Vive y transmite el evangelio 09-02-2025

el Evangelio. Vive y transmite
el Evangelio, reflexión
dominical del padre Jesús
Fernández Hernández, presidente
de los misioneros y misioneras
identes. Queridas hermanas y
hermanos, Pedro confía en Jesús
a pesar de no haber pescado
nada durante la noche. La vida
cambia y es gracia a la
confianza y a la fe en la
palabra de Cristo que obra el
milagro de la conversión de sus
corazones. La fe en Cristo
mueve montañas y la primera
montaña es la conversión de
Pedro y también de los futuros
discípulos de Cristo. Es la
llamada a sus futuros apóstoles
centrándose en la figura de
Pedro. La llamada de Jesús a
Pedro tiene dos líneas. A.
Remar mar adentro. B. Echar las
redes. Remar mar adentro es
salir de un espacio de
seguridad. Es la invitación que
nos hace Cristo a todos
nosotros. Por otro lado, echar
las redes a petición de Jesús
después de una noche fatigosa
y sin pesca da lugar a que
Pedro se fíe totalmente de
Jesús. Nos dice algo a cada
uno de nosotros. El asombro de
Pedro y sus compañeros al ver
tanta pesca donde no había le
sobreviene el asombro. Pedro
ante Cristo se siente un inútil,
un pecador. El signo de Jesús
les dejó sin palabra y les
siguieron. A Pedro le dice desde
ahora serás pescador de hombre.
La escena es cautivadora. No
ocurre en una sinagoga, sino en
medio de la naturaleza. En este
escenario humilde enseñaba Jesús
a la gente. Esta multitud viene
a Jesús para escuchar la palabra
de Dios. La gente no espera una
palabra cualquiera. La gente, las
personas esperan una palabra de
Dios. Probablemente muchos
desean de los predicadores, los
que dicen homilías o los que
decimos homilía, por lo tanto de
los sacerdotes católicos, esa
palabra humilde, sentida,
espiritual, pero realista,
extraída del Evangelio, meditada
en el corazón y pronunciada con
espíritu evangélico. Lucas
culmina con una escena
conmovedora. Simón, Pedro, se
reconoce creyente y pecador, como
todos nosotros. Para Pedro, las
palabras de Jesús tienen más fuerza
que su propia experiencia como
pescador. Apoyado en tu palabra,
dice Pedro, echaré las redes. Pedro
es un hombre tosco, pero sincero.
Jesús le quita el miedo a ser
discípulo suyo, así podrá
comprender mejor su mensaje. La
iglesia es santa porque está bajo
la inspiración del Espíritu Santo,
pero está formada por pecadores,
porque sus miembros hemos pecado
más de una vez seguramente. Todos
necesitamos conversión. No tenemos
que aprender del gran apóstol Pedro.
A veces, como dice Pablo, hacemos el
mal que no queremos. Si
experimentamos a Dios como a alguien
que nos ama infinitamente y nos
perdona siempre en el sacramento de
la reconciliación, no es difícil
pensar que este Dios es verdadero
Padre nuestro. Y esa es la oración que
Cristo nos enseñó por la gracia del
Espíritu Santo.