Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
¡Bienvenida, Irene! Nos alegra saber que compartes las ideas que planteamos en Dopamínate. Como tú dices, es una nueva filosofía de trabajo y de vida. La historia de Julio Gonzalo es apasionante; por eso queríamos compartirla con todos vosotros. ¡Abrazos dopaminantes!
Por cierto, soy Irene, se me olvidó poner mi nombre. Admiradora del programa y de las ideas que en él se comparten. Una nueva filosofía de trabajo y por qué no, de vida.
Enseñar a sentir, a disfrutar, a vibrar, a confiar, a ser uno mismo, a expresar con la música el alma del mundo es sin duda una enseñanza colateral, una nueva visión de cada día más docentes de música donde reina la fe, la ilusión y la esperanza. Gracias Julio por creer en ella y abrirnos una ventana de tu maravilloso mundo. Los niños son el tesoro del presente y del futuro, si les tocamos con la música habremos apostado por un mundo mejor. Gracias a Antonio y María José por presentarnos siempre los mejores ejemplos de música vivida y compartida.