Voces del Misterio: Mundo inexplicable, con Javier Sierra

Experiencias paranormales, enigmas históricos, conspiraciones, leyendas urbanas, el mito de los ovnis y muchos otros misterios que perduran con el paso del tiempo forman parte de las voces del misterio.

¿Crees que estás solo? Siempre hay alguien al otro lado.

Voces del misterio.

Esta noche trazaremos una ruta singular por los grandes enigmas de la ciencia y de la historia de la mano de Javier Sierra.

Decía Einstein que la experiencia más maravillosa que podemos tener en esta vida es el misterio, que es la fuente de todo arte y ciencia verdaderos.

Y tiene razón, el misterio es lo que nos hace avanzar como civilización, lo que nos obliga a formularnos preguntas que nos hacen construir un futuro mejor.

Y esta noche es una noche de cuestiones, de interrogantes.

Interrogantes tales como, ¿existe vida más allá de la muerte? ¿Cuáles son las pruebas que nos permiten suponer eso? Y aún más, ¿existe vida antes de la vida? ¿Hay gente capaz de saltar en el tiempo y adelantarse al futuro? ¿Hay vida ahí fuera? De todo ello vamos a hablar esta noche, pero permítame que empecemos con un interrogante que marca el principio de todo buen enigma.

¿De dónde venimos? ¿Dónde estábamos antes de nacer? Si ustedes fueran budistas, probablemente ya tendrían la respuesta.

Hay millones de personas en todo el mundo que creen que antes de nacer habían vivido ya en otros lugares.

Uno de ellos fue el Lama Yeshe.

En 1984, a punto de fallecer en Los Ángeles, anunció que se reencarnaría en un occidental.

Y en 1985, en los primeros meses, nacía en las Alpujarras Granadinas un niño llamado Osel, que pareció ser la reencarnación de ese Lama.

Osel es un Tulku, un Lama reencarnado, y su historia es de película.

Esta es la historia del niño granadino Oselita Torres, reconocido actualmente como la reencarnación del maestro tibetano Lama Thubten Yeshe.

El Lama Yeshe falleció en Los Ángeles, California, el 3 de marzo de 1984, a la edad de 49 años.

Este es un caso en el que coinciden una serie de circunstancias fuera de lo común, que pueden mover a la reflexión incluso a las personas no creyentes.

El Lama Thubten Yeshe estaba enfermo. Tenía tres válvulas del corazón defectuosas, y nadie se explicaba cómo podía seguir vivo.

¿Podría acabar como delegado del Dalai Lama su misión en Occidente? Quizá la respuesta estaba en las misteriosas palabras que dirigió a los padres de Osel, mediante las cuales les anunciaba que después de morir, no les olvidaría.

En el futuro, les dijo, vendré aquí a hacer un retiro de muchos años.

Dos meses después de la muerte del Lama Yeshe, María quedó embarazada de Osel.

Paralelamente, el Lama Thopa, colaborador de Yeshe, anunciaba a todos que su difunto maestro se le había aparecido en sueños para comunicarle su reencarnación.

Durante su embarazo, María tuvo también un sueño, en el que se veía bendecida y purificada por el Lama Yeshe, de forma milagrosa.

Osel Ita Torres nació el 12 de febrero de 1985, once meses después de la muerte de Yeshe.

Lino al mundo con los ojos abiertos y sin causarle dolor algún a su madre.

Osel nació en febrero del año 85, y en septiembre de ese mismo año, Lama Thopa vino a visitarnos al centro.

Entonces, en aquel entonces, Osel tenía siete meses.

Entonces, Osel se puso a gatear, y en este momento iba gateando hacia Lama Thopa, y en este momento Lama Thopa reconoció el mismo niño del sueño que él había tenido.

Él, unos meses atrás, cuando ya tenía la certeza de que el Lama Yeshe se había reencarnado y había nacido, pues hizo un retiro especialmente para pedirle indicios de cómo localizarle, dónde encontrarle, darle alguna pista de dónde estaba.

Y al final de este retiro tuvo una visión de un niño en un espacio gateado.