Voces del Misterio RETRO: EL MISTERIO DE LAS CARAS DE BÉLMEZ, con Fernando Jiménez del Oso

Bienvenidos a la otra realidad hace unas cuantas semanas a propósito de las cofradías damos el fenómeno de las caras de vélez una tele plastia que desde hace unos veintisiete años vienen apareciendo en el cemento del suelo de una modesta casa en un pueblo de jaén es un fenómeno absurdo incomprensible disparatado y pongan cuantos adjetivos quieran pero lo cierto es que a lo largo de estos veintisiete años no hay ni una sola evidencia de fraude todo lo que muy probablemente nos encontramos frente a un lado los fenómenos paranormales más importantes del mundo como siempre introducir el tema a través de un reportaje cuya primera parte veremos enseguida y después les presentaría nuestros invitados de hoy hasta ahora a pocos kilómetros de jaén enclavada en un paraje agreste camino de ningún sitio aparece la pequeña población de bel de la moralina las ramas o mágica como alguien le denominó en tiempos pasados tal vez a sabiendas de los misterios que en ella se ocultan muestra la crudeza de unos ricos desnudos por el frío invernal coronando el pueblo un viejo castillo que en tiempos pasados fue orgulloso bastión en la lucha contra racing desde hace tres décadas el censo ha permanecido casi inamovible manteniéndose en poco más de dos mil quinientos habitantes gentes dedicadas en su mayoría al cuidado de los extensos campos de olivo que recorren la provincia de un extremo a otro las paredes en caldas van alternando se ya las de ladrillo visto y con los escapara desde modernos comercios van quedando atrás en aquellos tiempos en que este rincón de la geografía andaluza quedaba aislado por la nieve durante el invierno y el mal estado de la carretera lo hacía casi inaccesible en el verano en suma un pueblo español más hasta que el misterio sin previo aviso decidió erigir su particular monumento a lo imposible en un humilde hogar de esta localidad serrano a partir de entonces nada ha vuelto a ser igual el veintitrés de agosto de mil novecientos setenta y uno fue la fecha señalada por el destino para que lo extraordinario viniese turbar la monótona la vida de vélez como cada año en esos días celebraba en las fiestas patronales en honor del santo señor de la vida y calles iglesia tenían más trajín que de costumbre a pocos metros del templo en el número cinco de la calle rodríguez acosta una mujer permanecía ajena a lo que estaba sucediendo en el exterior por pero unas decenas de metros más lejos el misterio caminaba por la solitaria calle rodríguez a costa busca de una casa con en aquellos momentos solitaria que sin pretenderlo se iba a convertir en un puente entre estén y el otro no el alborozo del pueblo era sólo un murmullo lejano que contrastaba con el ambiente pesimista que reinaba en la casa maría gómez cámara la dueña del inmueble aguardaba en silencio la llegada de su marido pereira desde hacía unos días se encontraba mostrada en el sofá del salón cocina enferma de tifus el viejo fogón de leña permanecía encendido mientras silla con evidente removía los pimientos en la sartén poco después al retirar las cenizas de la lumbre vio algo que le llamó la atención primero con desconcierto y luego con progresivo terror fue limpiando la suciedad no se había equivocado allí en el fondo del fogón sobre la superficie de cemento aparecían unos ojos como un fantasma petrificado la miraban con descaro sus gritos alertaron a los vecinos que sabiendo la enferma acudieron rápidamente socorrer en el interior de la pequeña cocina maría realizada lo podía apartar su vista del fútbol tras retirar los restos orgánicos y ceniza de las superficies lucir un rostro de rasgos similares a las pinturas bizantino pareció con toda nitidez