Youcat 2012-11-14 (68-70) ¿Y qué tenemos que ver con el pecado original de Adán y Eva?¿Cómo nos saca Dios del mal?
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nº 68: El hombre caído
¿Pecado original? ¿Y qué tenemos que ver nosotros con el pecado original de Adán y Eva?
El pecado en sentido propio es una culpa de la que hay que responder personalmente. El término «pecado original» no se refiere por tanto a un pecado personal, sino al estado caído de la humanidad en el que nace cada individuo antes de pecar por decisión propia. [388-389,402-404]
Por pecado original, dice Benedicto XVI, tenemos que entender que «todos llevamos dentro de nosotros una gota del veneno de ese modo de pensar reflejado en las imágenes del libro del? GÉNESIS. Esta gota de veneno la llamamos pecado original. [ ... ] El hombre no se fía de Dios. Tentado por las palabras de la serpiente, abriga la sospecha de que Dios [ ... ] es un competidor que limita nuestra libertad, y que sólo seremos plenamente seres humanos cuando lo dejemos de lado; es decir, que sólo de este modo podemos realizar plenamente nuestra libertad. [ ... ] El hombre no quiere recibir de Dios su existencia y la plenitud de su vida. [ ... ] Al hacer esto, se fía de la mentira más que de la verdad, y así se hunde con su vida en el vacío, en la muerte» (Benedicto XVI, 8.12.2005).
nº 69: El hombre caído
¿ Estamos obligados a pecar por el pecado original?
No. Pero el hombre está profundamente herido por el pecado original y tiende a pecar. Sin embargo, con la ayuda de Dios, es capaz de hacer el bien. [405]
No deberíamos pecar en ningún caso. Pero, de hecho, pecamos una y otra vez, porque somos débiles, ignorantes y caemos en la tentación. Por lo demás, un pecado a la fuerza no sería tal pecado, porque el pecado implica siempre la decisión libre.
nº 70: El hombre caído
¿Cómo nos saca Dios del remolino del mal?
Dios no se limita a contemplar cómo el hombre se destruye cada vez más a sí mismo y a la creación a través de la reacción en cadena del pecado. Nos envía a Jesucristo, el Salvador y Redentor, que nos arranca del poder del pecado. [410-412,420-421]
«Nadie me puede ayudar»: esta formulación de la experiencia humana ya no es válida. Llegue a donde llegue el hombre a través de sus pecados, hasta allí ha enviado Dios Padre a su Hijo. La consecuencia del pecado es la muerte (cf. Rom 6,23). La consecuencia del pecado es sin embargo también la maravillosa solidaridad de Dios, que nos envía a Jesús como amigo y salvador. Por eso al pecado original se le llama también felix culpa: «Oh feliz culpa que mereció tal redentor» (liturgia de la Vigilia Pascual).