"Terminé El Vampiro en enero de 1910, logrando su edición en octubre. Con su producto partí para Managua a fines de ese mes." F. Turcios.
Novela romántica con tintes de horror, El Vampiro es una obra singular y distinta ya que, a pesar de que adolece de esa relación idealista de cualquiera de las facetas humanas como la política, la filosofía, la religión, el amor, la familia, las relaciones sociales... con la literatura, consigue que, como lectores, seamos capaces de identificarnos con muchos, si no todos, los planteamientos que los protagonistas de esta historia viven intensamente. Y es que, a pesar de que es una novela en la que Rogerio y Luz, los dos enamorados protagonistas, pasan la vida más en su mundo de ideales que en el mundo real, esta novela no nos muestra el espíritu trágico y autodestructivo que el prototipo de protagonsita romántico nos suele ofrecer. Rogerio es un hombre que crece y se desarrolla como un ideal de hombre del siglo XIX, repleto de orgullo y dignidad hacia su propia estirpe familiar, un fervoroso amante de las tradiciones que son su más alta inspiración en la vida, un profundo amor por las "ruinas" de su patria chica que es La Antigua, una compasión sincera por sus gentes más humildes, un respeto militante por la religión (que no por la Iglesia anclada en absurdas reglas y rituales empobrecedores, sino esa religiosidad cristiana que apela a la libertad del espíritu humano) Es una novela romántica que introduce una gran cantidad de elementos para reflexionar sobre nosotros mismos deleitándonos en ello.
El amor platónico, la muerte... los legados familiares como carga espiritual... y lo macabro, lo morboso, así como el más absoluto horror: El Vampiro.
Su lenguaje, como bien se explica en las diferentes biografías sobre el autor,es preciosista, pero no recargado, pues es muy certero en su forma de anclar las ideas y las formas en los personajes y situaciones. Para nada se hace una lectura farragosa o divagante. El Vampiro es, definitivamente, una joya de la literatura hispana.
Y ahora... ¡que comience la función!
Comentarios
muy buena locución. una voz muy suave. muchas gracias por vuestro trabajo.