El espejismo de la globalización solo ha servido de máscara, para que las multinacionales de siempre, accedan abiertamente, más aún, al resto de mercados periféricos de los demás países subdesarrollados, con pleno apoyo y protección de la banca mundial.
El proceso planetario es fortalecer el imperio económico, para continuar transformando a los de siempre, a costa de esos mismos que en su tiempo, incluso, fueron tachados de pueblos sin historia, hoy llamados los empobrecidos.
No se puede ser tan pasivo ante el pleno dominio y poder que ejercen los países enriquecidos. El proceso práctico de repuestas adecuadas no es permisible que se haga esperar más. Pueblos son unos y pueblos son otros; es decir, personas somos todos.
Aquel cambalache de abultados pagos tributarios, fuerzan a un proceso demoledor de cambio profundo a las sociedades de las distintas colonias anexionadas; y todo en aras de engordar las arcas y las otras sociedades de los países colonizadores.
Hoy día, países enriquecidos ya, ¿acaso no viene sucediendo lo mismos, aunque le pongamos otros nombres?
Vuelvo a lo mismo, porque se trata de países enriquecidos que fueron portadores de una historia, como si el resto de pueblos colonizados carecieran de la suya propia; así que se persiste en continuar engordando a aquellos que por medio de la violencia y la falsedad, continúan cebándose, a costa de la esqueletización del resto.
Las personas no queremos más la continuidad de ésta situación, ¿entonces…, porqué seguimos en la continuidad del consumo?; dejemos de consumir, dejemos de informarnos de lo que sucede más para allá; aprendamos a recuperar nuestro propio equilibrio y nuestra identidad con el conjunto de naturalezas. Pero no sigamos dividiéndonos, porque de seguro continuaremos siendo derrotados.
Las mismas inferencias engañosas nos tienen plenamente abstraídos, por tanto, ¿Qué sentido de comprensión podemos prestarnos, si ya vivimos colmados en ese engaño impuesto y aceptado?
Así se logra que cuanto se vive, sea en verdad en sentido virtual, ya que nuestra realidad se nos tiene totalmente atrofiada.
Volvamos los sentidos al entendimiento, hacia el deseo de comprender; nos daremos cuenta que no tiene lógica alguna, tantos falsos derechos, pues apenas si venimos cumpliendo un mínimo de obligaciones.
De verdad, elevemos las cotas de escucha interior, seguro que también las elevamos en el propio sentido de comprensión. No nos dejemos arrastrar hacia la búsqueda de nuevas corrientes ni tampoco de nuevas innovaciones, porque las respuestas correctas no nos llegarán por esos cauces. Ahí veremos, que vamos a dar hacia más de lo mismo, es decir, reflotación de mismos conflictos, pero con otros nombres y personas.
La gente continúa cruzando continentes, buscando, pero estando perdida; ¿de quién huye, sino de gente como ella, pero ya caída?, ¿Cuántas microhistorias podríamos reunir, que echarían abajo las propias historias oficiales, tachadas ya de convenidas y falseadas?
A los únicos que se les tiene dado el garante de desplazarse hacia regiones diferentes, son a las aves; nosotros, ¡pobres gentes!, donde nazcamos, debemos echar raíz, porque así lo exige nuestro labrarnos como especie, y nuestro labriego en la tierra como sustento. Que nadie trabaje por ti, para no incumplir la ley.
El grado tan elevado de ociosidad descontrolada, es el origen de la mayoría de enfermedades que vienen tumbando a nuestras desocupadas personas.
--acceso a la obra en formato de libro escrito de manera gratuita desde UNIVERSAL GLOBAL DE EDICIONES en www.universalproyecto.org
y en formato sonoro en--http://www.ivoox.com/escuchar-juan-galan_nq_190805_1.html
Comentarios
¿Quién se ve en el derecho de mundializar nada, sino por medio de búsquedas de rapiña de derechos ajenos?; la tierra es el primer derecho que se le ha robado a las familias y por tanto, la responsabilidad y briega en ellas. El sustento y economía suficiente que se lograba en esas faenas; así, derivados hacia el descontrol individual, familiar, colectivo…; es decir, llevados hacia una potencialidad de efectos destructivos. Pensemos que la persona cada vez trabaja menos ni física ni mentalmente. Como verdaderos sonámbulos, lo han dejado todo al tan cacareado efecto, convertido ya, en fenómeno de globalización; ¿para qué voy a trabajar, si ya hay quien lo hace por mí?, ¿para qué voy a pensar si ya lo están haciendo por mi?; pero, entonces… ¿y los desarreglos individuales, colectivos e incluso globales, a quién le toca buscarle solución práctica?; naturalmente que eso queda en manos de los entendidos. Así tenemos que sobre esas bases y en esos convencimientos estamos. Es decir que, lo imperante, hace casi tan solo poco más de cien años, toda solución que se aporte e implique la rotura y caída de las formas y maneras impuestas y desarrolladas en ese tiempo, es severamente perseguido, censurado y ocultado. Claro que las soluciones son claras, imponer ahora el sentido anverso; es decir, retirar, censurar y ocultar todo cuanto a la persona y al planeta en general los perjudique. Propongamos ésta lógica siglo y medio atrás, cuando la contaminación apenas si se podía apreciar y las costumbres de las familias, era además de las labores de la tierra, se entrelazaban y forjaban sobre valores correctos, no perjudiciales y consonantes con el resto de la naturaleza. Digámosles a esas sociedades de aquel entonces que se les va a cambiar el sistema de vida, hacia otro más moderno, pero que lleva consigo la destrucción de la naturaleza, de los mares y océanos, las destrucción y deterioro de las superficies, de bosques, de selvas; va a suponer el raído de la atmósfera, la caída de valores humanos, por consiguiente la degeneración de las personas en el alcohol, tabaco, drogas, juegos…, por consiguiente la destrucción de la familia. A cambio de ese denominado modernismo, la persona caerá en una ociosidad muy peligrosa y descontrolada, por consiguiente que al hacer menos, menos querrá trabajar, pero si pretenderá poder tener acceso a todo; además se dispararán el negocio de abortos, de órganos, de mano de obra esclava, etc., etc. ¿Qué creen Ustedes?, piensen que se lo estamos hablando a personas dedicadas a su trabajo en la tierra, por lo común, a familias organizadas y forjadas en valores verdaderos de respeto y desarrollo, ¿cuál sería su respuestas, para que pudieran determinar, si continuar en sus formas de vivir hasta entonces o cambiar a una vida más cómoda supuestamente y moderna, y con todo ese conjunto y más de gravámenes que les caería encima? Sin duda, que esa sería la respuesta, el NO rotundo; pero los sucesos no se han trazado de esa manera, al contrario, hábilmente, mediante la manipulación ya conocida, se le ha ido privando de esa vida, para, con el poder de la mentira y engaño, derive a donde estamos ahora mismo. Si el cien por cien de la población mundial era autosuficiente con el trabajo de la tierra y ahora en la actualidad, produciendo más del doble de alimentos de los que compone el total del pueblo Tierra, están muriendo de hambre millones y millones de nuestras criaturas, díganme a mí, ¿con qué se sostiene todo esto, sino es por esa perversión de unos cuantos?, ¿merece continuar defendiendo estos falsos valores o es preferible desembocar nuevamente hacia la recuperación de las tierras en repartos equitativos, a fin de que las familias vuelvan a desarrollarse nuevamente en sus labores de campesinado y agrícolas? --acceso a la obra en formato de libro escrito de manera gratuita desde UNIVERSAL GLOBAL DE EDICIONES en www.universalproyecto.org y en formato sonoro en--http://www.ivoox.com/escuchar-juan-galan_nq_190805_1.html