amos con una historia sobre eventos diarios que pueden ser o no ser aleatorios
Lo que sucederá mañana en el mundo puede que sea un poco predecible aunque no sea completamente seguro. Ciertas cosas sucederán y otras definitivamente no; el sol saldrá, el agua se congela a cero grados celsius y no te convertirás en el nuevo superhéroe de marvel.
Pierre Simon Laplace, reconocido científico, pensó que si podría describir dónde está todo, cuándo va a pasar, cuán rápido se movería las partículas de la naturaleza y el mismo ser humano, conocería el futuro del universo partiendo de las leyes de newton. Saberes que nos permiten conocer las condiciones iniciales de un sistema físico, es decir, podríamos predecir su evolución.
¡Pero no todo es una verdad absoluta; primero, porque no podemos conocer las posiciones y velocidades de todas las partículas del universo; y segundo porque no podríamos determinar la posición o velocidad de una sola partícula, y menos con precisión.
Pero ¿Cómo toma decisiones la naturaleza? ¿Dependen del azar?
De cierta forma, sí que depende más del azar que de procesos deterministas; pues el ambiente y los organismos han de tomar decisiones para lo más básico y primitivo que es sobrevivir. La aleatoriedad introduce originalidad y novedad en el sistema, y el sistema natural presenta varias soluciones a los problemas que se enfrentan… Esto continúa hasta que el sistema encuentra una respuesta adecuada o lo suficientemente buena para ser aceptada y adoptada.
Cuando interviene el azar, por ejemplo en juegos con un boleto de lotería, no sabes con certeza si vas a ganar, pues cuando lanzas una moneda para tomar una decisión, no tienes la seguridad de qué lado va a caer. A estos actos en los cuales no podemos predecir lo que sucederá, lo llamamos experimentos aleatorios.
Otros ejemplos son; sin ver, sacar una canica roja de una bolsa que contiene 5 canicas rojas y 5 canicas azules, allí no sabes de qué color será la canica que sacarás; o, si tiras un dado en el suelo varias veces ¿Sabes qué número va a quedar hacia arriba? ¿No, verdad? Siendo esto aleatorio porque interviene el azar, ya que cada vez que sueltes el dado puede resultar un número distinto.
Por eso la aleatoriedad se puede expresar en probable, poco probable y muy probable. Por ejemplo, cuando escuchas o ves los medios de comunicación, te das cuenta de que en el estado del clima de ese día es ¡MUY PROBABLE! que llueva, de manera que es mejor que tomes tus precauciones y lleves un paraguas al salir, así no estés seguro de que llueva. Pero cuando juegas a las loterías sí que es poco probable que ganes el premio mayor.
¿Sabías que es más probable que te caiga un rayo a que ganes la lotería? Con esta analogía terminamos este podcast y piénsalo dos veces antes de jugar la lotería, pues puede que te caiga un rayo primero jajajaja ¡Hasta la próxima!
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