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La convergencia tecnológica entre medios audiovisuales, telecomunicaciones e internet atrae a nuevos actores a la discusión e impacta en la labor mediadora que ejercían tradicionalmente las empresas periodísticas. Y es que con una nueva era en las comunicaciones llegan nuevos desafíos que combinan respuestas frente a problemas que en algunos casos son antiguos, como la concentración de la propiedad y su extranjerización, la función del Estado como emisor y gestor comunicacional, la subordinación de los órganos de aplicación de las leyes a los gobiernos o el control de los contenidos; otros, en cambio, son desafíos novedosos, como la convergencia tecnológica y productiva entre el sector audiovisual, la gráfica, las telecomunicaciones e internet.
Teniendo en cuenta esto, en América Latina es la política la que marca el ritmo de normas que promueven controles más estrictos. El modo en que se regula el sector de los medios es un indicador de peso para analizar la configuración del espacio público que se proyecta desde el Estado, toda vez que los medios son dispositivos privilegiados de socialización y troquelan el ambiente en que se producen, editan, distribuyen y utilizan masivamente las informaciones y los entretenimientos, en una metamorfosis que incluye de manera creciente interacciones mediante redes fijas y móviles. Esta mutación replantea, de raíz, el lugar de los propios medios.
Y con el despertar de nuevos pensamientos y la aparición de nuevos medios de comunicación asociados a internet ha supuesto un cambio en el fenómeno de la comunicación, tanto en soportes como en los contenidos, lo que ha dado lugar a una oferta de formatos a través de los cuales el usuario puede recibir e intercambiar información, con la posibilidad de ser el creador de estos contenidos.
Pero la pregunta es: Como las nuevas generaciones de comunicadores están rompiendo con ese estatus quo que tenemos impregnado en nuestro ADN comunicativo de masas y como aprovechamos esta nueva oferta casi infinita de plataformas, medios y sobretodo este minimizador de distancias que es internet para llegar a un público gigantesco y casi inmediato, que a la vez es una lucha constante contra los emporios que dominan las comunicaciones territoriales en nuestro continente.
A mi parecer, la lucha se está dando desde la creatividad, desde lo imaginativo y artístico de los nuevos contenidos, que fusionados a esa intensa búsqueda de la verdad, nos dejan una gama de productos maravillosos, llenos de fuerza y belleza que están intentando alejar a la audiencia del consumo de medios tradicionales y a la introspección de contenidos y noticias para encontrar nuestra propia verdad, mas allá de lo que nos quieran contar y asegurar como hecho.
La lucha es larga, los territorios bastos y muchos de ellos sin alcance masivo, pero desde la creación de contenidos hechos de corazón, intentamos cambiar los paradigmas de la comunicación latinoamericana en un intento por mejorar nuestra región y llevarla a un nuevo nivel de conciencia, el camino es duro pero no por eso dejaremos de luchar, los andes fueron difíciles para todas nuestras civilizaciones pero ellos lograron dominarlos.
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