Hace 40 años, Islandia se convirtió en el país más feminista del mundo. El “viernes islandés” de 1975 ha inspirado muchas movilizaciones. Desde Polonia a Argentina, pasando por España, se ha recuperado la idea de la “huelga de mujeres”.
A finales de octubre pasado, el grupo de mujeres que había organizado en Polonia las movilizaciones contra el Gobierno por la pretensión de éste de introducir la penalización del aborto en ese país, al ver que a nivel internacional, en otros países como Argentina, también las mujeres se estaban movilizando por otros motivos, como el feminicidio, emprenden la misión de conectarse con movimientos de otros países para organizar una acción conjunta en el futuro.
Así surge la convocatoria del PARO MUNDIAL DE MUJERES con el lema “la solidaridad es nuestra arma”. Es un llamamiento a una huelga que tendrá lugar mañana, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Además de esto, desde CLANDESTINO, participamos en la MARATONA MUNDIAL FEMINIATA Y RADIAL, organizada por las compañeras de Red Nosotras en el Mundo. Para ello hemos tenido una conversación en directo con Mari García Bueno, “la Mari del Coronil”. Ella ha sido siempre jornalera, miembro destacado, por derecho propio, sin cesiones ni concesiones de nadie, excepto su propia lucha y la confianza de sus compañeros y compañeras del Sindicato Obrero del Campo y el SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadoras y Trabajadores). En este momento es miembro del Comité Coordinador de la Vía Campesina, responsable de articulación de mujeres y Colectivo Agua, Tierra y Territorio y, además, es Diputada en el Parlamento de Andalucía desde las últimas elecciones autonómicas, por la formación política de Podemos.
En su día, jóvenes del sindicato la definieron como una persona muy comprometida, combativa y luchadora, además de ser una persona con muchísima magia y espíritu de dignidad.
Desencuentros o desacuerdos aparte, que siempre se pueden debatir con argumentos de peso desde lo político e incluso desde lo personal, pero mejor desde lo colectivo, comparto completamente esta descripción y sigo pensando, como así manifesté en su día, que a mí sí me representa como mujer, como feminista y como andaluza.
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