Luces y sombras 1a Tp Pg nº22-Apariciones marianas en El Escorial

“No ofrezcas a Dios sólo el dolor de tus penitencias, ofrécele también tus alegrías.” Paulo Coelho novelista, dramaturgo y letrista brasileño
Las mujeres culpadas de todos los males de la sociedad, por no ser “sumisas” al esposo.
Una supuesta “Virgen” exigiendo bajo amenazas la construcción de una capilla, entre otras cosas, con el beneplácito de su “supuesto” hijo Jesucristo.
Una organización con centros dedicados a acoger a ancianos donde sus trabajadoras, no cobran ni están dadas de alta en la Seguridad Social, pues lo hacen de modo altruista para ganarse una parcela de Cielo, pero donde dichos ancianos, sí que pagan de sus pensiones o posesiones, su plaza de alojamiento en los mencionados centros.
Peregrinaciones periódicas, durante más de treinta años, de personas que desesperadas en su fe, o desahuciadas médicamente, buscan una tabla de salvación en “Prado Nuevo”- El Escorial-Madrid.
Familias separadas, ya que los miembros que ingresan como seguidores de “La virgen de Los Dolores”, deben dejar todas sus posesiones antes de integrarse completamente en la “obra”, las cuales, y como es fácil de adivinar, son cedidas a la organización que les acoge, y sus familiares, los del otro lado de la organización, si no ven y se integran, es que están influenciados por el Mal, con Satanás a la cabeza.
Más de treinta años amenazando con un castigo divino, y con mensajes que siempre y sin ninguna excepción, no transmiten más que la ira de una Madre (la supuesta Virgen) por el padecimiento de su hijo (el supuesto Jesucristo), y siempre con la certeza en sus palabras, de que el día del Juicio Final… ¡Ya está aquí!, y muy pocos se van a salvar.
Y al frente de esta locura, una vidente estigmatizada, que ya ni se dirige a sus seguidores, sino es por megafonía, para transmitir los UNICOS Y VERDADEROS mensajes de la Virgen y de Jesucrito.
Todo esto, siendo grave como lo es, al no tratarse de un guión cinematográfico, aunque pudiera parecerlo, dejaría de tener más importancia de la que ya en sí tiene, pues, al tocar directamente con la fe Católica, y lanzar andanadas que impactan en la línea de flotación de la propia Iglesia, ésta tiene los suficientes medios, tanto físicos, como organizativos, económicos o espirituales, como para hacer frente, y poner a cada uno en su sitio.
Pero he aquí que cuando todo, y esencialmente el sentido común, apuntaban a que los representantes de Dios en la tierra (hasta hace poco, está claro), si no salían al paso y paraban de raíz todo el montaje que se estaba produciendo en El Escorial, al menos no darían alas ni cobertura a dicha locura, no solo dan el beneplácito a lo que allí está sucediendo, sino que nombran sacerdotes para que impartan misa y escuchen arrodillados los mensajes, que por megafonía transmite la “Vidente Celestial”.
Cada cual es libre de creer lo que le plazca, y actuar en consecuencia, pero nadie, al menos a mí, me va a convencer para que termine adorando a una vidente autoproclamada “única representante de Dios en la tierra”.
Allá cada cual con su conciencia y con los actos que esta le permita hacer, pero lo que no me cabe ninguna duda, es que el daño y el drama, tanto físico, humano y religioso que aquí se está inflingiendo, difícilmente será reparable, cuando la cordura logre imponerse en el reino de los justos.