

Description of La Voz Imaginada - Ángela Serna
Seguimos disfrutando de la poesía con Mª Antonia Ricas. En esta ocasión nos descubre los versos de Ángela Serna. Disfruten de media hora de radio dedicada a huir de las prisas que caracterizan a nuestro devenir diario y déjense llevar por la voz de Mª Antonia.
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Ahora, en Voces Amigas, la poesía se convierte en voz.
La Voz Imaginada, con María Antonia Ricas.
Bueno, me gusta también tener este ratito dedicado a la poesía, porque en el programa Como Ven también comentamos las noticias de actualidad y esto es como una manera de evadirse de las cosas que nos gustan un poquito menos.
Y eso es posible gracias a María Antonia Ricas, que tiene el detalle de visitarnos.
María Antonia, buenos días.
Es como cambiar de paso.
Sí, hay que estar informados y saber lo que es lo que pasa.
Pero ahora caminamos de otra manera.
Sí, a otro ritmo.
Oye, la verdad es que cuando venía hacía un frío, puede que nieve.
Mi amiga María dice que nació el 12 de abril.
Que le cuenta a su madre que nevó en abril.
Que nevó cuando nació.
Hay una señora que contó hace unos días también que si recordábamos una nevada que había ocurrido en mayo.
O sea que fíjate tú.
Sí, sí, que puede ser.
Mira, con tal de que no aparezca otra filomena.
Yo estaba agobiadísima.
Yo soy de las tuyas.
Odio la nieve.
Qué horror.
Que nieve un poquito pues.
Hasta que Toledo volvió a su ser.
La cantidad de días después.
Yo tuve montones en la plaza, enfrente de mi balcón.
Para que mejoren el casco histórico.
Un mes entero.
Claro, sí, sí, sí.
Fue tremendo, de verdad.
Y limpiar las terrazas de mi casa.
Nos pusimos desesperados a limpiar las terrazas.
Porque decíamos, se hunden.
Se hunden.
Es que no estamos preparados.
Te iba a decir que además nos pilló a todos.
Porque claro, nos dejaron manevar.
Pero no imaginamos.
Yo creo que todos se sorprendieron incluso.
Tenía seguido de día y de noche.
Los propios meteorólogos.
Y claro, no sabíamos cómo actuar.
Es que no teníamos ni palas para retirar la nieve.
No estábamos preparados.
Yo tenía unas botas catiucas, pero de estas de atrezo.
Claro, tú también.
Y lo que dices tú de la terraza.
Claro, la sensación de, pero ¿qué hay que hacer? ¿Hay que subir a la terraza a quitar la nieve? Porque a ver si esto va a ser peligroso.
¿Y qué hacemos con la nieve? O sea, pues nosotros la tirábamos.
Dos terrazas que hay en mi casa.
O sea, azoteas.
Y claro, como no pasaba nadie por la calle, pues a la calle.
Y luego todo eso se lo...
Y era peligro de muerte ir por la calle porque había unos chupones que caían.
Claro.
En fin.
Peligrosísimo.
Peligrosísimo, sí, sí.
Pero bueno.
Y me acuerdo yo haciendo entrevistas aquí también para explicar a la gente lo que tenían que hacer para que no se congelase.
Porque acuérdate que luego hizo...
Sí, sí, sí.
Llegamos a alcanzar trece.
Trece bajo cero.
Recuerdo marcando el coche un día viniendo a trabajar.
Claro, que no se congelase el agua, las tuberías.
¿Saben lo que hacíamos en mi casa? Como tenemos la casa que es de pisos familiares, ¿no? Pues mis primas y yo poníamos un cojincito.
Un cojincito a la llave de paso.
Claro, para que no estuviese calentita.
El armadito de la rueda que no se congelara.
Claro, esto nos oyen en la mayoría de los países de Europa.
Vamos a ver, nos oyen en Noruega y se ríen.
Pero nosotros es que no estamos preparados.
Nada, nada.
Bueno, pues vamos a la poesía.
Hoy he traído Ángela Serna.
Hay que decir que, mira, a todos los poetas nos gusta la poesía.
Pero claro, como nuestra vanidad es bastante evidente, a unos más y otros menos.
Otros lo saben disimular mejor, ¿sabes? Pero hay algunos que sin empacho, ¿eh? O sea, sí, sí.
Bueno, pues Ángela Serna, además supongo gustarle lo que le escribe, no he visto una persona más apasionada con la poesía per se.
O sea, con la poesía de otras personas.
Entusiasta, pero desde hace muchos años.
Y la verdad es que eso es muy gratificante.
Es una persona que ama la poesía.
No solo la suya, sino la de los demás.
Efectivamente.
O sea, que no siempre se da, ¿eh? Sí.
Que no siempre se da.
Que solemos ser muy quisquillosos y picajosos.
Que muy bien para lo nuestro, ¿no? Con lo que escriben los demás.
Pero muy crítico hacia los demás.
Exactamente.
Bueno, pues Ángela Serna es así.
Tiene desde hace años un programa cultural, o sea, un ciclo cultural en Vitoria, que no habrá ciudad más bonita.
Sí, propiedad del País Vasco.
Sí, más bonita.
Ahora hablamos de su biografía.
Preciosa.
Tiene un programa cultural en la biblioteca, o cuando digo programa, un ciclo cultural de lecturas de poesía en la Universidad Ignacio Aldecoa, que está en medio de un jardín.
Y que, bueno, yo he ido, tengo la suerte de que me llamó hace unos años.