Desde que el mundo existe, el hombre no ha dejado de contemplar su imagen, pretendidamente idéntica a la de un dios misericordioso, bueno y perfecto que imagina.
La garrucha
La garrucha
Sin embargo, cuando están en juego sus creencias, sus intereses o sus venganzas, nada lo detiene para abandonar a su prójimo, robar, saquear, matar,… Y por supuesto, para hacerle sufrir torturándolo. Porque la tortura es patrimonio del ser humano y a él pertenece. Siempre tendrá una razón para justificar matanzas y hecatombes.
La sangre y el dolor de los inocentes salpica y cubre todos los lugares de la tierra.
En todas las religiones, la supuesta santidad, inevitablemente pasa por alucinaciones, estigmas, apariciones, posesiones, milagros, superticiones, penitencias…
El ser humano no se contenta con engañarse y engañar, con hacer la guerra e inmolar al enemigo, necesita reprimirlos, humillarlos, vejarlos y torturarlos antes de aniquilarlos.
En el valle de lágrimas que le toca atravesar en vida al ser humano, no duda en atacar el cuerpo, flagelar el espíritu y pisotear el alma de otros seres.
No basta una vida ya de por sí sembrada en su lado amargo, de crisis, tristezas, enfermedades y muerte; necesita el ser humano un más allá de estos sufrimientos… y entonces… la crueldad se erige y la contemplación de los horrores del dolor del agonizante proporciona placer…
¿Acaso la religión Católica o cualquier otra, ha podido resistirse a la llamada voluptuosa de las lágrimas, los gritos de dolor, la sangre y la muerte?
No, no existe ninguna parte del cuerpo humano, sobre la que la religión católica en particular, no haya ejercido su vena de malignidad, elevando la tortura a sus más altas cimas con instrumentos diseñados para torturar, entre otros: el potro, la estrapada, el aplastacabeza, la jaula colgante, la rueda para despedazar, la sierra, la hoguera, el empalamiento, el quebranta rodillas, garras de gato, hacha, péndulo, sillón de púas, mordaza de hierro, picota, parrilla, cepo, rompecráneos, el toro de Fálaris, cigueña, cuna de Judas, horquilla del hereje, clavos, pera oral, rectal y vaginal, tenazas, cuchillas, cuerdas, manillas, tobilleras, hierros al rojo vivo, pinzas desgarradoras, collares penales, látigo, garrote, etc… que, ¡honran el espíritu de amor y misericordia que esta religión predica!
Desde sus comienzos, la Humanidad y la Religión Católica como parte de ella, está ahíta de crímenes ante los que ya se ha tornado insensible dispuesta tolerar y aceptar todos sus compromisos.
Expondremos este tema cronológicamente, al ritmo en que se desarrollaron los acontecimientos. Nos detendremos, limitados por el breve tiempo disponible para la charla, en sus orígenes y su fecundo existir, pero en Europa solamente. Se deja la Santa Inquisición Católica Romana, en el continente americano, para otra exposición.
Comenzaremos situándonos en los tiempos del siglo XI, a partir de allí tomaremos solamente los personajes claves en este proceso, hasta nuestros días, y haremos alusión a unos pocos elementos utilizados fervientemente para torturar al “hereje”, al “infiel” a “la bruja”…
*1075, Gregorio VII, 157º (1073-1085) (Hildebrando de Soana; Toscana, Italia), publica el Dictatus Papae, veintisiete axiomas (como axiomas no admiten demostración, se dan y punto), donde expresa cual ha de ser el papel del Pontífice y sus poderes temporales, especialmente con el emperador del Sacro Imperio. Estas ideas pueden resumirse en cuatro puntos:
El papa es señor absoluto de la Iglesia, estando por encima de los fieles, los clérigos y los obispos, pero también de las Iglesias locales, regionales y nacionales, y por encima también de los concilios.
El papa es señor supremo del mundo, todos le deben sometimiento incluidos los príncipes, los reyes y el propio emperador.
La Iglesia romana no erró ni errará jamás.
El papa no puede ser juzgado por nadie ni siquiera por Dios.
*Urbano II, 159º (1088-1099) (Odon de Chantillon; Francia) al lanzar la 1ª cruzada, origina el gran negocio que después financiaría la Inquisición, la cual se estaba gestando. Se vendían “reliquias santas”, desde astillas de la cruz de Cristo, púas de la corona de espina, plumas del arcángel San Gabriel, prepucios del niño Jesús y sangre menstrual de María, al grito Deus vult (Dios lo quiere), acompañadas de una carta del clérigo francés Pedro el Hermitaño, dada por Dios a él para difundirla, el mismo, él que mata en Zemum 4.000 herejes y quema toda Belgrado.
*1184, en Verona un concilio convocado y presidido por el papa Lucio III, 171º, (Ubaldo Allucinolli, Toscana; Italia), promueve y bendice la 3º cruzada, crea el embrión legal del que será el futuro Tribunal de la Santa Inquisición, y el Santo Oficio posteriormente con la Contrarreforma, con la bula papal Ad aboledam.
*1209, el legado papal Arnoldo Amalrico, monje cisterciense (Perteneciente a la Orden del Císter, fundada por San Roberto en el siglo XI); es veterano de la 4ª cruzada y al servicio del papa Inocencio III, sitia Beiziers entonando Veni Sancte Spiritus y degolla a 20.000 ciudadanos sin importar sexo ni edad.
Los albigenses o cátaros, tienen una teología basada en la creencia de que el universo esta compuesto por dos mundos en conflicto, uno espiritual creado por Dios y el otro material forjado por Satán. Según la comprensión cátara, el Reino de Dios no es de este mundo. Dios crea cielos y almas. El mundo material, el mal, las guerras y la Iglesia Católica son creación de Satán y la Iglesia Católica con su realidad terrena y la difusión de la fe en la Encarnación de Cristo, es una herramienta de corrupción. Según los cátaros, los hombres son una realidad transitoria, una “vestidura” de la simiente angélica. Afirman, que el pecado se produjo en el cielo y se perpetúa en la carne. Los cátaros creen que las almas se reencarnan hasta que sean capaces de un autoconocimiento que las lleve a la visión de la divinidad y así poder escapar del mundo material y elevarse al paraíso inmaterial. La forma de escapar al ciclo de reencarnaciones es vivir una vida ascética, contemplativa, de autoconocimiento y no ser corrompido por el mundo. Ese era el mundo religioso del albigense.
*1215, Inocencio III, 176º, (1198-1216) (Lotario da Segni; Anagni, Italia) el papa más cruel entre todos crueles que ha tenido la Inquisición, con cuatro cruzadas en su haber contra los albigenses, la 4ª contra los “infieles” y una última contra los niños; su bula papal Ad aboledam se aplica en el sur de Francia para combatir la herejía, la 4º cruzada y conjuntamente a estas barbaries, la ridícula obligación de por lo menos una vez al año confesión y eucaristía. https://mariasolaeche.wordpress.com/2016/04/28/la-santa-inquisicion-catolica-apostolica-romana/
Comentarios
La Leyenda Negra de España tiene sin duda profundas raíces en la Leyenda Negra de la Inquisición. Desde la mitad del siglo XVI aparecen textos de intelectuales que describen una imagen de la Inquisición que exarcerba sus rasgos negativos con fines propagantdísitcos. El inglés John Foxe, en su obra The Book of Martyrs fue uno de los precursores. Cuando parecía que todo se había dicho sobre el tema, irrumpe en los años noventa Benzion Netanyahu (historiador y expolítico sionista, padre del primer ministro de Israel) con un duro y prolijo tratado en el que señala al racismo antisemita como origen y motor fundamental del Santo Oficio en España. Su polémico texto ha tenido una inmensa- y casi acrítica- repercursión internacional, y hasta el Papa Benecdicto XVI confesó en mayo de 2009 al primer ministro Benjamin haberlo leído. La obra que el lector tiene en sus manos en la primera refutación completa y fundada que se hace de la tesis de Netanyahu, así como de otros autores que han seguido la estela del vehemente hispanista israelí. Escrita con un lenguaje directo y actual, se deja leer por todos sin perder por ello un ápice de su rigor científico.
https://www.casadellibro.com/libro-las-razones-de-la-inquisicion-espanola-una-respuesta-a-la-leyend-a-negra/9788492573738/1484657?utm_source=google&utm_medium=cpc&utm_campaign=19438
LAS RAZONES DE LA INQUISICION ESPAÑOLA: UNA RESPUESTA A LA LEYENDA NEGRA MIGUEL ANGEL GARCIA OLMO