Grecia y el “resacte” del capital

Una vez más, y con el rescate de Portugal encima de la mesa, entrevistamos a nuestros primos mediterráneos para que nos cuenten en qué consiste este paquete de medidas de la UE, orquestado y avalado por los siniestros señores del FMI.

Mihalis de Ioánina, en el noroeste de Grecia, es uno de los cuatro compañeros que comparecen en esta ocasión ante nuestros micrófonos para hablarnos de primera mano de la situación en su país, de la respuesta organizada a este plan por parte de los movimientos anticapitalistas y para hacer una crítica reflexiva sobre sus propias estrategias.

Tras las revueltas de finales de 2009 el partido socialista griego, el PASOK, ganó las elecciones con la mayor abstención de las historia en la democracia griega. Poco después, en marzo de 2010 la UE aprueba el plan de rescate para Grecia. Cómo a afectado esta intervención en el día a día de la gente?
El rescate busca básicamente la reducción de la deuda y favorecer la entrada de inversores en el país. Para ello se bajan salarios, se facilita el despido, se eliminan las pagas extras y se abarata la mano de obra. Es un recorte de todos los intereses de la clase trabajadora. Hay un 25% de paro centrado mayoritariamente en mujeres y jóvenes y más de un millón de migrantes sin derechos. Qué pasa entonces con el dinero que se envía desde Europa? Se han dado al gobierno griego 110 billones de euros. Para que el sistema no deje de funcionar el gobierno socialista ha invertido en el rescate de sus bancos 110 billones de euros, es decir todo par ellos. Es la lógica del sistema.

La crisis es un pretexto para las verdaderas intenciones del capital que siempre busca los recortes de gastos sociales y el favorecer a los amigos banqueros. La crisis sirve también como motor de la identidad nacional, todos nos desprecian, tenemos que unirnos y ser fuertes como nación, este es el discurso de los grandes medios griegos. La crisis sirve para justificar muchas cosas.
El auge nacionalista es una de esas cosas que se justifican y uno de esos mensajes que cala en parte de la población. Los transportistas en huelga que se enfrentaron cuerpo a cuerpo con la policía, llevaban en sus protestas banderas griegas y se mostraban nostálgicos de la Dictadura de los Coroneles, antigua junta militar que gobernó el país hasta 1974. También los trabajadores de EOT se mostraban reacios a la intervención en su empresa de comunicaciones de Deutchtelecom la multinacional alemana, no querían ser conquistados por extranjeros.
Sin embargo a nadie parece importarle si su país ejerce de conquistador con otros más pequeños, como lo hace Grecia expandiendo sus bancos por los Balcanes.

A pesar del fuerte nacionalismo, Grecia sigue presentándose como el epicentro de las revueltas anarquistas en Europa. No todos los que salen a la calle a protestar son anarquistas, lo que sí que hay es una necesidad evidente en la gente de que hay que hacer algo porque esta crisis y sus supuestas soluciones les están afectando en el día a día.
Por otro lado, también cierto es que el movimiento anarquista y autónomo griego está madurando. Hay un aumento considerable de centros sociales y ocupados, desde hace dos años existe una editorial anarquista autogestionada, hay más periódicos y 6 radios libres bien comunicadas repartidas por el país. No nos interesa salir cada cierto tiempo a arrasarlo todo, valorar el éxito de la movilización según los bancos quemados y escaparates rotos y volvernos a casa hasta la próxima. Tampoco nosotros hemos venido aquí a decir que nos pegamos con los maderos, ni a contar los molotov que lanzamos. Todo este espectáculo puede ser contraproducente y no pasar de ahí nos acaba desmotivando. Hace falta una propuesta consciente y concienciada, una respuesta efectiva al sistema del bienestar que se está cayendo.
Dicho esto, también decimos que no somos pacifistas pero tampoco la violencia porque sí es nuestro objetivo. Que quede claro que si pudiéramos alcanzar nuestros objetivos sin violencia lo haríamos. El fin no justifica los medios, los medios forman parte del fin.

Para despedirse los compañeros quieren acabar con dos lemas en castellano, que vienen a resumir sus ideas:
Lucha por tu clase y no por tu país - y otro de los zapatistas-
Para todos todo. Nada para nosotros.