“Para escribir, me escondí en la libertad, aislado de la prensa, de la burocracia, de cualquier cosa que dañara mi estilo. He construido una carrera literaria de la que no me siento orgulloso.”
Jaime Sabines, nace en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 25 de marzo de 1926.
El poeta perteneció a la conocida Generación del Medio Siglo. Escribió tres libros fundamentales señalados como tales por la crítica especializada: Horal (1950), Tarumba (1956) y Algo sobre la muerte del mayor Sabines (1973).
Su obra, aunque con resonancia continental, poco se conoce fuera de México, pero esto no niega que su poesía ocupe un lugar de privilegio en la tradición poética de lengua española.
Estilísticamente, Sabines perteneció, dentro del imaginario puramente latinoamericano, a la vertiente poética denominada “coloquialista” o “conversaciones” –en la que también podrían clasificarse poetas como Juan Gelman (Argentina), Ernesto Cardenal (Nicaragua), Roque Dalton (El Salvador), Mario Benedetti (Uruguay), Pedro Mir (República Dominicana) y Roberto Fernández Retamar (Cuba)–; cuyo momento de mayor importancia se dio en la década de los cincuenta y sesenta del siglo xx, época histórica que coincidió no sólo con el triunfo de la Revolución cubana –primer proyecto comunista en Latinoamérica–, sino también con las dictaduras que retardaron la evolución democrática de los países latinoamericanos.
La Revolución cubana dejó una impronta considerable en Sabines, sobre la cual escribiría un poema en el que graba las impresiones que le dejó su visita a la isla, a la que lo ligaban lazos sentimentales y filiales. Dentro de la tradición poética mexicana, Jaime Sabines se inscribe en una poesía de tono popular, contraria a la vertiente culta hegemónica del tiempo que le tocó escribir, misma que impulsaba Octavio Paz a través de su grupo Taller.
Dentro de su propia generación, el autor de Horal encontró interlocutores de su misma filiación estética, entre ellos Rosario Castellanos, Eduardo Lizalde y Jaime García Terrés, así como el Rubén Bonifaz Nuño de “Fuego de pobres”, “El manto y la corona” y “Los demonios y los días”, y el Tomás Segovia de los poemas de guiño popular como los que puede leerse en Bisutería. Estos poetas tuvieron como referentes visibles, dentro de la geografía mexicana, a poetas como Renato Leduc (con El aula, etc…) y Juan de Dios Peza (con sus Cantos del hogar).
Una revisión de la poesía de corte popular en la lírica mexicana seguramente arrojaría mucha claridad sobre la evolución de esta vertiente escritural de los últimos dos siglos. Del siglo xx es posible decir que Sabines es la figura central. Su obra dentro del canon poético mexicano es imprescindible para entender la evolución que han tenido las formas de la poesía no culta, su lenguaje y su universo de temas, la mayoría de ellos en consonancia con las más grandes preocupaciones del hombre: el amor, la soledad, la muerte, Dios y, ante todo, el tiempo. Sobre el tema del tiempo, por ejemplo, Mónica Mansour (poeta argentina) escribió:
“El tiempo, en la obra de Sabines, aparece de todas las maneras: como tema, dentro de símiles o metáforas, en verbos y otras formas gramaticales y, naturalmente –es poesía– en el ritmo y la sonoridad. Tanto en los poemas escritos en verso como en los escritos en prosa, el ritmo –los ritmos– está presente: fluye y luego se rompe para volver a fluir. Y volvemos a la sorpresa que antes mencioné: a veces lo fluido o quebrado del ritmo sonoro no concuerda con el tema tratado y entonces cambian el significado y la sensación producida en el lector, y vuelve a provocarse la tensión.”
Para entender a Jaime Sabines hay que poner su obra y su vida en una misma dirección, pues están estrechamente relacionadas. Una crónica vital acompañada de un recorrido bibliográfico y una descripción de su contexto histórico (social, cultural y político) podrá dibujar el perfil de un poeta que, como pocos, supo conciliar su concepción ética con su propuesta estética, esto es, la congruencia entre su pragmática moral y el ejercicio de su vocación poética, que mantuvo a lo largo de su vida.
Jaime Sabines falleció en Ciudad de México el 19 de marzo de 1999. "Su última voluntad fue que enterraran su cuerpo junto al de sus padres, el mayor Sabines y doña Luz, quienes descansan en el Panteón Jardín de la Ciudad de México".
Créditos audio
Guion: área creativa del CECOM (Centro de Comunicación)
Locución: Dunia Rodríguez y Juan Manuel Guzmán.
Operación técnica: Lázaro Palma Salaya
Realización: Juan Manuel Pérez Guzmán para RADIO UJAT 107.3 FM de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
Comentarios
Don Jaime es de los poetas latinoamericanos de lo que mas me gusta, tuve la suerte de conocerlo en Mexico. un genio; escribir sobr eel amor no es algo simple pero el lo hace magistralmente. GRACIAS¡¡¡
jame SABINES poeta prolifero de un sentimiento que llena nuestros sentidos, aflorando sentimientos escondidos. sigue publicando audios, que nos gusta escucharte y aprender cada día a través del sonido.
¡Excelente!
Muy buen aporte Juan Manuel ,gracias
Muchas gracias por sus comentarios por favor difúndanlo con sus contactos
Jaime Sabines es otro de los tesoros que ha dado Chiapas, ya que con su poesia ha tocado a personas de todo el mundo... Que bien que de manera tan sencilla con este audio da un recorrido por lo mas representativo de su vida y obra. Felicidades por producciones como esta!!
La poesía como la risa, decía mi padre, es el pasto del alma, te llena tus vacios, y te abre el entendimiento. Es una excelente selección de nuestros valores literarios, y al escucharlos te remonta a vivencias a lo mejor jamás vividas, es la magia del Podcast y de la imaginación, gracias por ponerlo a la disposición del mundo. Felicitaciones Juanma.