Historia de un alma

Historia de un alma a vos mi hermana paulina madre mía querida que sois dos veces mi madre vengo a confiar la historia de mi alba el día que me pedisteis que lo hiciera creí que mi corazón podría disipar sigue ocupándose de sí mismo pero luego jesús me dio a entender que sencillamente obedeciendo le agradaría por otra parte sólo haré una cosa comenzar a cantar lo que he de repetir eternamente las misericordias del señor antes de tomar la pluma me he arrodillado a los pies de la virgen de la sonrisa esa imagen que tantas pruebas nos ha dado de protección a nuestra familia suplicándole que guíe mi mano para que no trate yo ni una sola línea que no sea de su agrado luego al abrir el santo evangelio mis ojos leyeron estas palabras habiendo subido jesús á un monte llamó así a los que quiso y ellos acudieron a él este es en verdad el misterio de mi vocación el misterio de toda mi vida y el misterio sobre todo de los privilegios que jesús ha dispensado mi alma jesús no llama a los que son dignos sino a quienes les place o como dice san pablo dios tiene compasión de quien él quiere y usa de misericordia con quien él quiere ser misericordioso no es pues obra ni del que quiere ni del que corre sino de dios que otorga su misericordia durante mucho tiempo me pregunté por qué dios tenía preferencias y por qué no todas las almas recibían las gracias con igual medida me asombraba verlo prodigar favores extraordinarios a santos que le habían ofendido como san pablo y san agustín a los que él forzaba por decirlo así a recibir sus gracias mientras me preguntaba por qué los pobres salvajes por ejemplo morían en gran número sin haber oído siquiera pronunciar el nombre de dios jesús se dignó instruirme acerca de este misterio abrió ante mis ojos el libro de la naturaleza y comprendí que todas las flores creadas por él son bellas que el brillo de la rosa y la blancura de la azucena no le quiten a la pequeña violeta su aroma ni a la margarita su encanto dadoras sencillez comprendí que si todas las flores pequeñas quisieran ser rosas la naturaleza perdería su encanto primaveral los campos no estarían esmaltados de florecillas lo mismo sucede en el mundo de las almas que es el jardín de jesús él ha querido crear santos grandes que pueden compararse a las azucenas y a las rosas pero ha creado también otros más pequeños y éstos han de contentarse con ser margaritas o violetas destinadas a recrear los ojos a dios cuando las veas sus pies la perfección consiste en hacer su voluntad en ser lo que él quiere que seamos comprendí también que el amor de nuestro señor se revela lo mismo en el alma más sencilla que no opone resistencia alguna a su gracia que en el alma más sublime sin duda madre mía querida os preguntaréis extrañada adónde voy a ir a parar con todo esto pues hasta ahora nada he dicho que tenga que ver con la historia de mi vida pero me ordenasteis que escribiera sin trabas cuanto me viniera al pensamiento por ello no es mi vida propiamente dicha lo que voy a escribir sino mis pensamientos acerca de las gracias que dios se ha dignado concederme por eso madre mía vengo a cantar con alegría a vuestro lado las misericordias del señor únicamente para vos escribo la historia de la florecilla cortada por jesús y lo haré con toda libertad sin preocuparme ni del estilo ni de las numerosas digresiones que haga