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Capitulo numero 5 El Regimiento Alcantara

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Descripción de Capitulo numero 5 El Regimiento Alcantara

historia alcántara rif annual wargame


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Comentarios

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Fernando Oreni

Joder, hoy acabo de terminar ese podcast y coño, carne de gallina con ese último relato. Gloria a los caídos por esta España que a duras penas los olvida por no sentirse orgullosa de lo grande que fue. Gloria a los soldados del Alcántara ahora y siempre

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Abel Amigo

pre primero ha sido mi peor agosto en cuento a tiempo libre, empecé a escribir la respuesta al día siguiente de la publicación y no he avanzado mucho. Por lo que pego según lo tenía... Buenas... Empezaré dando cera, por favor hacer algo con el micrófono de Borja. En serio la última vez pareció que estaba bastante mejor. Me he informado, y no se si usáis algún compresor de audio, puede que ayude algo para homogeneizar su voz y que 🚫 haya tantas subidas y bajadas. Ya que es capaz de subir el volumen cuando baja y bajarlo cuando sube manteniéndolo en unos márgenes. (Pero no soy ningún experto). Otra opción puede ser atarle el micro a la cabeza, ya que cogiendolo con las manos tampoco funciona :-). Me sigue encantando el podcast, de esta guerra de España totalmente desconocida y parece que olvidada de los libros de EGB y BUP. En cuanto a Silvestre, no se quizá sea por el sesgo que le de Borja, pero me parece que era un buen General. Obecedio las órdenes que le dieron, avanzó y controlo la zona de manera correcta, aunque no disponía de los medios que necesitaban, se los negaban o se perdían en las comisiones. Sabía de los peligros de la zona y los sabía manejar. Hasta su última decisión, retirarse a aguantar a una zona fuerte donde si había agua, munición y parapeto, era la acertada, Salvó a más soldados de los que esperaba. (Aunque luego fue el desastre y de poco sirvió). No sabemos qué pasó antes de su muerte. Ni que tenía pensado una vez llegado allí. Pero creo que si hubiera llegado a ... Probablemente hubiera sido algo diferente la historia. Quizá se hubiera enquistado la situación, quizá hubiera pasado lo mismo... Quien sabe. Pero no creo que sea justo decir que era un mal general, si no se hubieran retirado de Anual el ejército hubiera tenido el mismo final, no tenían, comida, ni agua, ni munición. Y cabe destacar que enfrente se encontraba alguien que si tenía recursos, munición, hombres, y conocía perfectamente el terreno.

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nosomosnada

Recurriendo al tópico de que ningún hombre es una isla, juzgar a Silvestre como un actor individual, cuando no era más que un peon en un tablero de ajedrez cuyas dimensiones y jugadores escapaban, a todas luces, a las posibilidades de Silvestre de ser el motor verdadero de los hechos históricos que acontecieron alrededor de su figura, especialmente en 1921 y no una simple pieza más, me parecería injusto. Y aunque tampoco se trata de escribir una novela, me gustaría describir este tablero repleto de piezas "brevemente". En primer lugar, la coyuntura internacional. Francia, su rivalidad con Inglaterra por el control del Mediterráneo. La creación de la Entente (Egipto para los británicos, Marruecos para Francia, España como convidado de piedra para no contrarrestar la posición de Gibraltar, con su zona de influencia alrededor de sus territorios tradicionales en la zona), la “soledad” del Kaiser y del Imperio Alemán, los incidentes como el del Agadir, y finalmente, la Gran Guerra. Una coyuntura en la que España se vería dividida entre la tradicional Francofilia que ejercía un estado tradicionalmente subornidado al francés desde la llegada de los Bornones al trono, y la más que evidente Germanofilia de buena parte del Ejército. Especialmente del Rey, quien tenía como ídolo reconocido al Kaiser. Y España, la más fea (perdón por la metáfora) en el medio de todo este baile, consintiendo, cuando no sacando rédito, de la enervante (para los franceses) presencia de agentes alemanes tanto en el pais como en los territorios africanos bajo dominio español, especialmente durante la Gran Guerra, cuyo objetivo era azuzar a las tribus para ejercer presión sobre las tropas francesas en Marruecos (el Malek) y evitar que estas unidades, en muchos casos de élite, se desplazaran al frente occidental. En segundo lugar, España. Con su zona de influencia en Marruecos como regalo envenenado y la negativa, desde el principio, de la clase política a emprender la aventura colonizadora puesto que España era un pais arruinado, en todos los aspectos, donde la mayor parte de la población, rural y analfabeta, vivía en condiciones de absoluta miseria herederas de una tradición de siglos en la que nada había cambiado en un entorno donde el verdadero poder lo ejercían caciques y oligarcas. Con estos mimbres, la aventura en Marruecos suponía un coste (económico y en vidas) que ningún político quería afrontar ya que no se esperaba retorno alguno de la inversión, a pesar de que el presupuesto militar era bastante abultado (100 millones de pesetas costó solamente la campaña de 1909). En tercer lugar, la zona de influencia, posteriormente Protectorado. Una tierra inhóspita, desconocida, hostil y extremadamente complicada de conquistar, pero que escondía en su interior una enorme riqueza minera (aunque probablemente no tanto como hicieron creer en un principio los prospectores que prometían un verdadero El Dorado) y que dio lugar a todo tipo de tejemanejes muy oscuros en los que se mezclaban empresarios, diplomáticos, espías, agentes encubiertos, líderes rifeños, caraduras, contrabandistas sin escrúpulos (Joan March), etc.. Los alemanes hermanos Mannesman tuvieron un importante papel con sus concesiones (y su íntima relación con Abd el Krim, que daría lugar a su encarcelamiento), así como la CEMR, con el Conde de Romanones (franquicia de Alfonso XIII) como principal interesado, los constantes agravios a los franceses de la CNA para desesperación de los diplomáticos, y la propia rivalidad entre qaids, quienes eran los encargados de hacer de intermediarios entre los dueños de las tierras y los concesionarios (ese era el trabajo de Abd el Krim para los españoles). Recordemos que los intereses españoles negociaron con el Rogui las primeras concesiones, cuando esto suponía un insulto al propio Sultán al ver su autoridad suplantada por un simple caradura. Pero este juego de intereses económicos escondía un negocio aun más jugoso que la minería: el contrabando. Una actividad tradicional en la zona, en la que intervenían diferentes actores, pero siempre bajo la permisividad de las autoridades (civiles y militares) entre los puertos peninsulares y los africanos. Un contrabando en el que destacaban las armas que se enviaban a los rifeños, siempre bajo la premisa de hostigar a los franceses, y con las que incluso se comerciaba en los mercados a la vista de todos. Ya en su momento, ante la germanofilia reconocida del General Marina y lo descarado del contrabando de armas y municiones a los rifeños, el Gobierno tuvo que relevarlo y sustituirlo por Jordana, para calmar al muy indignado general Lyautei. Recordemos también a ese personaje curioso que era Horacio Echevarieta, millonario, republicano y socialista, quien actuaba como representante de los Mannesmann, con estrechos lazos con la Krupp, y que además de hacerse famoso por liberar a los rehenes de Abd el Krim (a cambio de un sustancioso rescate), tenía una larga experiencia en “tratos” con el lider rebelde. Y recordemos también a ese oscuro personaje que era el capitán Gardiner, quién otorgó un generoso préstamo a los hermanos Abd El Krim a cambio de emitir moneda rifeña y obtener los derechos de los contratos de la futura república rifeña. Este avispero de intereses económicos, contrabando, sobornos y tratos con personajes interesados como el propio Abd El Krim, explican por si solos el origen de ese ejército rifeño que según “algunos” sería una oscura maniobra de los franceses, pero que en realidad, para los franceses fue un verdadero quebradero de cabeza. Es más fácil achacar el poder de Abd el Krim a los intereses de Alemania de poner en un aprieto a Francia (Alemania habiá perdido sus yacimientos en Silesia o el Rhur tras la guerra, a manos de Francia y necesitaba mineral para reconstruir ese ejército que tenía prohibido reconstruir) o a los tejemanejes estúpidos de ciertos personajes españoles que lograron poner en contra de los propios intereses españoles en la zona a todas las piezas del ajedrez (franceses, alemanes, rifeños, hasta al propio Sultán). Y llegamos en cuarto logar al Ejército Español. A principios del siglo XX, el ejército español tenía 499 generales, casi seiscientos coroneles y unos 24.000 oficiales, más del doble que el ejército francés, cuando Francia era una nación mucho más poblada y con recursos mayores. Este despropósito tenía 2 consecuencias importantes. La primera, que la mayor parte del presupuesto se iba en los sueldos de los oficiales, mientras que los soldados en el Rif cobraban 20 cts al día (60 cts los legionarios) cuando un simple trabajador rifeño en el ferrocarril cobraba 1pta. al día, y con el poco remanente que sobraba, la modernización del armamento y la compra de pertrechos quedaban en último plano. Y la segunda, que el atasco en la promoción de los oficiales era tremendo, por lo que la única forma de ascender eran los méritos de guerra. ¿Y dónde podían lograrse méritos de guerra? En el Rif únicamente. Y así el Rif se convirtió en una especie de patio de recreo para los militares, quienes espoleados por esa especie de visión mesiánica de Alfonso XIII como líder el Nuevo Imperio en África y su destino manifiesto, aprovechaban para ascender en el escalafón convirtiéndose algunos de elos en verdaderos Space Marines capaces de soportar cientos de balazos y machetazos sin inmutarse, mientras los oficiales en la península se veían relegados a los despachos sin posibilidad de ascenso. Este hecho daría lugar a la división interna e irreconciliable del Ejército entre Africanistas y Juntistas que sería una de las causas fundamentales de la propia Guerra del 36. Y en este contexto llegamos finalmente a Silvestre. ¿Y qué hacía Silvestre en este tablero de juego? Pues echarle cojones básicamente y demostrar que el era un hombre de guerra y para la guerra. Un oficial muy poco indicado para “pacificar” un territorio, que desconocía y que poco le importaba, y cuyo único objetivo era, pues eso, echarle cojones a todo. "Come, bebe y jode fuerte y enseña los cojones a la muerte, podrían haber sido su genial epitafio". Siempre fue un personaje conflictivo, que actuaba como un verso libre, contraviniendo la política del gobierno de limitar al máximo los enfrentamientos y de tratar de actuar de forma similar a los franceses (su enfrentamiento personal con el Raisuni echó por tierrra los intentos de pacificación tradicionales en la zona de Ceuta, vía soborno, se entiende). De hecho, es probable que Berenguer lo enviara a Melilla para tenerlo lo más lejos posible, o al menos, para no interferir en su objetivo de controlar la zona de Chauén. Creo que es evidente que la política de Berenguer seguía la línea oficial del Gobierno, y que Silvestre se la pasó por el forro de los cojones desatando su alocada carrera hacia Alhucemas. Una carrera espoleada en parte por el Rey (quien, como no, echaría la culpa de todo a los políticos y a la falta de “presupuesto”, sin hacer la más mínima autocrítica) y por los intereses mineros en la zona (léase Conde de Romanones, quién al fin y al cabo era el representante del Rey), quienes veían que ante la lentitud española en hacer efectivo su dominio sobre el territorio interior del Rif, cualquiera podría hacerse con el control de las explotaciones (léase los Mannesmann) y en la que Silvestre sería el responsable último del desastre. Me gustaría reflejar que el carácter de Berenguer y de Silvestre eran extremadamente opuestos. Mientras que Berenguer imponía cierto orden en el desmadre de la oficialidad, cerrando el casino de Ceuta, por ejemplo, Silveste, mujeriego y vividor reconocido, consentía con ciertas actitudes que serían en buena parte responsables del desastre. Mientras la tropa se cocía bajo las chapas de las posiciones comiendo latas de sardinas y jugándose la vida para aprovisionarse de agua, la oficilidad se dejaba ver por los burdeles de Melilla y abarrotaban la inauguración del nuevo Salón Kursal, dejando las posiciones desguarnecidas, sin provisiones y abandonadas a su suerte (en Annual, con 1000 soldados, no había agua más que para 1 día, y en Monte Arruit no había un sólo botiquín). El descontrol era tal que algunos oficiales incluso estaban en Málaga y hasta a las dotaciones de los aviones se les permitía pernoctar en Melilla, dejando a los aeroplanos a merced de ser destruidos por el enemigo sin posibilidad de despegar. ¿Y quíen era el responsable de este desmadre? Silvestre. Quién por lo visto pensaba que para ser un Gran Comandante, basta con echarle cojones y mantener esa actitud tradicional en el ejército de despreciar profundamente a "la carne de gallina". Pero ciñéndonos a su estrategia de penetración, recordemos que los tan cacareados avances (el doble de territorio conquistado en unos meses que en los 10 años anteriores) se lograron en parte porque tras 4 años de malas cosechas, buena parte de los rifeños de la zona se encontraban tabajando en Argelia de temporeros. De ahí la escasa oposición entre las tribus de la zona. Una especie de ilusión coyuntural que pronto se vendrí abajo Se puede echar la culpa del desastre a que la mayor parte de reclutas del tercer año fueron licenciados y que en 1921 los reclutas eran bisoños y sin apenas formación. Muchos de ellos analfabetos, escasamente entrenados y enviados a las posiciones sin pegar un solo tiro por falta de munición y con un equipo digno de la Guerra de Cuba. Y se puede echar la culpa a la falta de presupuesto (¿por qué estaban vacíos los almacenes de Melilla cuando la población sitiada se dirigó a ellos para aprovisionarse de armas, municiones y víveres cuando se suponía que tenían que estar llenos?’). Y se puede echar la culpa a la falta de acción del gobierno ala hora de enviar refuerzos (recordemos que el 1 de Junio Silvestre afirmaba que todo estaba controlado) Pero el único responsable de extender las posiciones más allá de lo que los recursos permitían (contraviniendo la opinioń de Berenguer), dejando en peligro no solo a las posiciones de vanguardia, sino también a las de retaguardia y sobre todo, a las líneas de abastecimiento, fue Silvestre. Igual que fue el responsable de negarse a escuchar las informaciones acerca de la incipiente rebelión de Abd el Krim y mantener su desprecio absoluto hacia un enemigo al que no se molestó en conocer, adentrándose en un territorio al que despreciaba y que tampoco se molestó en conocer. ¿Hasta qué punto llegaría su ceguera, impulsada por su sensación de inmortalidad y su Baraka, que ni siquiera hizo caso a las voces que le avisaban de que la invitación de los Tensaman a tomar Abarrán no era más que una trampa de los Beni Urriagel, urdida por los hermanos Abd El Krim.? ¿Qué sentiría Berenguer cuando Silvestre hizo caso omiso de sus ordenes de no ir más allá al día siguiente de recibir estas mismas oŕdenes y se encontró de pronto con una llamada urgente a recibir refuerzos en una “situación delicada”? Al César lo que es del César, Julio cruzó el Rubicón para ascender al olimpo eterno de la Gloria, y Silvestre, una marioneta en un teatro que a todas luces les superaba, cruzó el Amecran para descender a las más profundas simas de la vergüenza y el deshonor, encontrando el final que tanto ansiaba. Con unos cojones más grandes que los del Caballo del Espartero, eso sí. Más o menos como los míos al escribir este breve comentario...😀

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RETENIUS

programon, que nivelazo con el tiempo que dura y se hace corto. Da gusto oíros hablar con tanto lujo de detalles. Os felicito y espero que sigáis así con la misma pasión.

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Guillermo Legido Revuelta

Que programazo. Hasta ahora el que más me ha gustado. Ya hice el preorder y estoy como loco de tener a los caballeros del Alcántara en mis manos. Os felicito por qué habéis llegado a un nivel de detalle y explicaciones que la verdad no había oído y eso que he escuchado muchos podcasts y audios sobre Annual. Gracias a todo lo que explicáis, los telegramas,etc ... se comprende muy bien ese momento de la retirada y cómo sobre todo como en la columna central venció el caos, el pánico y la Total falta de moral. Enhorabuena! En cuanto a Silvestre, yo no soy ni tan pro como Borja, ni tan odiador como la mayoría. Creo que Silvestre fue el perfecto cabeza de turco, fallecido para no poder defenderse y además con un carácter fuerte que molestaba a muchos. No importa que su hoja de servicios fuese magnífica, ni que realmente existan pruebas de que actuó seguramente de forma correcta para lo que tenía en cada ocasión. A toro pasado es fácil, y seguramente en el avance que hizo enorme hasta Annual corrió riesgos, pero no conozco hazaña militar ni proeza en la que no se hayan corrido riesgos. El hecho de que al final todo se le viniese encima y que según algunos testigos perdiera la cabeza (que tampoco se sabe si es totalmente cierto), hace que se le juzgue más por esos últimos minutos de locura que por todo el resto. Si Silvestres hubiese recibido los refuerzos que pidió, quizá había conquistado Alhucemas y la historia le miraria con otros ojos. impresionante todo lo relativo a las operaciones del Alcántara y el audio de Julián. Borja y Edu estáis inmensos. Os complementais muy bien . Mi enhorabuena. La verdad, estoy deseando el próximo audio de Baraka cómo los regulares esperaban el agua en Igueriben.

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Gorka Justo

Buen programa, me gusta cada vez más. A ver si sale el Reglamento impreso, que soy un yonki de coleccionar libros en papel, jeje. Y a ver si así "convenzo" a algún amigo y estreno mis legionarios. De momento compro y pinto.. . Por lo demás todo bien, aunque se me hace un poco.. . molesto que suba y baje el volumen cuando habla Borja. No os lo tomeis a mal, solo es una crítica técnica 😅

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Pablo Vallina Iglesias

programazo nuevamente, deseando escuchar el desenlace del desastre y ver que escenario se os ocurre ye seguro que incluye unas buenas cargas de caballería. En cuanto a Silvestrista o no, cada vez estoy más a favor de Silvestre, aunque la culpa final sea suya, lleva tras de sí un peso que no dependía de él y al que sólo podía obedecer. Con ganas del siguiente!!

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Artiro

Muy buen episodio señores!!! Enhorabuena por el aumento de la calidad.

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jaime_leganes

Solventados casi todos los problemas de audición me ha parecido el mejor programa que lleváis, se nota que Edu y Borja se van completamentando mejor. Como os veo muy silvestristas voy a abrir el debate que ha propuesto Diego. Para mi el máximo responsable del desastre fue Silvestre. A su favor si es verdad que tanto en el ámbito político como en el militar, si no se puede hablar de traición si por lo menos de negligencia. Dicho esto la planificación de la campaña fue un desastre, los objetivos eran demasiado lejanos y complicados para las fuerzas que tenía, no se aseguraron las líneas de comunicaciones adecuadamente y para ser un buen conocedor de la "cultura" local no supo entender donde se metía y con los recursos que tenía sabiendo que Berenguer no iba a colaborar con él. Para muestra un botón, en el podcast habláis de que en Anual solo tenían municiones para aguntar un gran combate, y me pregunto ¿cómo es posible que unos días antes estés intentando socorrer Igeriben, con la intención de mantener ese puesto y un par de días después te quejes de que no tienes munición en tu principal plaza? me parece un error catastrófico. Por cierto lo de mandar a su hijo en coche a Melilla también tiene tela, debía ser que no había otros oficiales de enlace. Otra cosa que ni entiendo es como los moros no cortaron la línea de telégrafos entre Anual y Melilla. Si tuvieran planeado atacar y controlando el territorio como lo tenían sería una acción lógica el cortar las comunicaciones de enemigo... Lo dicho hasta ahora me ha parecido el mejor capítulo.

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Hugo Jimenez Fernandez

me gusta el mucho el programa, y estoy descubriendo gracias a el una parte de nuestra historia. en las freak pasaré a conoceros y a probar el juego

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