iVoox
iVoox Podcast & radio
Download app for free
Volver a los pueblos | Píldoras marcianas 01

Volver a los pueblos | Píldoras marcianas 01

10/8/2025 · 08:03
0
795
0
795

Description of Volver a los pueblos | Píldoras marcianas 01

En este episodio de Píldoras marcianas exploramos nuestra GRAN REVOLUCIÓN: VOLVER A LOS PUEBLOS.
Una invitación a mirar con calma, a reconectar con lo cotidiano y con aquello que, sin hacer ruido, deja huella.
Esta píldora habla de los pueblos: de la memoria que guardan las fachadas, del sonido de una plaza al atardecer, de las vidas que siguen latiendo entre calles vacías.
Una mirada íntima a lo que significa regresar al origen, aunque ya no seamos los mismos.

Si te acompaña lo que escuchas, puedes dejar un comentario, un corazón o seguir el canal.
Así sabré que sigues ahí, al otro lado, escuchando lo que se mueve por aquí.

🎧 Más episodios en: Píldoras marcianas y cortes de Buenas noches.
🌙 Un podcast de Gemma, el alter ego de escritoraviajera

La melodía que nos acompaña es de la artista J. Rochester. Puedes encontrarla en las redes sociales: https://www.facebook.com/jotarochester, https://www.instagram.com/j.rochester/ y https://open.spotify.com/album/2EMqk5vVMw7LYvpsPObqRM?si=Aib37_s7SSGVlPguFmOp6w.

El resto de las melodías empleadas están libres de derechos de autor o cumplen con la normativa aplicada a los iVoox Originals.

La ilustración de nuestro perfil es obra de la ilustradora @galletasconagua. Puedes ver su trabajo en Instagram y en su web: https://www.instagram.com/galletasconagua/ y https://galletasconagua.com/.

Puedes encontrarme en https://www.escritoraviajera.com/, https://www.instagram.com/escritoraviajera/, https://www.facebook.com/escritoraviajera y https://www.linkedin.com/in/gemmateodorobaldo/

Read the Volver a los pueblos | Píldoras marcianas 01 podcast

This content is generated from the locution of the audio so it may contain errors.

Marte puede esperar.

¡A partir de este mismo miércoles! Y siempre decimos que Marte puede esperar porque antes queremos que te unas a nosotros con nuestra vuelta a los pueblos.

Una pequeña revolución con la que queremos volver a mirar más de cerca lo que somos y lo que conservamos de quienes se quedaron antes por aquí.

Para ir formando pequeñas cápsulas marcianas con las que retener en el tiempo estas crónicas en las que quiero compartir contigo pensamientos relacionados con nuestra manera de movernos por el mundo y con nuestro patrimonio.

Y al hilo de todo esto, desde hace un tiempo ando pensando en la idea de que viajar no siempre significa volar.

Volver a un pueblo es mucho más que regresar a un lugar en el mapa.

Es volver a la memoria.

Es volver a los olores de la cocina de la abuela, al sonido de las campanas de la iglesia que marcan cada hora, al gesto del vecino que siempre sabe de ti aunque no te haya visto en años.

Yo al menos cuando vuelvo a los míos siento que el tiempo se dobla, que el presente se mezcla con el pasado en cada esquina.

La plaza por la que jugaba de niña, las calles que vi vaciarse de comercios pero que siguen siendo punto de encuentro, la carretera secundaria que parece llevarme a ninguna parte pero de pronto me regala un horizonte distinto.

Y en esos regresos hay algo universal.

No importa si tu pueblo es de Castilla, de Levante o de cualquier otra parte.

Siempre hay una fuente, siempre hay una fiesta local, un banco en la plaza donde sentarte a observar el mundo pasar.

Son pequeños rituales que nos anclan, que nos recuerdan que no todo necesita estar en las redes sociales para existir.

Quizá por eso los pueblos están volviendo a ser refugio, al menos para mucha gente de mi generación.

Frente a un turismo de masas que arrasa ciudades enteras, los pueblos se muestran como espacios donde todavía se puede hablar de una sostenibilidad real.

Donde todavía se celebran fiestas que no necesitan grandes carteles publicitarios para reunir a la gente.

Donde todavía puedes comprar pan o fruta a lo que debes saber.

Pero también hay contradicciones.

Muchos pueblos se vacían, lo vemos cada día.

Se quedan sin jóvenes, sin escuelas, sin trenes que paren, sin coches que pasen.

Y ahí está la gran pregunta, ¿qué hacemos nosotros con todo eso? ¿Lo dejamos caer o lo convertimos en el futuro que necesitamos? A mí volver al pueblo me recuerda que hay otra manera de viajar, que no pasa por subirme al primer avión low cost ni por acumular destinos exóticos.

Una que empieza muchas veces a menos de una hora de casa.

Quizá volver a los pueblos no sea solo un viaje en el espacio, sino también en el tiempo.

Un recordatorio de que en lo pequeño, en lo cercano y en lo cotidiano sigue latiendo una parte esencial de lo que somos.

Porque mientras las ciudades cambian a un ritmo frenético, los pueblos guardan la calma que necesitamos para mirarnos por dentro.

Y tal vez esté ahí la verdadera respuesta, no en correr hacia lugares lejanos, sino en aprender a regresar a donde todo empezó.

Porque hay una paradoja que solemos pasar por alto.

Y es que aquello que más se mantiene en el tiempo no son las últimas innovaciones, sino lo que se ha transmitido de generación en generación durante siglos.

Un baile, como nos contaban en Munkofa una crónica terrícola, una receta, una manera de celebrar una fiesta.

Estas experiencias sobreviven porque están ancladas en la memoria colectiva y porque hay una comunidad que se identifica con ellas.

Frente a las modas efímeras, lo tradicional tiene una resistencia casi natural.

Cambia lentamente, se adapta, pero no desaparece.

Comments of Volver a los pueblos | Píldoras marcianas 01

This program does not accept anonymous comments. Sign up to comment!
We recommend you
Go to Art and literature