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Comentarios
Lo fundamental en la enseñanza es tener un buen maestro, una pizarra, tiza, cuadernos y lápices. Hemos llegado al papanatismo de pensar que un recurso material nuevo : ordenador, pizarras digitales... iban a ser la panacea, una suerte de magia por la que todo el alumnado iba a aprender por el hecho de usarlos. La figuara de un buen maestro, con una buena dicción, con una cabeza bien amueblada, con sentido crítico, con capacidad de análisis, con un vocabulario rico y con un dominio de la lengua es fundamental. Pero el maestro ha dejado de ser guía para el alumno. Guía en el sentido de enseñar a pensar, a discernir, a estudiar, a trabajar... Y claro que se ha derrochado dinero. Todo lo que se ha gastado en algo que ni se ha usado debidamente, que no ha servido para nada es un despilfarro. Precisamente , hoy más que nunca, con al cantidad ingente de información y desinformación que cae sobre los alumnos es cuando más falta hace enseñar bien.