El espectro, de Horacio Quiroga

Los cuentos de la casa de la bruja tu pocas semanal de relatos de misterio ciencia ficción terror cada viernes al caer la noche un nuevo relato si te gusta nuestro contenido suscribe te y si te encanta hazte fan desde el botón azul apoyar y accede a todo el conteo unido extra y ahora disfruta de este programa todas las noches en el grande espléndida de santa fe y y yo asistimos a los estrenos cinematográficos ni borrasca ni noches de hielo nos han impedido introducir nos a las diez a un punto en la tibia penumbra del teatro desde uno u otro palco seguimos las historias del filme con un mutismo y un interés tales se podría llamar sobre nosotros la atención de ser otras las circunstancias en que actuamos desde uno u otro palco he dicho pues su ubicación no se es indiferente y aunque la misma localidad llegue a faltar nos alguna noche por estar en el espléndido en pleno nos instalamos modos y atentos siempre a la representación en un palco cualquiera ha ocupado no vamos creo o por lo menos de un modo sensible desde el fondo del palco o entre la chica adelante pecho y el novio adherido a su nuca inédito aparte del mundo que nos rodea somos todo ojos hacia la pantalla y si en verdad alguno con escalofríos de inquietud cuyo origen no alcanza comprender vuelve a veces la cabeza para ver lo que no puede cociente un soplo el lado que no se explica en la calidad mosquera nuestra presencia de intrusos no es nunca anotada pues preciso es advertir ahora que inédito yo estamos muertos los cuentos de la casa de la bruja presentan el espectro de horacio quiroga de todas las muertes que conocían el mundo vivo ninguna produjo en mi el efecto que leer la impresión fue tan fuerte que la imagen y el recuerdo mismo de todas las mujeres se borró en mi alma se hizo de noche donde se alzó un solo astro imperecedero inés la sola posibilidad de que sus ojos llegarán a mirarme sin indiferencia detenía me bruscamente el corazón y ante la idea de que alguna vez podía ser mía la mandíbula me temblaban inés tenía ella entonces cuando vivíamos en el mundo la masa fina riqueza que la epopeya del cine ha lanzado a miles de lenguas y expuesto a la mirada fija de los hombres sus ojos sobre todo fueron únicos y jamás terciopelo de mirada tuvo un marco de pestañas como los ojos de jiménez terciopelo azul húmedo y reposado como la felicidad que eso yo sabe en ella la desdicha me puso ante y sea cuando ya estaba casada no es ahora del caso ocultar nombres todos recuerdan a duncan wyoming extraordinaria actor que comenzando su carrera al mismo tiempo que william art tuvo como este y a la par de este las mismas ondas virtudes de interpretación viril harta azul cine todo lo que podíamos esperar de él y es un astro que cae de wyoming en cambio no sabemos lo que podíamos haber visto cuando apenas en el comienzo de su breve y fantástica carrera creo como contraste con el en para gozo héroe actual el tipo de parón roto áspero feo negligente y cuanto se quiera pero hombre de la cabeza a los pies por la sobriedad el empuje eje y el carácter distintivo de al sexo art prosiguió actuando y ya lo hemos visto wyoming nos fue arrebatado en la flor de la edad en instantes en quedaba fina doscientas extraordinarias según informes de la empresa el páramo y más allá de lo que se ve pero el encanto la absorción de todos los sentimientos de un hombre que ejerció sobre mí