Hábitos, crecimiento personal y Aristóteles

Buenas noches desde Filocoaching. Hoy quiero compartiros el último Podcast, que es sobre hábitos, aquello que marca la diferencia en nuestras vidas, mucho más que cualquier golpe de suerte… Decía Einstein que “hay una fuerza motriz más poderosa que la electricidad y la energía atómica, la voluntad”. Dentro de cada uno tenemos una gran fuerza, y la podemos utilizar a favor de nuestros objetivos, para sacar nuestro mejor talento, aportar valor al mundo y dar sentido a nuestra vida, o bien si no la utilizamos con consciencia y simplemente nos dejamos llevar por la inercia del día a día, entonces seremos víctimas de nuestros miedos, las circunstancias de fuera, o cualquier otro viento que dirija nuestro barco sin capitán a donde quiera que sople… Podemos ser dueños de nuestra vida, y podemos ejercer esa voluntad para cada vez saber más lo que queremos, y cada vez ser más consecuentes con ello. “La motivación te pone en marcha, y los hábitos de mantienen en tu camino“. Jim Rohn TUITEA ESTA FRASE Por grandes que sean nuestros objetivos, en el día a día es fácil sabotearnos a nosotros mismos o dejar que otros lo hagan, y no cumplir aquello que queremos, como ir al gimnasio, tener más paciencia, ser más positivo o positiva…  Por eso hoy os propongo una herramienta que ayuda a incorporar nuevos hábitos que estén más en sintonía con los objetivos, de forma que sea más fácil y natural hacer lo que uno quiere hacer y ser quien se quiere ser. Es fundamental recordar esto para que no asumamos que el día que estamos inspirados o motivados ya está todo hecho. No, cada día hay que trabajar si queremos realmente la excelencia, porque como decía Aristóteles, no es un acto puntual, sino un hábito, algo que se repite y que comienza por ser una repetición de una acción, hasta convertirse en parte de lo que somos. Los hábitos nos van conformando como torno de alfarero. Hoy somos la suma de nuestras elecciones y hábitos pasados, y mañana seremos la suma de los presentes. Por eso, recuerda ELEGIR, ejerciendo ese músculo poderoso de tu voluntad, y después de hacerlo, recuerda que si no practicas cada día, integrando en tu persona y tus circunstancias esa voluntad que tienes, de nada servirán las buenas intenciones si no pasan a acciones y cambios reales. Os recomiendo que aprovechéis para poner en práctica la habilidad que Stephen Covey sugiere al final de su libro “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”. Este hábito consiste en estar preparado, en dedicar tiempo y trabajo, no sólo a hacer cosas, sino a las propias herramientas con las que normalmente hacemos las cosas: nuestra mente, nuestro cuerpo, el ordenador, etc. Necesitamos, como un leñador que trabaja diariamente, afilar nuestro hacha para mejorar y para hacerlo de forma sostenible en el tiempo. Cuando dejamos de mirar por resultados y miramos más el propio proceso, cada parte del camino; cuando empezamos a centrarnos en nuestra transformación como personas y no tanto en los resultados de fuera, es cuando realmente tenemos la posibilidad de ser felices. Porque la felicidad no se alcanza cambiando lo de fuera, ni la autoestima se fortalece consiguiendo resultados, sino cambiando desde dentro, que además es el único modo de poder transformar algo fuera. ¿Y cómo se transforma uno? Hay momentos, experiencias o personas que nos hacen ver todo más claro, reencontrarnos con algo esencial y decir “ahá”, “lo encontré”. Pero sólo el caminar del día a día puede convertirte en la persona que quieres ser. Porque no es lo mismo ver algo claro que ser ya ese algo, y no es lo mismo querer ser alguien que serlo ya. A menudo confundir lo que decidimos ser con lo que somos hace que no terminemos de consolidar un hábito que nos convierta en esa persona que aún es un potencial en nosotros, porque nos acomodamos en la falsa creencia de que sólo porque vemos la meta a lo lejos, eso significa que ya estamos allí… Para poder cambiar algo, el primer paso es saber dónde estamos y tener claro a dónde queremos ir. Pero el tercer paso, y necesario para que el cambio sea duradero y se consolide en nuestra naturaleza, es incorporar un nuevo hábito. Porque en un golpe de suerte uno puede salir ganando con un recurso que le ha venido dado de fuera en ese momento, pero en el día a día del resto de nuestra vida, el recurso más valioso que tenemos y que está en nuestra mano construir son los recursos internos: la fortaleza con que afrontemos la adversidad, el coraje con que afrontemos la incertidumbre y la capacidad de disfrutar y agradecer cada instante dependerán del trabajo que hayamos hecho dentro de nosotros mismos. - Llévate el Podcast a iTunes para escucharlo todas las semanas   Escucha el Podcast en iVoox o en la App de iVoox para móviles   - ARTÍCULOS RELACIONADOS Afilar el hacha, el séptimo hábito de Covey Los hábitos nos dan forma como un torno de alfarero Hacer trampas al final pasa factura No hay peor suerte que tener un golpe de suerte AUTORES MENCIONADOS EN EL PODCAST Aristóteles Stephen Covey LECTURA RECOMENDADA “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva” de Stephen Covey “Ética a Nicómaco”, Aristóteles CRÉDITOS MUSICALES DEL PODCAST EL POZO DE TALES (música libre de derechos) Dos leyendas, segunda parte de la Predicación a los pájaros de san Francisco de Asís, de Franz Liszt Sonatina in C, Op. 36 no. 1, de Muzio Clementi Sonata para piano a cuatro manos en C mayor, por W.A.Mozart Suite española Op. 47 Leyenda, de Albéniz Semper Fidelis, de John Philip Sousa OTROS CRÉDITOS Fotografía de Jose Antonio Gil Martínez, Licencia de Atribución, Flickr ¡DIFUNDE EN LAS REDES SOCIALES SI CREES QUE ESTE ARTÍCULO HA MERECIDO LA PENA! 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