entrar con el perro, por ejemplo, a una especie de Home Depot, ¿no?, una ferretería de esas gigantes, donde no hay comestibles, pero con comida, ¿se puede avalar la entrada de los perros? Vamos a hablar de esto con una bromatóloga, está en línea con nosotros, Valeria Suárez, ingeniera en alimentos. Valeria, ¿cómo estás acá, Maxi? Sal, te saludo.

Hola, Maxi, buenas tardes, ¿cómo estás? ¿Cómo estás, Mel? Muy bien, muy bien. Hola, buenas tardes, Valeria.

Bueno, ahí queremos tu opinión, el tema ya está planteado, ¿se puede entrar con perros en lugares donde hay comida? Bueno, bien lo decías vos, esta indicación, fundamentalmente y primero aclarar que, como bromatólogos y que tomamos parte de los municipios, muchas veces también nos toca trabajar en el área de zonas y el cuidado de los animales, pero tenemos que entender la normativa que aplica a los alimentos y la que aplica a los animales. En la República Argentina, el Código Alimentario Argentino es nuestra ley base, que nos atraviesa todo el país.

Esto no es una cuestión de leyes de una localidad o de otra, y el código es justificativo por los cuidados que requieren los alimentos, es donde se establecen las prohibiciones de permanencia de animales. Entendiendo, a ver, y ojo que, aclaro, porque por ejemplo, en mi municipio también me toca hacer la parte de zoonosis, entendiendo que el animal requiere de cuidados, pero que también el animal transmite muchas enfermedades, para los cuales, exactamente, no podemos exponer a las personas que transitan ahí de compra, ni a los alimentos que muchas personas van a ir a comprar.

Yo pensaba dos cosas con esto, Valeria. Primero, los pelitos del animal es inevitable. Yo tengo perro y en la ropa se te pega todo. Cuando vas a esos lugares, los pelitos vuelan. Primero, no puedes estar controlando cada cuánto lo bañan al perro, qué tanta es la limpieza, y a veces no quejamos de un pelo humano, imagínate de un pelo de perro. Eso por un lado. Por otra parte, carnet de vacunación. Imagínate el lío que sería tener que estar en la puerta de un supermercado controlando un carnet de vacunación del perrito, porque entendés que tiene que estar vacunado.

Todo imposible.

Bueno, Aymel y vos hacéis mención a dos cosas importantes.

Todo lo que es pelos y contaminantes de ese tipo, se consideran contaminantes físicos en los alimentos, que lo que todos queremos ir, cuando uno va a comprar a un lugar que sea un supermercado, un lugar que ofende comida, el objetivo es ir a consumir un alimento y que no nos enfermemos. Y esos pelos transportan muchas veces enfermedades. Y ni hablar cuando dijiste tener que estar en la puerta pidiéndole el carnet de sanitario. Vamos a compararnos y no hacerlo mal, ¿no? Pero eso refiere a un lugar de primer mundo donde la gestión y el cuidado y la tenencia responsable de los animales es otra.

Claro.

Donde no hay un animal en la vida pública suelto, donde el tenedor responsable lo tiene con todas las cosas incondiciones.

Con todas las vacunas.

Y hay otros dispositivos, hay chiteos de animales, hay otros dispositivos prácticos.

Yo creo que es entender que primero que nos hacemos como bromatólogo.

Yo formo parte de una red de bromatólogos municipales de la provincia de Córdoba, donde todo el tiempo estamos trabajando en cuidar la salud de la gente.

Lo que nosotros queremos es que la gente consuma y que no sea enferma. Y también entender a estas cuestiones que surgen a veces porque a veces son disparadores, pero hay que trabajar y primero modificar una normativa, pero antes un trabajo social muy importante.

Por ejemplo, los perros están obligados a en la ciudad de Buenos Aires a usar bozal.

Rara vez los ves.

No ves un perro.

Es obligatorio y me reclaman eso.

Digo, el bozal es obligatorio y nadie lo usa.

Vos salís a una plaza en Buenos Aires, en Córdoba y tenés la condición, como ustedes decían, del bozal y seguramente la correa y seguramente que se hace su necesidad de juntarla.

Ustedes saben la cantidad de enfermedades que se transmiten cuando el animal hace su deposición.

Bueno, todo eso concede un trabajo que no es imposible, pero hay un trabajo social y cultural muy grande previo.