Viernes Santo - En Unión con tu Santo Ser Crístico

Con tus ojos cerrados suavemente, respira en forma rítmica, suave y profunda, sintiendo las grandes corrientes de energía, de amor y armonía que las grandes conciencias cósmicas están proyectando hacia nosotros en este glorioso Viernes Santo, en respuesta a cada llamada que hacemos a la Luz.

Y a medida que tu mente sea quieta y la serenidad y la paz inundan tu mundo de sentimiento, acepta que el Cristo es la emanación de amor de la Fuente Suprema, que el Cristo es el único Hijo del Dios Omnipotente.

Siente su armonía pulsante con los poderes de la Deidad, silenciosamente en cada corazón, esperando el llamado de la personalidad externa para aparecer y asumir el comando.

Con mucha humildad demandamos, Amada Presencia de Dios yo soy, amado Santo Ser Crístico en mi corazón, ven ahora y asume tu autoridad divina a través de mí.

Transforma esta conciencia humana mediante los poderosos Juegos Sagrados de Dios.

Experimenta la entrega de la personalidad externa, al mismo tiempo que la presencia crística como un gigante liberado emerge dentro de cada célula, átomo, electrón, en cada fibra de tu ser, disolviendo las ataduras de las creaciones humanas dentro de la pesada cubierta cabral y los vehículos internos.

Siente este Cristo poderoso revelado, viendo la luz pulsar en cada célula de tu ser.

Entra en profunda contemplación dentro de la naturaleza de Dios mismo dentro de ti.

Visualizamos en la atmósfera de la tierra la magnificente presencia del amado Lord Maitreya.

Vestido en blanco puro, su cabello brillante con la radiación de la Deidad y sus hermosos ojos violeta, llenos del calor y amor que son su naturaleza gloriosa.

Una paloma blanca-nieve está posada sobre su hombro.

Lo escoltan dos grandes ángeles vestidos en blanco puro.

Desde su ser fluye una poderosa radiación de un hermoso color dorado, matizada delicadamente con una radiación rosa suave que cubre al planeta entero.

Tu atención se vuelca ahora hacia el Cristo interno dentro de tu corazón.

Al mismo tiempo que unificas tu conciencia crística con la conciencia del amado Mika, el Ángel de la Unidad, y con el amado Señor Maitreya, y en esa unificación demandamos.

Amado Señor Maitreya, invocamos tu asistencia en esta hora cósmica, invocamos tu luz, invocamos tu amor y sabiduría.

En su respuesta, instantáneamente el Señor Maitreya desde su templo en el cinturón electrónico alrededor del sol descarga una poderosa emanación de luz dorada con una radiación rosa suave anclándose en el cielo.