
Voces del Misterio: El misterio de la muerte, Javier Arries

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"Voces del Misterio", Javier Arries, especialista en muchos y diversos temas de misterio, nos habla del MISTERIO DE LA MUERTE y otras cosas de la Vida.
La muerte es vivida como una experiencia cercana, y la pérdida de seres queridos promueve la posibilidad de pensar en la muerte propia como un hecho real. La muerte del otro revela, a modo de espejo, la propia condición de mortales, y acerca a la experiencia de vulnerabilidad.
Voces del Misterio: El misterio de la muerte, Javier Arries.
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Yo lo voy a centrar en el buen y mal morir, y en el buen y mal vivir, que, evidentemente, van de la mano.
Y por eso esa relación entre elfos y vampiros, que vamos a ir viendo.
No me rollo más, que pierdo el tiempo.
Avísame, Sara, por Dios, a los cinco minutos, que como me líe.
Vale, algunas reflexiones, iniciando para iniciar el tema.
Y es evidente que el paso hacia el otro lado, la muerte, es una certeza que nos iguala a todos, al menos de manera fisiológica.
Pues sí, todos nos morimos de la misma manera, no del mismo modo, no por la misma causa, pero, evidentemente, ese paso está ahí.
Luego, se dice siempre, nos hace iguales, en realidad no.
En realidad, incluso después del muerto, se ve cuál es nuestro estatus social, desde el paleolítico, cuando empiezan a aparecer las diferentes, sobre todo con la urbanización, las diferentes clases, jerarquías, evidentemente los que tienen a los más pudientes, tienen tumbas más ricas, etc.
Y también, desde el punto de vista del pensamiento mágico, religioso, como queramos llamarlo, pues, evidentemente, el destino de unos y de otros no es el mismo.
Frases que conoceréis asociadas al tema de la muerte, es que la vida es sueño, de Calderón, o Horacio, sitempus fugit carpe diem, que se ha puesto tan de moda.
Fijaros en esa calavera, que a mí me gusta mucho, porque se suele representar a los eruditos del pasado, no solamente a los santos, sino a cualquiera que era un escritor, o un autor, o un artista, etc., con una calavera que estaba en su despacho.
Yo tengo la mía, de yeso, evidentemente, con un solo diente, y el último Ducados que dejé de fumar, se lo puse ahí entre los dientes para verlo continuamente, y no convertirme en un fanático antifumador, que eso tampoco es, ¿no?, y ahí está.
Y, bueno, pues voy a pasar al tema, fijaros.
Si vamos a hablar de lo que ocurre cuando damos ese salto, ese paso, siempre voy a hablar desde un punto de vista etnográfico o antropológico, a lo mejor doy alguna pincelada desde el punto de vista de algún esoterista, pero poco.
Es evidente que en todas las culturas, en muchas de ellas, al menos en todas las que yo he reconocido, nuestra tierra es la Tierra Media.
De ahí, mira, elfos, enanos y demás, somos la Tierra Media.
¿Por qué? Porque en todas las culturas, nosotros somos como ese plano intermedio, y luego tenemos un plano superior y un plano inferior, que sería lo que es el inframundo y los mundos celestiales.
En el caso, por ejemplo, del budismo o del hinduismo, tenemos el Triloka, los tres mundos, por decirlo así, no planos.
A mí el plano no me gusta porque es un concepto matemático que luego me dieron los teósofos y no me gusta, son mundos, realmente.
En el budismo, pues lo mismo, tenemos ahí una serie de reinos por encima y por debajo, pero el caso es que nosotros estamos en medio, y esto prácticamente es universal.
Yo voy a hablar mucho, no sé si estoy usando realmente el micrófono, yo creo que lo voy a dejar aquí porque me oí bien, ¿no? Pues ya está, así que, ahí.
Fijaros, la mitología nórdica, y es lo que os decía, somos la Tierra Media, pero literalmente, para los nórdicos, porque a nuestro mundo lo llamaban Midgard, Tierra del Medio, la Tierra Media.
También se le llama el Mannaheim, la casa de los hombres, la casa de la humanidad.
Y por encima y por debajo, y además de manera simétrica, fijaros que tenemos unos planos por encima, el más próximo a nosotros, lo que sería la atmósfera, la parte más brillante donde el sol ilumina completamente, es el Alfheim, la casa de los elfos.
Por debajo de nosotros, en realidad un poco al lado, hacia el norte, pero metiéndonos hacia abajo, está el Jötunheim, el hogar de los gigantes, que se nos parecen en cierta medida, el Svartalfheim, que es lo que llamaríamos la casa de los elfos oscuros, Svartes es oscuro, el Niflheim, el mundo de la niebla, el Helheim, el mundo de la diosa Hel, y todos estos planos están habitados.
Los seres humanos van hacia un lado o hacia otro, dependiendo de lo que hayan hecho en vida.
Esta es una representación que he hecho, y fijaros que no me gusta representarlo como planos, sino como mundos, porque esa es la idea original que en todas las culturas tienen, de esas otras realidades, que son mundos aparte, y en este caso hay una cosa que es el Axis Mundi, en este caso representado por un árbol, el Yggdrasil, en la mitología nórdica, Robles en el mundo celta, etc., siempre hay un pilar a partir del cual esos mundos se van disponiendo y son los frutos de ese árbol, esos mundos que están por ahí esparcidos.
De modo que tenemos ahí una visión de lo que vamos a hablar cuando unos van para un lado, otros van para otro.
Aquí habéis oído hablar a algunos ponentes del tema de la cruz, y evidentemente ese Axis Mundi lo que hace es referirnos al mundo de arriba,