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Comentarios
Buenos días desde Sevilla. Me ha parecido muy interesante el apartado sobre Akenatón, la lástima es que Rubén tiene muy buena voluntad pero una formación muy limitada y comete algunos errores de bulto. Conviene aclarar algunas cosas la primera es que la revolución de Amarna no estamos hablando de un tema místico, sino qué fue una revolución política. En el momento que estamos hablando del siglo XIV a. C., la religión y la política estaban íntimamente ligados y no se puede modificar una sin modificar la otra y eso fue el asunto principal. Su padre estaba absolutamente preso de la oligarquía religiosa del clero de amor. El clero de Admón poseía terrenos recibía tributos y donaciones y tenía un poder económico muchísimo más fuerte que el del faraón, incluso con una red de templos por todo el Estado que eran la envidia de cualquier institución política, hasta el extremo de prestarle dinero para las campañas religiosas al propio amén Hotel tercero. Así pues la única forma de liberarse de ese yugo era modificar la religión al mismo tiempo que la política. El famoso mito de que cuando el padre hacía un rito Amón el hijo se quedaba en palacio y no participaba, eso son licencias poéticas de algunos escritores poco informados, un cuento chino. Por un lado se hizo la reforma religiosa haciendo como diosa oficial no único, a Mon. En ningún momento, primera aclaración de calado, se prohibió el culto a otros dioses, lo que se hizo es quitarle los privilegios, un tipo de desamortización, por decirlo de alguna forma. Hay evidencias científicas que demuestran que tanto a nivel particular en las casas de el pueblo de Amarna, como a nivel público en Tebas, se mantenía el culto a Mon y a otras deidades. Lo que se hizo es hacer como religión oficial solo el culto solar de Atom, desvinculando alquiler de Amón de todo poder político. Por otro lado se llevó la capital al norte de Tebas a una zona donde no había ciudad previa y además no había construcciones ni religiosas ni civiles. Se dice que hubo una gran plaga y que eso fue otra coartada más para alejar así a la corte de Tebas. El mito de las estelas donde dice que se le apareció a ton en sueños y demás no deja de ser una forma de revestir de mitología el hecho del cambio de localización de la capital. Por otro lado el cambio religioso excluya los beneficios que tenían los demás dioses y además, dado que la gente tenía su concepto religioso en base a una iconografía que le resultaba conocida previa, rompió con esa iconografía para poder cambiarle los esquemas religiosos a la gente. Por último una pequeña aclaración también que cuando se han encontrado indicios en los huesos de qué eran trabajadores los de Amarna, de haber tenido mucho trabajo físico, eso no son símbolos de que tuviera un trabajo físico, son signos. Un símbolo es algo que no tiene relación con lo que significa pero que lo de boca y un signo es una evidencia. En fin, que hay algunas lagunas de bulto y que quizás sería interesante traer a gente versada de verdad en el tema, como Antonio morales, José Julio, Nacho Ares, etc. De esta forma nos evitaríamos ir hacia los tópicos hacia los que ha derivado el estudio del Egiptología en los ámbitos de misterio. Un abrazo desde Sevilla.
vaya tela con este pique!!! Jorge tienes que tener mucha confianza con ella , para decirle las cosas que le dices!!!