

Description of La vieja y la nueva Siria
Desde que miles de personas se echasen a las calles de Siria en marzo de 2011 al calor de la Primavera Árabe, más de 500.000 personas han muerto —más de 160.000 son civiles—, y más de 130.000 han desaparecido, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Las cifras, como ocurre en tantos otros conflictos, seguramente sean mayores.
Durante todos estos años, el régimen de Asad ensambló un sistema de exterminio que comenzaba con arrestos arbitrarios a rebeldes o desertores, pero también a civiles de todo tipo. Cualquiera era susceptible de caer en las garras del Estado. Los detenidos eran torturados, no tanto para extraer información, sino para arrancar confesiones, muchas veces falsas para inculpar a personas o reconocer cualquier clase de delitos contra el régimen. Una vez conseguido el objetivo, eran trasladados a alguna prisión. Hosni Diab, uno de los protagonistas de este podcast, terminó en la que probablemente haya sido la más dura del régimen: Sednaya. Una cárcel que Amnistía Internacional definió en 2017 como un matadero humano.
En el podcast de este mes nos adentraremos en los confines de una dictadura tan hermética como letal para entender no solo su caída, sino también los caminos y peligros que se abren en la era pos-Asad. Lo hacemos con Leila Nachawati, escritora y activista hispano-siria por los Derechos Humanos; Okba Mohammad, periodista sirio y cofundador de la revista Baynana, y Agus Morales, director de 5W.
Un podcast de Javier Sánchez. El montaje musical es de ROAD AUDIO.
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Revista sin couve dobles pequeñas historias grandes explicaciones internacional allí donde estábamos en los calabozos nos llevaron arriba para meternos a todos en una celda pero antes de entrar nos juntaron en el pasillo los carceleros nos pidieron que nos tumbaremos boca abajo y que levantáramos los pies empezaron a torturarnos con un neumático verdura este es hosni día uno de los supervivientes de la infame prisión de zendaya situada en lo alto de una colina en las afueras de damasco esta cárcel en forma de aspa encarno los delirios de un régimen que declaró la guerra a su pueblo en el cuerpo de hosni diab habita el dolor de toda una gen operación que al fin puede gritar libertad aunque las secuelas de la dinastía assad al igual que en el maltrecho cuerpo de hosni amenazan con perdurar en el tiempo soy javier sánchez y en este podcast nos adentraremos en los confines de una dictadura tan hermética como letal para entender no solo su chai ida sino los caminos y peligros que se abren en la era post assad bienvenidos a las crónicas de larga distancia hosni día siga vivo se podría describir como un milagro el régimen de assad ensambló un sistema de exterminio con ser naya como piedra angular y última parada de un recorrido que comenzaba con arrestos arbitrarios a rebeldes o desertores pero también a civiles de todo tipo taxistas manifestantes periodistas activistas cualquiera era susceptible de caer en las garras del estado el proceso proseguía en alguno de los numerosos centros de detención que los servicios de inteligencia tenían repartidos por todo el país allí eran torturados no tanto para extraer información sino para arrancar confesiones muchas veces falsas para inculpar a personas o reconocer cualquier clase de delitos contra el régimen una vez conseguido el objetivo los detenidos serán trasladados a alguna prisión hosni día terminó en la que probablemente haya sido la más dura del régimen zendaya una cárcel que amnistía internacional definió en dos mil diecisiete como un matadero humano a sus cuarenta y cuatro años hosni enfermó de tuberculosis el pecho hundido y las costillas visiblemente marcadas apenas puede levantarse de la cama mucho menos caminar hace seis años el régimen de bachar al asad lo capturó por desertar del ejército fue interrogado y tortura dado y luego estuvo hacinado en una celda con otros enfermos en condiciones infrahumanas en la crónica las sombras ya tienen nombre de agus morales uno de los compañeros de hosni describe bien como eran torturaban a todos por igual no les importará que fueran hombres mujeres mayores o pequeños no era personas humanas sino máquinas sin sentimientos siempre recibíamos insultos y humillaciones llegamos al punto de desear la muerte para acabar con nuestro sufrimiento por no hablar de la comida para ciento treinta personas nos traían un recipiente donde a cada uno solo le correspondía una o dos cuc charadas de trigo molido cuando traían huevos en teoría tendría que haber uno para cada uno pero siempre había pocos así que dividíamos cada huevo en cuatro trozos nuestra ropa tenía pulgas la gente no se atrevía a ponerse nada el suelo estaba sucio y pedregoso en invierno íbamos con camiseta y concilios estaba prohibido taparse con una manta y a pesar del frío había dos grandes ventiladores en marcha que se apagaban cuando llegaba el verano había gente con enfermedades crónicas que moría por si el hacinamiento el frío el hambre las enfermedades o las torturas no fueran suficientes el régimen encontró nuevas formas de castigar a los reclusos por cada celda los guardas designaban a un responsable o arsa como lo llamaban en árabe arsa significa gilipollas hijos ni diab fue el asa de la suya en pocas palabras el arsa era la punta de lanza el blanco de todo dos los golpes cada vez que el bando rebelde conseguía una victoria en el terreno los carceleros se vengan contra el arsa torturándolo cada vez que llegaba la hora de comer los carceleros le propinaban palizas hasta desmayarse cada vez que los carceleros se lo pedían larsa tenía que elegir a dos prisiones