No tiene importancia, es una mujer latina de unos 50 años de edad, elegante pero sencilla a la vez, con unos preciosos ojos castaños, un cuerpo bien conservado, que transmite la sensualidad y la erótica de una mujer madura, me quedé mirándola fijamente mientras pasaba.
¿Le gusta lo que ve? - me preguntó con un tono de total naturalidad y con un poco de descaro.
Me giré para mirarla mejor, quise responder, pero me quedé cortado. Su maravilloso acento latino añadió un punto de atractivo. Ese acento y el encanto propio de las mujeres latinas, siempre me ha fascinado.
Sí -le contesté tras unos segundos -. No sé, qué tienes, pero me gustas. Hay algo tan íntimo, tan personal que me trasmites….
Veo que coincidimos - me respondió.
Para ser la primera vez que hablaba con ella, me encontraba tan a gusto que no quería dejarla, y pese a ser desconocidos, la invité a tomar algo en la cafetería que había al lado y aceptó encantada, diciéndome que era una buena idea.
Por cierto, no me he presentado. Me llamo Pedro.
Encantada Pedro, me llamo Iris, mucho gusto - y me dio un beso en la mejilla, que se me erizaron hasta los pelillos del brazo -.
¿No será indiscreción preguntarte que haces por Madrid?
No, para nada, estoy visitando a un familiar que vive aquí y al mismo tiempo hago un poco de turismo.
¿Y qué te parece, Madrid y sus gentes?
Muy diferente. Todo más moderno y la gente siempre corriendo, pero encantadora…
Hablar con Iris me estaba gustando mucho, ya que demostraba una personalidad abierta y agradable, me estaba cautivando con su sonrisa. Mientras hablaba con ella, no podía evitar desnudarla con la mirada y me vinieron a la mente deseos de querer hacerla mía, de darle placer hasta quedar exhaustos, de hacerle el amor toda una noche hasta que amaneciese.
Por fortuna, abandoné mis fantasías lujuriosas antes de perder el hilo de lo que con ella hablaba, pero creo que ella se percató de mis miradas y de lo mucho que me excitaba.
Una vez acabado el café y el refresco que pedimos, ella dijo que la conversación era muy interesante, pero continuaba con su recorrido y que me agradecía la invitación, entonces me ofrecí hacer de guía y ver que nos deparaba esa conquista.
Su presencia me gustaba, cansado de ver siempre de las mismas caras. En apenas dos horas que nos conocíamos, sentía como si la conociera de toda la vida.
Me habló de su país, su ciudad y su trabajo, de sus amigos y de su familia con total libertad, y yo hice lo mismo.
Antes de que me diera cuenta, la tarde ya estaba avanzada y lo que comenzó como un encuentro casual de un par de minutos se alargó durante horas. Ambos perdimos la noción del tiempo, había quedado con otra persona, pero la llamaría para quedar otro día por cualquier pretexto, la verdad me apetecía seguir con Iris.
Estábamos sentados en una terraza, cuando ella me dijo si le podía acompañar al hotel donde se alojaba.
Camino hacía el hotel, surgió el tema del que no habíamos hablado y que yo esquivé tanto como pude: las mujeres.
Y dime Pedro, ¿tu chica no te hace sentir rico?, ¿Cómo son aquí las chicas?, ¿Son ardientes?
¿El qué? – le pregunté como si no la entendiera - es que no tengo chica- le mentí.
¿Me estás tomando el pelo? Me vas a decir que un chico joven como tú y además guapo, no tiene chicas. Pedro, allá en mi país traerías locas a muchas mujeres - me soltó entre risas -.
Pero aquí no tengo éxito, - le mentí - No he pasado de alguna aventura.
Ven con mamita, mi papi, que voy a reprender a las chamas de aquí por dejarte escapar. Que vaina de mujeres que no saben apreciar un buen partido -expresó en un tono airado y algo jocoso-.
De nuevo me costaba seguirle la conversación, pero entendí que las expresiones cambian mucho de un país al otro, así que me limité a reír y le agradecí el piropo. Le dediqué una sonrisa y en mis pensamientos agradecía al destino que me hubiera encontrado con esta mujer madura tan apasionada. Por desgracia, llegó el triste momento de la despedida cuando llegamos a la puerta de su hotel.
Ha sido un placer pasar el día contigo. Gracias Pedro, no sé si nos veremos en otra ocasión - me beso en la mejilla -.
El placer ha sido mío Iris, eres un cielo de mujer.
Deseaba con todas mis fuerzas darle un beso de tornillo para hacerla mía, pero mi cobardía me jugó una mala pasada, y tuve que conformarme con el beso que me dio ella de despedida.
Según me di la vuelta, me maldije por cobarde, pero a los pocos metros, me tocaron el hombro, y al girarme, Iris me besó en la boca.
Fue la invitación que tanto quise hacer y no me atrevía, y que desde luego no iba a rechazar.
Correspondí llevando mis manos a su precioso y perfecto culo, apretándolo y deseando a aquella mujer.
Nuestras lenguas jugaban en un eterno beso. Al oído me susurró "¿Quieres subir y tomamos algo en mi habitación?".
Procuramos disimular ante el recepcionista del hotel, pero el calentón que llevábamos era impresionante. Mientras Iris buscaba con torpeza en su bolso, la tarjeta para abrir la habitación, yo estaba pegado detrás de ella acariciándola por todas partes.
Al final abrió la puerta y al cerrarla nuestras ropas comenzaron a volar por todas partes.
Que mujer…. que belleza cuando por fin pude verla desnuda. Me abalancé sobre ella y me desahogué acariciándola y besándola por todo aquel ansiado cuerpo, que llevaba deseando desde el primer momento en que la vi.
Iris correspondía con gemidos y jadeos que me excitaban aún más.
Mmmmmmm ahii papi que rico…se siente muy rico…dame más papito…
Te voy a comer entera…Te voy a dar todo lo que quieras… me vuelves loco…
Dame más papito…mmmmmmmm así…mueve los deditos en mi panocha… mmmmmmmm no pares que lo haces muy bien…haaaaasaaa… que rico, que bien lo haces… mueve los deditos cariño en ese botoncito… aaaaah… aaaaaaaah, pero que rico se siente… me tienes loca… dame más… más….
Me puse un poco sobre ella y comencé a gozar de esas joyas de la corona, tan firmes y espectaculares, los pezones fueron comidos sin piedad, mi boca pasaba de uno a otro, alternando para no dejar un rincón de su cuerpo libre.
Aaaaaaaaah no te detengas amor mío…chúpame las tetas cometelas todaaaas… asiiiií... asíiiii…ahora mordisquéame en los pezoncitos… aaaaaaayyyy que bien, que rico… que sabroso… ponme la mano abajo… aaaaaaaah que dedos como juegan con mi panocha… me tienes completamente rendida papi… anda no pares… mmmmmmmm me siento enloquecer…… aaaaaah que lengua me das… que rico me chupas toda… vamos dame la lengua… que rica lengua, dulce y mojada.... mmmmmmmm, verdad que me vas a comer toda la panocha… uuuufff se siente muy rico… aaaaaah… aaaaaaaah… mordisquea el botoncito de clítoris… ves como lo pones durito…. Haaaaa
Me cogió la polla para calentarla con sus caricias, entre sus manos. La fue frotando con cariño mientras me besaba con ímpetus de pura pasión, hasta que la sintió tan dura que no pudo aguantar más, y bajó hasta tenerla frente a su boca. Menudo poder de succión, era increíble. Me arrancaba gemidos roncos y profundos.
Mmmmmm Iris te… te deseo… para ti todoooo… no me dejes a medias mi amor - y soltó un pequeño gemido de respuesta que no hacía falta traducir - que me pones muy caliente… que me excitas mucho… aaaaaah…. aaaaaaah aaaaaaaaaaaaah… pero que bien mamas… queridaaaaaa…. vamoooooosss….. aaaaaaaargh mmmmmmmm…
Me había puesto la polla muy dura y me rodeó con su cuerpo, quedando fundidos juntos y abrazados.
Me eché sobre ella, me abrazó, a la vez que separaba un poco las piernas y sintió la dureza de la verga, soltando un gemido de placer.
Guio perfectamente la polla, a la entrada de su panocha y mmmmmmmm... la penetré hasta el fondo, comencé con un mete y saca, se movía a la vez que yo, impulsándose con las caderas para recibir mis empujes.
Vi como sus tetas se movían al ritmo de nuestro baile amoroso y su cara era una belleza, desencajada por el torrente de placer que le estaba dando. Su coño ya empezaba a chorrear mientras que yo seguía penetrándola con tanta fuerza como podía.
Contemplar aquella mujer con su rostro hermoso y desencajado por el placer era para mí superior. Con sus piernas me daba un impulso extra para que le llegara al fondo. Gemíamos tanto que temía que lo escucharan los otros huéspedes.
Aaaaaaaaaah dame fuerte papito… haaaaaaaay ….. que rico… no te detengas…ya me viene… me vieneeeeeeee… haaaaasaaa...
Te deseo Iris… voy a hacerte gozaaaaaar… mmmmmmm…. aaaaaaaaaaah… damelo ya… yaaaaaaa… haaaaasaaa….
No puedo aguantar más papi…. aaaaaaaayyyyy que bien……se siente que ricoooooooo…. mmmmmm aaaaarrggghhhh…. yyyyyyaaaaa…
Sus gritos se unieron a los míos cuando nuestros orgasmos se fundieron en uno solo, o quizá muchos pequeñitos. Lo que sí sé, es que gozamos como auténticos salvajes y empapados en sudor nos abrazamos, sin que me hubiera salido de ella.
Pedro me hiciste de gozar como hacía mucho tiempo que no disfrutaba, te digo que eres un maestro en el arte del sexo.
Iris yo también he gozado mucho, ha sido un polvo que no será fácil de olvidar, tú también eres una mujer muy caliente.
Volvimos a besarnos con mucha pasión, y minutos después, tenía a Iris encima de mí, haciendo un 69… con la polla en la mano, chupando… lamiendo… me acariciaba las bolas con la lengua... trataba de ponerla dura y lo conseguía inmediatamente.
Yo por mi parte, tenía a la altura de mi boca el coño, abierta en todo su esplendor, comencé a darle con la lengua largos lametones… jugaba con el clítoris y mi lengua y le arrancaba gemidos de placer….
Así papi... mmmmmmmm, sigue dándome lengua… te gusta la panocha de tu perra… quiero venirme con tu lengua… después me vas a follar… verdad que me vas a dar verga… haaaaasaaa… te gusta como soy de caliente… soy muy perra… soy muy zorra… y muy puta...
Me encanta todo lo que me haces y sobre todo ese lenguaje, me hace de ponerme más excitado… voy a cambiar de huequito de placer, si no te lo han hecho nunca, vas a disfrutar lo que no has sentido nunca…
La atraigo a mí y comienzo a introducir la lengua en el culo… se retuerce de placer, con la mano le acaricio el coño… el placer que siente le hace de mamarme la polla con más intensidad… chupa… mama… lame….
Papi sigue así… esto, no lo había disfrutado nunca… haaaaasaaa… eres un maestro… que rico lo haces… mmmmmmmm… quiero probar también como me metes la polla por el culo… haaaaasaaa… que nunca lo he probado… estoy virgen por el culo y quiero probar contigo… mmmmmmmm… te gusta mi culo… te gusta el culo de tu puta… haaaaasaaa que vicioso eres y que guarro… me gustas así…
Te voy a dilatar un poquito el culo y te entrará sola ya verás como disfrutas…
Dame ya la verga… estoy deseando de tenerla dentro… de sentirla… follame duro… te gusta el culo de tu puta… mmmmmmmm… que rico… haaaaasaaa… dame más duro… meterme la verga más fuerte… dame la leche… mmmmmmmm… quiero que te corras dentro haaaaasaaa… ya lo siento… dame tu leche que yo también me corrooooooo…. mmmmmmmm… haaaaasaaa…
Comentarios
Me encantan sus relatos quisiera relatos de mujeres bien ebrias o que noa narren estando bien ebriass o aventuras de borracheras que las digan a detalle me favinan
Hola