La enfermera complaciente

Se abre la puerta y entra un tipo de aspecto extraña este legado bajito llega un pelo rubio cortado en flequillo los granos en su rostro se me acerca del mostrador y me dice buenas tardes señorita venía donar un poco de esperma son ya cinco horas seguidas aguantando parrilleros y no estoy de buen humor así que al pobre hombre no lo trató precisamente con un exceso de dulzura primero rellene esto le digo acercándose un extenso formulario luego le daré un recipiente de plástico en alguna de las habitaciones libres hay dispondrá de revistas y videos con los que poder estimularse en cuanto haya terminado me trae aquí la muestra y ya le diremos algo pura gana el asiento mascullando un químico gracias y se dirige al fondo de la habitación se sienten una silla inicia el relleno del papel de manera torpe protegiendo la escritura como si estuviera un imaginario copio esforzándose en descifrar su caligrafía tras un reto de paz y sosiego el muy cretino se acerca y tembloroso me dice señorita este poli no pinta bien sin mermar palabras leto y otro vuelve a su sitio y pero sigue con lo suyo de nuevo apenas tengo tiempo de suspirar que el personaje ya está tras el mostrador trae la hoja rellenada pero como todas jugada y con una ortografía y legible en fin pienso que termine pronto este espectáculo el pote y le indicó donde se encuentra el pasillo de las habitaciones para ponerse a la tarea han pasado ya diez minutos y el personaje no sale del cartucho comienza aplicarme la curiosidad que estará haciendo tan difíciles para hacerse una sencilla paja será que no se encuentra su diminuta polla da igual no es mi problema son ya veinticinco minutos y nada comienza a preocuparme no por el estado de salud del sujeto para nada sino por miedo a que me haya hecho alguna y me las carnes cuando venga el jefe voy a poner fin a este nick me llegó hasta la puerta roja golpeó suavemente oiga está ahí silencio absoluto oiga señor entonces la puerta crujen lentamente se abre por una estrecha ranura el tipejo asoma el careto y como si tal cosa pregunta se verá le digo llega usted ahí dentro el suficiente rato como para poder lograr haber llenado cinco potes o más y estaba pensando que igual tenía algún problema que la educación ante todo él se queda pensativo y concierto miedo me dice bueno es que no me motivan las películas que aquí tienen y las revistas son aburridas no tendrá algo de salir y es el colmo comienza a perder la paciencia señor ya con un tono de voz más elevado lo único que tienes que hacer es masturbarse tan difícil le resulta de nuevo sus ojitos negro se pierden la nada de máquinas pesadas parece salir de su cerebro está pensando me invita a entrar para mostrarme cuál es el problema se sienten el sofá y señal el televisor beso cree que eso es si alguien en la pantalla una señora gorda y no muy atractiva es montada con toda frialdad por un señor delgado y tatuado campos énfasis en la verdad es que esa película no le la libido ni a un cambio mi tono de voz autoritario a comprensivo buenos señor dispone usted tenista estantería de nueve films más y me giro para hablarle a la cara y ante mi sorpresa hay este y con los pantalones bajados y una ampolla inmensa colgando plácidamente humano lo ve no se me pone que fastidio dice irritable tono que curso me quedo éxtasis ante la visión de semejante pedazo de carne gordo venoso verlo erecto puede ser una visión única por la tele los videos de unos desgaste los actores comienzan a hacer mella en mí y tener ese músculo tan corta