Vivian Maier: La Niñera que Escondió 100.000 Tesoros Fotográficos

Hola, bienvenidos a un nuevo episodio del podcast. En esta ocasión os traigo unos episodios más cortos para poner de manifiesto, para hablaros sobre fotógrafos, viajeros, personas que son interesantes y que tienen historias para contar. Así que voy a intercalar estos episodios más cortos entre las entrevistas a las que ya estáis habituados si seguís el podcast.

Hoy vamos a sumergirnos en una historia que parece realmente sacada de una película. La vida secreta de una mujer que cámara en mano captura la esencia urbana de ciudades como Nueva York y Chicago durante décadas sin que absolutamente nadie lo supiera. Preparados para conocer a Vivian Meyer, una niñera que se convierte en un icono de la fotografía. Vamos a empezar situándonos en Chicago en el año 2007.

Hay un historiador llamado John Malof que está buscando material para escribir un libro y decide ir a una subasta de objetos abandonados de estos trasteros que salen en las películas de Estados Unidos y encuentra una caja llena de negativos y carretes sin revelar. La compra por unos 380 dólares pero realmente no sabe absurdamente lo que hay dentro de esta caja hasta que empieza a estudiarlo y se da cuenta de que literalmente hay más de 100.000 negativos, algunas fotos impresas y se da cuenta, intuye que ahí tiene una especie de tesoro. Y aquí es donde empieza el misterio. ¿Quién es la dueña de este archivo monumental? Y Vivian Meyer no es una artista reconocida ni trabajaba para ninguna agencia. Era una niñera y durante 40 años trabajó cuidando niños en familias de clase alta en Nueva York y Chicago.

Mientras se ocupaba de los pequeños lo que hacía era recorrer las calles. Entiendo yo que en su recorrido diario yendo a trabajar siempre llevaba la cámara encima. Lo más curioso es que esta pasión que yo intuyo que tenía la mantiene siempre en secreto. No mostraba las fotos ni siquiera a las familias para las que trabajaba y hay una enorme cantidad de carretas que nunca fueron revelados.

Simplemente tomaba las fotos, guardaba los negativos en caja y eso se fue acumulando durante el tiempo hasta terminar en este trastero. ¿Cómo era Vivian Meyer? Pues podéis encontrar un documental Finding Vivian Meyer en las plataformas. Si lo buscáis en internet es fácil de encontrar. Varios testimonios la describen como una persona reservada, a veces excéntrica, independiente, con un humor peculiar e incluso se dice que tenía un acento que tenía como un poco francés. Aunque nació en Nueva York pasó parte de su infancia en Francia.

Siempre llevaba una cámara, hemos dicho. Utilizaba una Rolleiflex, una cámara de formato medio colgada en el cuello con ese visor superior que de alguna manera permitía fotografiar desde esa altura baja aquí en la cintura y de una forma bastante discreta. Creo que mucha gente al no poner la cámara delante del ojo pues probablemente ni se pensaban que Vivian Meyer les estaba haciendo una foto.

El resultado de todo este trabajo, de todos estos años de dedicación es una colección asombrosa de fotografía callejera, imágenes directas, claras, retratando la vida cotidiana, los trabajadores, los niños, ancianos, los marginados. Incluso hizo vídeo. Así que era una mujer como adelantada a su tiempo. Una creadora de contenido aunque no compartió casi nada. Yo creo que tenía una mirada increíble para observar detalles, para capturar sobre todo la conducción humana en su día a día. Y también vamos a descubrir curiosidades como sus autorretratos.

Se fotografiaba a ella misma constantemente. Buscaba a veces un reflejo en un escaparate, en espejos, en charcos, como si de alguna manera se quisiera incluir como espectadora discreta de su propia vida y de su mundo. Hay otras piezas también del rompecabezas de Vivian Meyer porque se cree que tuvo alguna influencia temprana de la fotógrafa surrealista Jeanne Bertrand con quien su madre convivió un tiempo en Francia. Así que por ese punto pudo venir ese anhelo por la fotografía pero tampoco se sabe con exactitud. La historia de Vivian Meyer es fascinante.