Voces del reencuentro

El reencuentro del Día de la Madre por Vicente Martín López.

En este Día de la Madre, Reencuentro nos recuerda algo importante a veces, lo más valioso que podemos ofrecer a nuestras madres, es simplemente nuestra voz. Aunque los años pasen y la distancia crezca, un simple gesto como una llamada telefónica puede llenar su corazón de alegría. En este Día de la Madre, Reencuentro nos invita a mirar más allá de los regalos materiales y a reflexionar sobre lo que realmente importa, la presencia, el cariño y sobre todo la voz.

Adela y José, dos de sus entrañables personajes, viven su día a día en una residencia de mayores, rodeados de recuerdos y esperando, muchas veces en silencio. Una señal de los suyos, en su historia como en tantas reales, el tiempo y la distancia han tejido una red de ausencias, pero Reencuentro nos recuerda que incluso en esas circunstancias hay algo que nunca pierde su poder, la simple llamada.

Hay un momento especialmente conmovedor en la historia de Adela, madre y abuela, ya enferma tras días esperando la visita de su nieta, Ana, que abrumada por sus propios problemas, deja pasar el tiempo sin llamarla. Esa ausencia pesa más que cualquier enfermedad, porque a veces el silencio duele más que el paso de los años. La tristeza de Adela no nace de la soledad, sino del olvido, un olvido involuntario, sí, pero que deja huella.

Reencuentro nos muestra que, aunque estemos pasando por momentos difíciles, debemos recordar que nuestros mayores, nuestras madres y abuelas, también luchan sus propias batallas y que el consuelo de una voz querida puede ser a veces su mejor medicina. Hoy si no puedes abrazar a tu madre o a esta persona especial, si no puedes visitarla, llamo, háblale, hazle saber que estás, porque a veces lo más valioso que podemos ofrecer es tan sencillo y tan profundo como eso, nuestra voz.

Y para quienes ya no pueden hacer esa llamada, para quienes este día llega un poco de nostalgia y ausencia, reencuentro y también guardo el espacio, que el recuerdo de una madre siga vivo en cada palabra, en cada gesto, en cada canción, que nos la trae de vuelta, porque mientras exista el amor, ella nunca se va del todo.

Dedicado por la persona más extraordinaria del mundo, para ti, mamá.