http://www.slideshare.net/NEUROMON/leche-una-cochinada-7204867
http://membres.multimania.fr/xbeluga/leberre-lelait.html
"“CONÓCETE A TI – MISMO Y CONOCERÁS AL UNIVERSO Y A LOS DIOSES.” Sócrates.
LA OBSERVACIÓN DEL CAMPO DE ACTIVIDAD DE NUESTRO VIVIDO FÍSICO Y MENTAL DURANTE PRUEBAS DE SUPRESIÓN DE CIERTOS ALIMENTOS Y DE SU REINTRODUCCIÓN, DURANTE MONODIETA O AYUNO, ES UNA DE LAS VÍAS QUE CONDUCE A ESTE CONOCIMIENTO Y OTORGA A LA DIETÉTICA SU VERDADERA DIMENSIÓN.
Estamos hechos por nuestros conocimientos, nuestros gustos, nuestras costumbres, nuestros placeres. Sobre todo nuestro miedo de carecer es inmenso y acondiciona nuestro comportamiento; el hombre occidental es el consumidor más grande que la tierra haya llevado y sin embargo este miedo de carecer es inmenso en él, invasor. Un paciente siempre cree que le falta algo, jamás le viene a la mente que le sobra algo, como si lo demasiado no pudiese ser dañino.
La leche, por sí misma, cristaliza todos estos comportamientos intelectuales y emocionales. Es un alimento tabú, forzosamente bueno, incluso muy bueno e incluso indispensable como se dice en el colegio, en la televisión y en todas las revistas, médicas inclusive.
La imagen de la leche descansa sobre 3 bases como mínimo:
* Un aspecto psicoanalítico porque la leche, de una blancura inmaculada por cierto, en alguna parte nuestra es el símbolo de la madre, del pecho tibio y suave que nos alimenta o hubiese podido alimentarnos. Dar leche a sus hijos, en alguna parte de nosotros, los padres, es dar el pecho, dar cariño. En otro orden de simbolismo, pensamos en Roma y su Loba! La leche es portadora de un significado que la sobrepasa ampliamente.
* Un elemento económico: la producción lechera es una realidad y la poderosa industria agro – alimentaria mantiene, con innumerables recursos, un martilleado publicitario constante y omnipresente, por ejemplo en la televisión, la frecuencia de los spots publicitarios referentes a la leche y sus derivados es notable.
* El placer gustativo por fin, porque, a quién no le gusta alguno de los productos lácteos? La gama es infinitamente variada, comportando productos dulces, calientes o fríos, de múltiples sabores, productos salados, entre los cuales nuestros innumerables quesos.
Es pues difícil tener una actitud crítica frente a la leche, las reacciones son inmediatas, frecuentemente definitivas porque además la leche se ha vuelto sinónimo de calcio… igual como la naranja es sinónimo de vitamina C.
¿Entonces porqué intentar ayudar a pensar, poner en guardia? ¿Porqué andar a contra corriente y tener una nueva óptica?
¿Deseo de originalidad? ¿Fobia? El razonamiento es sumamente concreto, práctico; es un razonamiento de médico, clínico, es decir de alguien quien intenta con pasión observar y comprender el porqué y el cómo de múltiples trastornos funcionales y orgánicos que cada día le confían pacientes. A fuerza de paciencia, miles de horas pasadas a mirar, interrogar, escuchar y palpar, poco a poco, se dibujan correspondencias, como una forma de roca o de pueblo saliendo poco a poco de la niebla.
Por lo tanto después de una larga fase de observación paciente, una correlación clara apareció entre la alimentación y la patología, y más particularmente entre el consumo de productos lácteos y de múltiples trastornos que señalaremos más adelante.
Después de numerosas comprobaciones, ya no es posible guardar escondido este aspecto de la realidad, hay que compartirlo, propagarlo, es una cuestión de honradez intelectual: es la fuente y el objetivo de estas pocas páginas.
Este estudio quisiera hacerle descubrir que la leche, si bien puede ser un placer alimentario práctico y poco costoso, también puede ser un factor mayor de disfunción para su organismo.
Simplemente se trata de invitarle a reflexionar y hacer la prueba por sí – mismo y para sí – mismo.
Para esto, debe Vd. replantear sus costumbres, por lo tanto tomar consciencia de ellas y pasar de ellas.
Antes de seguir, haga el inventario de sus reacciones intelectuales y emocionales delante de estas sugerencias:
* Una alimentación sin leche ni productos lácteos puede aportar bastante calcio; la leche no es el alimento más rico en calcio; además el problema del calcio en nuestros países no es ante todo una cuestión de suministro sino más bien de asimilación y fijación.
* Los malestares que siente Vd. están en gran parte relacionados con su consumo de leche y productos lácteos; el mero hecho de suprimirles puede eventualmente ser un tratamiento suficiente.
* Su hijo estará en mejor salud si suprime Vd. los productos lácteos durante dos o tres meses, por lo menos si consume un producto lácteo al día.
* Con los excitantes (té, café, alcohol, tabaco) y los azúcares rápidos, la leche forma un trío que corroe su salud y crea en Vd. lo que Vd. llama la enfermedad…
Después de observar la fuerza y lo hondo de su reacciones, intente durante las páginas que siguen, olvidarlas y ser disponible para recibir las informaciones susceptibles de llamar su atención y por lo tanto de abrirle horizontes nuevos…"
CONEKTA: ----------------------------------------------------------------------
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