El infierno artificial, de Horacio Quiroga

15/07/2022
205
19

Audio no disponible. Inténtalo más tarde.

Apoyar

Preparando audio para descarga.

Escucha patrocinada. El audio empezará en pocos segundos...

Escucha sin anuncios y sin esperas con iVoox Premium

Pruébalo Gratis

Descripción de El infierno artificial, de Horacio Quiroga

literatura Relatos terror audiolibro horacio quiroga

Este audio le gusta a: 205 usuarios

Ver más

Lee el episodio

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Los cuentos de la casa de la bruja tu pocas semanal de relatos de misterio ciencia ficción terror cada viernes al caer la noche un nuevo relato si te gusta nuestro contenido suscribe te y si te encanta hazte fan desde el botón azul apoyar y accede a todo el conteo unido extra y ahora disfruta de este programa el infierno artificial de horacio quiroga las noches en que hay luna el sepulturero avanza por entre las tumbas con pasos singularmente rígido va desnuda hasta la cintura y lleva un gran sombreros de paja su sonrisa fija da la sensación de estar pegada con cola la cara si fuera descalzo se notaría que camina con los pulgares del pie doblados hacia abajo no tiene esto nada de extraño porque el sepulturero abusa del cloro formó incidencias del oficio lo han llevado a aprobar el anestésico y cuando el cloro forma muerde en un hombre difícilmente suelta nuestro conocido espera la noche para destapar su frasco y como su sensatez es grande escoge el cementerio para inviolable teatro de sus borrachera el cloro formó dilata el pecho a la primera inspiración la segunda inunda la boca de saliva las extremidades hormigueo a la tercera a la cuarta los labios a la par de las ideas se hinchan y luego pasan cosas singulares es así como la fantasía de su paso a quemazón al sepulturero hasta una tumba abierta en que esa tarde ha habido remoción de huesos inconclusa por falta de tiempo un ataúd ha quedado abierto tras la verga y a su lado sobre la arena el esqueleto del hombre que estuvo encerrado en el ha oído algo en verdad nuestro conocido es correr el cerrojo entra y luego de girar suspenso alrededor del hombre de hueso se arrodilla y junta sus ojos a las órbita de la calavera allí en el fondo un poco más arriba de la base del cráneo sostenido como en un petri en una ruegos y edad del occipital esta acurrucada un hombrecito tiritando amarillo el rostro cruzados de rojas tienen la boca amoratada los ojos profundamente hundidos y la mirada enloquecida hacían sea es todo cuanto que hace cocaína humano cocaína por favor un poco de cocaína el sepulturero sereno sabe bien que el mismo llegaría a disolver con la saliva el vidrio de su frasco para alcanzar el cloro forma prohibido es pues su deber ayudar al hombrecito tiritando sale y vuelve con la jeringuilla llena que el botiquín del cementerio le ha proporcionado pero como al hombre y minuto por las fisuras craneal más pronto cierto como no se le había ocurrido a él y él sepulturero de rodillas inyecta en las fisuras el contenido entero de la jeringuilla que filtre y desaparece entre las grietas pero seguramente algo ha llegado hasta la fisura que el hombrecito se adhiere desesperadamente después de ocho años de abstinencia que molécula de cocaína no enciende un delirio de fuerza juventud belleza el sepulturero fijo sus ojos a la órbita de la calavera y no reconoció al hombre civil moribundo en el cutis firme y tarso no había el menor rastro de arruga los labios rojos y vitales se entre mordían con perezosa voluptuosa que no tendría explicación viril se los hipnótico no fueran casi todos femeninos y los ojos sobretodo antes vidriosos y apagados brillaba ahora con tal pasión que el sepulturero tuvo un impulso de envidiosa sorpresa y eso así la cocaína murmura la voz de adentros o no con inefable encanto a

Comentarios