Para orar los viernes, especialmente en Cuaresma y Adviento.
Las tinieblas pueden inundar nuestra existencia con cierta frecuencia. La causa es múltiple.
En ocasiones son las propias emociones, los sentimientos encontrados…, otras, acciones, pensamientos, palabras que hemos dicho o nos han dicho…
En esos momentos nos falta la luz y entramos en tierra de tinieblas, en terrenos pedregosos, situaciones de pecado, de odio, de ira, de rencor…
Causas múltiples, nuestra pereza, nuestra desidia, algo que hacemos o decimos……..
Pero siempre nos queda el perdón, la misericordia de Dios…
Muchos han agradecido a la vida y al mismo Dios, los tropezones, las caídas, las “meteduras de pata”, ciertos pecados…, porque de ahí, después de pasar por el dolor y el sufrimiento, resurgieron como el ave fénix de sus cenizas a una nueva vida.
Lo malo y lo negativo cuando aceptamos la misericordia de Dios, se convierte en abono para la buena tierra de tu corazón. Los frutos crecen más rápido y son más sabrosos.
Estás ante la misericordia de Dios. Hoy viernes de cuaresma, millones de personas se unirán en oración utilizando estas mismas palabras, las del salmo que tienes a continuación.
Feliz viernes de cuaresma, día de liberación de pesos y humos.
Gumersindo Meiriño Fernández.
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