Valle salvaje 260 #audesc

¿Por qué mentiste? Porque cuando doña Isabel comenzó a preguntar a todas las muchachas del servicio quien había ofrecido la merienda, comprendí que se trataba de un asunto grave.

Está claro que esta mujer tiene miedo a algo. ¿Con qué la amenazó? Ana ha contado la verdad. Así que espero que a partir de ahora sus sospechas y sandeces para conmigo se acaben.

Deberías estar a su lado. Mira que él está dispuesto a enfrentarse a algo muy difícil.

Incluso romper la relación con sus padres definitivamente.

Yo no quiero que Leonardo se enfrente a ellos.

No me siento capaz de reunir la fuerza suficiente para soportar las miradas de suficiencia, de reproche.

No tiene que enfrentarse a nada. No debe pasar ese trance.

Cualquier muchacha habría elegido a Francisco. Pero yo no soy cualquier muchacha.

Yo soy Josefa San Juan Yaneza y te elijo a ti, Martín.

Hazme el favor de mantenerte cerca de Leonardo. Y necesitará todo el apoyo posible para enfrentarse a sus padres.

Debemos decidir cómo se lo contamos a Francisco porque para mí es como un hermano.

Le tengo mucho precio y se va a llevar un chasco enorme.

No queremos que lo pase mal.

Déjame ver cómo se lo cuento.

Que tratemos de impresionarle a cada uno por su lado pues me parece un error.

Me pasa una chica lista, ¿o no lo es? Lo es, lo es, lo es.

Hemos de comportarnos como somos, como hemos sido siempre. Y que elija al que le parezca.

Le sorprende volver a verme en su casa y con razón, después de tanto tiempo.

¿A qué se debe tu visita de hoy? He venido a reunirme con un mercader con el que me une una buena amistad. Y que vive muy cerca de aquí.

Don Tomás parece tener amigos hasta debajo de las piedras.

Me aprecio de ellos.

Y comerciantes, en su mayor parte. Gente que nos puede ayudar de verdad.

Con un niño en camino estoy segura de que será más fácil que acepte el trato que le propusiste.

Cuento con ello, pero no es eso lo que estaba pensando.

¿En qué piensas? ¿Tú crees que ese niño que espera a Adriana es de Julio o de Rafael? A ojos de todos será de Julio.

Yendo y viniendo a caballo se me va mucho tiempo.

Estaba pensando que si no tiene inconveniente, claro, y entendería perfectamente que se negara porque tal vez sea una petición excesiva.

Haré todo lo que está en mi mano por contentarlo, don Tomás, pero no sé lo que me está pidiendo exactamente.

Tomás juntaba las manos nervioso mientras Luisa lo miraba seria.

Voy a dejarme unos días en su casa.

Ese niño será lo único que me quede de Julio.

Pienso en él todas las noches. Sueño con él.

Padre, está usted llorando.

Si me ves así es porque me ha dado por pensar.

Ese niño que tanta ilusión me hará abrazar es hijo de Julio.

Rafael observaba a su padre sin saber qué decir.

Este fruncía el ceño.

Ahora...

¿No has entendido la pregunta o no eres capaz de responderla? Observa a su padre inquieto.

Rafael, yo...

Padre, es... es un nieto.

¿Cómo? Por Dios, el hijo de Adriana es un nieto.

¿Me tomas el pelo? No, no, no, padre, no te he preguntado si es mi nieto.

Te he preguntado si es hijo de Julio.

Rafael, Julio era mi primogénito, mi heredero.

Espero que lo comprendas. ¿De quién es hijo esa criatura? Usted hace comprender que yo no puedo responder esa pregunta.

Claro.

¿Y quién puede hacerlo? ¿Adriana? Ella es su madre.

¿Eres el padre, Rafael? Es una pregunta sencilla.

Contéstamela al punto.

Empiezo a cansarme de tus titubeos.

Miran hacia la puerta cuando entra Victoria.

Perdón.

¿Interrumpo algo? No, no, no, por Dios.

De hecho, yo ya me marcho.

Rafael, que estén bien a solas.

Rafael se marcha apresurado y Victoria se extraña.

Pareces disgustado. ¿Lo habéis discutido? No.

Querido, si Rafael...

Rafael no va a ocupar nuestra conversación en este momento.

José Luis desvía la mirada mientras su esposa respira hondo y lo mira tensa.

Aparecen retratos al óleo de los personajes.

Rocío Suárez de Puga es Adriana.

José Manuel Seda, José Luis.

Marco Pernas, Rafael.

Sabela Arán, Victoria.

Maripaz Sayago, Isabel.

Miren Arrieta, Mercedes.

Iván Renedo, Pedrito.

Yulen Katsi, Leonardo.

María Redondo Matilde.